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Mostrando entradas de enero, 2018

Sombras sobre Berlín

U na deliciosa trama, por oscura, la que nos cocina Volker Kutscher   en Sombras sobre Berlín , con la que inicia una saga detectivesca de tanto éxito, que ha traspasado la pantalla de nuestros televisores con una serie maravillosa, Babylon Berlin . Aunque suene paradójico no lo es tanto; a los amantes del género negro, las  relaciones de los personajes, llenos de sombras y de misterio, junto a la sordidez de la historia, nos embruja desde las primeras líneas. Torturas, sangre que luce sin veladuras, mientras el dolor nos recorre salvo que tengamos escamas, pues las escenas no ahorran un ápice de detalles escabrosos. Nos encontramos en los inframundos del Berlín más canalla, de una década de los Veinte que acaba, para alumbrar unos años treinta todavía más vertiginosos. Allí, Gereon Rath , un comisario de policía que llega rebotado de Colonia a la Comisaría Central de esta ciudad, se transforma en todo un  funcionario insobornable. En este sentido, podemos decir que Sombras sobre Ber

El señor Voynich

A ver cuándo nos arreglan el tejado.- Bufó aquel ser envuelto en ropajes que desprendían mucho hedor. El caballero alzó no obstante su sombrero a guisa de saludo.- Pasamos un frío de la leche, señor.- Siguió venteando el giboso sus desdichas, en un inglés que solamente farfullaba. En el Colegio de Jesuitas de la Villa de Mondragone, Fray Basilio era el único que chapurreaba la lengua de Shakespeare. Pero tanto tiempo metidos en disquisiciones teológicas, para que llegase aquel extraño con aires de erudito. - No se preocupe que podemos hablar el italiano.- Le dijo conciliador el extranjero embutido en un gabán de buen paño, que transmitía calor con sólo mirarlo. Y el monje comenzó a reír como una criatura mitológica; una gárgola, que anquilosada más que en un amarillo, era un jaramago que cubría toda su piel. El foráneo le golpeó en la espalda para que no se atragantase.- ¿ No puede parar? ¿Qué le hace tanta gracia de lo que le he dicho? - Todos vienen a lo mismo, a saquear a la