- ¡ Qué te peguen un tiro por la espalda! - A un joven pudoroso como Juan, las admoniciones flamígeras de los mayores, se le habían grabado en la mente. Una abuela que tras unas ranuras llorosas gemía maldiciones que hurgaban muy profundo en el espíritu del joven, que por aquellas fechas tenía muchos rasguños, para ser inmaculado. Entonces el pequeño de la familia se alejaba con pisadas inseguras, vaporosas para la calima de Apulco . Parajes incendiados, llenos de barranqueras sacadas de los avernos de Dante, y que para Harold Bloom , el crítico omnipresente, son un protagonista más y el espinazo de la narración de Juan Rulfo , en el archiconocido prontuario de cuentos Llano en llamas (1) . Pero sería adelantarnos en el tiempo, porque el hombre que había retornado de Ciudad de Méjico, reconoció que el miedo había alentado de forma sincera las palabras de la vieja, que l...
Un viaje por la historia y la cultura