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Mostrando entradas de agosto, 2020

¡Despierta, Walter!

H abía dejado de tener fe. Lisboa sonaba demasiado lejana y muy hermosa, con esas luces que se habían apagado en el Viejo Continente por culpa de los bombardeos. Una Antártida inexistente o el ideal de la Atenas en sus esperanzas. Le hablaban, de vez en cuando le daban palmaditas en un rostro, con aquellas dos oquedades que se refugiaban en ningún horizonte. Unas lágrimas que adornaron el gesto de un auténtico desconsuelo. Sin duda, agradecía esa bonhomía cándida de la acompañante. - Nos tomaremos un café en el A Brasileira, maestro. Ya verá cuando nos sentemos en su terraza. - Brillaron los ojos dulces de la amiga, quizá recreando esa escena de un futuro posible y alentador. - Allí se sentó un  Fernando Pessoa . - Los labios de Lisa Fittko musitaron seguidamente uno de los poemas del vate luso.¡P obre vieja música! El A Brazileira, café mítico donde los haya, sueño de exiliados y de errabundos.  Aunque quizá al moribundo ya no le emocione ni la música. ¿Qué escuchaba él de pequeño?

Rififi

U na de las primeras escenas de este formidable noir francés de los años cincuenta, nos pone enseguida sobre la pista. Son los belfos alabeados de pura desidia, un cigarro que pendía de ellos, mientras escuchaba con desdén todo lo ocurrido en su ausencia con un gesto duro, que el gran Jean Servais adornaba de todo el escepticismo del mundo. El personaje al que da vida,  Tony le Stéphanois,  se había comido toda la condena, sin inmutarse. Era lo que tenía que hacer, pese a que haber callado los nombres de sus cómplices en la comisión de un  atraco, le hizo pagar con más cárcel su silencio. Cinco años concretamente daban para mucho. Hasta Mado, una muñeca blonda de grandes labios rojos,  con la que se había ilusionado y quería formar una familia, se había buscado la vida encontrando cobijo en el adversario de le Stéphanois.  Tony, por despecho, como veremos más adelante, se lanzará de nuevo a una vida al margen de la ley. Ama a una mujer, que durante su tiempo en presidio ha rehecho su

Pagliacci

I maginemos unas muñecas rusas. Una metida dentro de otra, desprendiendo la magia de muchas realidades, que viven envueltas en más y sucesivas realidades. Con esa mística, a los quince años me demoraba en hondas reflexiones, con uno de esos juegos de muñecas rusas. El polvo atravesado por rayos de sol, danzaba en torno mío.  Para llegar a la conclusión, de que nuestro universo podría ser una mota de polvo dentro de múltiples realidades superiores. Así, los veristas sin llegar a esa realidad imbuida en varias " verdades ",  creen que la realidad es como un escenario. Un teatro, dentro del teatro de la vida. No pocos autores habían llegado a semejante colofón, sin embargo, los veristas iban mucho más allá, y en sus representaciones, el público formaba una parte más de la obra. En algunas de ellas, los cantantes se mezclaban con los espectadores, les preguntaban por su dilema, normalmente amoroso.  Ruggero Leoncavallo, el magistral músico italiano Por eso hoy nos lanzamos a expl

Oh Capitán, mi capitán.

T odavía recuerdo aquella mañana, en la que mi existencia experimentó un vuelco inesperado. Uno de los clientes más acaudalados de mi bufete, se había presentado en nuestra granja con fiebre, la cara mancillada y grisácea. Una vez traspasada la cerca de mi granja, le abandonaron las fuerzas y se cayó cuan largo, para hundir su cabeza en la hierba. En la distancia, nos pareció a mi hijo Joe y a mí, que quería decir algo , quizá un nombre. Corrimos a su lado, dejando las azadas caer en el suelo. Soy abogado y encuentro en el ejercicio vigoroso, una excusa para retomar aire en mis pulmones, sobre todo, cuando un caso se complica. En aquellos días, los estatutos de la sociedad minera me estaban dando muchos quebraderos de cabeza, de tal forma, que me refugié un par de días en la hacienda que nuestra familia tiene a las afueras de la ciudad.  Enseguida, le dimos la vuelta, para toparnos con una careta  avejentada ; un pergamino y sin embargo, no escondía la familiaridad que me producía la e

Cuando Alvin encontró a Sally

Definición de espejismo. - “Imagen, representación o realidad engañosa e ilusoria. ” S ubí al  desván de la casa que había añorado durante tanto tiempo. En un pináculo de la isla de  Menorca, que permite contemplar toda la bahía, soñaba con quedarme con ese instante para siempre, cuando el ocaso poniéndose lentamente, gana toda la línea del horizonte. Firmado el contrato de compraventa con los antiguos dueños, las herencias tienen muchos tiras y aflojas, que me llevaron al desespero y a la congoja de perder el preciado bien, me pudieron las ansias de poner orden en la casa. Ni siquiera las telarañas y el polvo que se había acumulado, me desalentó. Quería poner orden enseguida, por lo que ascendía por las escaleras pinas al desván. Recuerdo que resonaban los peldaños de madera, hasta que por fin abrí la puerta. Lo que más me sorprendió de lo que avistaron mis pupilas, fue la escasez de cachivaches, que desde luego, no estaba en consonancia con el caos reinante en el resto de la casa.