Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2021

Miguel Fleta

" Quien quiera ver correctamente la época en que vive debe contemplarla desde lejos. ¿A qué distancia? Es muy sencillo: a la distancia que no permite ya distinguir la nariz de Cleopatra. " ¡ L a ha pal-ma-do! – El maestro se asía la cabeza, mientras el mundo le daba vueltas. No quería creer lo que le había balbuceado su secretario, al que se le había dibujado una mueca de horror. Su mejor amigo, mujeriego, bebedor y fumador también, Giacomo Puccini , uno de los últimos genios , que se resistió al influjo centroeuropeo de la dodecafonía, por la que orbitaba la música de entonces, había muerto. Arturo Toscanini arrojó entonces al foso la batuta, desdeñosamente.  Una revisión rutinaria en Suiza, con el fin de controlar los dolores que se le arregazaban a la garganta de su colega, Giacomo . Qué había partido con su hijo, en tren, y a medida que se alejaba, a Arturo Toscanini le sobrevino un presentimiento, que se reservó para él, pero que desafortunadamente se cumplió.  ¡Nunca

Lorca y la Xirgu, amor en la escena.

  A rdía en celos, sobre todo de incomprensión. La diva lo habría querido para ella sola, pero le constaba que coqueteaba con la Membrives . Bodas de sangre debía haber figurado en su repertorio y por el contrario, su querido  Federico García Lorca  se la había vendido a la compañía de Josefina Díaz . Entretanto, el bonachón de Josep, su marido, renegaba con indulgencia sobre cualquier motivación oscura,  que llevase a Federico a hacerle un gran vacío.  -Margarita, querida, si le quieres, déjale ir. - Y con tono doctoral. - No hay ninguna conspiración en contra tuya por parte de nuestro Federico.   - Si, pero desde aquello.  La grandísima Margarita Xirgu. La diva del teatro dejó que sus ojos aguados, se bañasen en añoranzas. Esa obra imposible, con tantos saltos en el tiempo, un jugador de rugby.   Su sexto sentido le decía que la cuita   tenía su origen en ese bodrio: Así que pasen cinco años . Una acción que botaba en el tiempo y con unos virajes imposibles en la trama. El joven

La Fornarina

L e alcanzaba un presentimiento, que se cernía lóbrego sobre ella, cada noche,  cuando  finalizaba la función. En forma de un dolor de cabeza que le aquejaba, y guardaba entonces sus ojos deliciosos, para un infinito indeterminado. Diálogos con Thanatos, de lo más íngrimos, pero era imposible sustraerse a su entorno. Una albórbola continua. Abrió entonces su representante la puerta de su camerino, con mucho brío, para decirle que había estado magnífica, con mucha vehemencia. - Cada día cantas mejor, muchacha. - Aplaudió, mientras agitaba sus párpados pesados. Le estampó dos besos en sus carrillos, para partir enseguida, a controlar a los miembros de la prensa, que le habían pedido turno de entrevista a la estrella del cuplé. Y se peleaban por sacar algo mollar de la mujer del momento.  La musa del arroyo, la Fornarina,  la gran cupletista. La Fornarina rodeó en aquel instante con los ojos,  las flores, los telegramas de admiradores, los bombones, y suspiró. Un ricachón, que le envió u

La versión Browning o el antiprofesor.

  A ndrew Croker-Harris es un profesor atiplado, que hojea imperturbable los trabajos de sus alumnos. Espigado, encorsetado tras unas gafas que se vuelve a enhorquetar, en medio de un silencio sepulcral que gobierna todas sus clases. El venero de sus ojos claros reluce fríamente tras los quevedos. Es fuego mortal, que se convierte en frustración en sus alumnos, quizá porque arroje por ellos el desencanto, que siente él mismo. Sin embargo, dibuja en el aire seguidamente las reflexiones que ha aprendido como una letanía.  - Siento decir, que deberán repetir sus traducciones. Ni de lejos se acercan a lo que han de parecerse - Se sujeta las gafas, sus papilas se quedan sin líquido. - He descubierto desparpajo, pero un maltrato a los grandes clásicos, que todavía debieran seguir inspirándonos. Tenemos que respetar el pasado y no ultrajarlo.  Las caras de angustia se reflejan en sus epígonos, pues nada alcanza la perfección añorada por el profesor. Al final de la clase, les recuerda, que se