Una de las primeras escenas de este formidable noir francés de los años cincuenta, nos pone enseguida sobre la pista. Son los belfos alabeados de pura desidia, un cigarro que pendía de ellos, mientras escuchaba con desdén todo lo ocurrido en su ausencia con un gesto duro, que el gran Jean Servais adornaba de todo el escepticismo del mundo. El personaje al que da vida, Tony le Stéphanois, se había comido toda la condena, sin inmutarse. Era lo que tenía que hacer, pese a que haber callado los nombres de sus cómplices en la comisión de un atraco, le hizo pagar con más cárcel su silencio. Cinco años concretamente daban para mucho. Hasta Mado, una muñeca blonda de grandes labios rojos, con la que se había ilusionado y quería formar una familia, se había buscado la vida encontrando cobijo en el adversario de le Stéphanois. Tony, por despecho, como veremos más adelante, se lanzará de nuevo a una vida al margen de la ley. Ama a una mujer, que durante su tiempo en presidio ha rehecho su vida. Marie Sabouret interpreta a una cocotte bellísima, a la que azota en su desvarío, como reproche a 'su deslealtad' . - Pero Tony, tú lo sabes. Una muchacha como yo, sin protección, no puede durar mucho tiempo en los bajos fondos.
- Lo que te va es el lujo. Ambos lo sabemos. Mientras las cosas me iban bien.
- Nunca amé a nadie más que a ti.
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El gran actor belga, que con una mirada, lo decía casi todo. |
Por supuesto, ese largo tiempo entre rejas durante el cual había reflexionado, le permitió saber qué viejas deudas cobrarse. Acudió a la casa de un amigo y compinche de sus viejas correrías, leal, que le agradeció su silencio, y que vivía una vida de estricto burgués. Tras esa fachada, con un niño pequeño que adoraba a su padre, Tony también habría añorado ese hogar que nunca tuvo. Quería rehabilitarse, sin embargo, sus antiguas compañías comienzan a tejer una tela de araña, con la que le embelesan para que torne a las andadas. Era uno de los mejores organizadores de robos, y sabían por un soplo, que en una de las casas de joyas más importantes de todo París, había llegado una colección que quizá valga muchos millones de francos. No será la codicia la que le empuje a cometer el delito, ni un panorama dorado por la fortuna que supondría el botín, sino el desengaño amoroso con Mado.
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Cartel japonés de la película. |
La banda se abalanza hacia las joyas, grabando Jules Dassin una de las escenas canónicas de un atraco. No nos extraña que a Francois Truffaut le fascinase esta película, que consideraba la mejor de todo este género . Meticulosamente, fotograma a fotograma, minutos de tensión en los que realizan un butrón, abren la caja fuerte para hacerse con "el tesoro", que les permitirá vivir como reyes el resto de sus vidas. Son más de veinte minutos, absorbentes porque nos reconcome la tensión. No obstante, una vez satisfecha la meta de los hampones, los ojos y el arqueo de cejas, demasiado taciturno del Stéphanois, nos pone en alerta. Intuimos algo de la fatalidad que vendrá después. Es absurdo cantar victoria, pues en ese punto comienzan las dificultades. A partir del atraco, y su éxito, se cierne la desdicha sobre el grupo de ladrones. Un miembro indiscreto, pondrá a la banda rival sobre la pista. Lucha de clanes rivales, que tiene un colofón sublime, de las escenas más chocantes de la historia del cine, que te mantienen en tensión hasta que la pantalla se funde al negro.
El director de la cinta Jules Dassin, fue uno de los diez purgados en el conocido proceso llevado a Hollywood en pleno Mcarthismo. Una caza de brujas que carecía de sentido, y que fue posible por el miedo, ese sentimiento intangible que nos convierte en inquisidores, y que trajo a Europa a enormes talentos como es el caso. Si algún lector se ha quedado con ese punto de duda, que abriga en la punta de la lengua, ¿qué significa realmente Rififí? La magnífica Magali Noël nos lo aclara con su magnífica voz.
Esta crítica hay que comentarla después de haber visto de nuevo Rififi, pero no lo puedo hacer, maestro. La vi hace muchísimos años y la tengo remotamente en mi retina y en mi memoria. Tu sinopsis me ha parecido precisa, pero no solo precisa, sino extraordinariamente sugerente. Casi he podido verla en la imaginación de nuevo con la tensión del día del atraco mediante el butrón, y luego de pensar que nadie se vaya de la lengua y los haga caer a todos. Tiene todos los elementos para ser lo que fue, una obra maestra del film noir, sobre la que no se puede decir mucho más sin volverla a ver. En 1958 hubo un remake italiano de Mario Monicelli con Vittorio Gassman como protagonista. Creo que esta la he visto más recientemente. Atraco a las tres de José María Forqué es la versión española, paródica, de este atraco que en ese caso les sale totalmente frustrado, una interpretación plenamente hispana. Un abrazo, maestro.
ResponderEliminarLa película de Forqué Atraco a las tres, y sus personajes, me inspiran ternura. Hasta el origen del enredo que les lleva a cometer el atraco, nos enternece. De la versión de Monicelli,Joselu, desconocía su incursión en este género, pero me encantó su alegato pacifista, La Gran Guerra, con dos portentos de la interpretación como Sordi y Gassman, con la concupiscente Mangano. Me has creado la necesidad de recrearme con esa versión italiana de Rififi. Luego, leí que había una Rififi en la ciudad con el monstruo de la actuación, Fernan Gómez. Desconozco cuál es el vínculo con la versión francesa. Yo llegué a este clásico, por Truffaut, que la escogía entre sus películas preferidas. Y como me gusta el cine negro, la carambola estaba hecha. Me sorprendió lo bien narrada que está y que dentro de unas tramas manidas, Dassin saca vetas que nos fascinan. No he visto un final como el de esta película. Otros más efectistas, apenas nos impactan.
ResponderEliminarYa no me hace falta ver la película. Está tan bien narrada en esta entrada, que prefiero la sinópsis al film.
ResponderEliminarGracias
salut
Muchas gracias, Tot, el escriba de los dioses y de Barcelona. Es una delicia, leer tus post sobre una Barcelona que no existe, pero que existió y la rescatas con tus atisbos de lucidez y esplendidas historias.
EliminarEn cuanto a este noir francés, falta el elemento central de la trama, que tensiona la historia hasta contornos, que te remueven en el sillón. La banda rival hará todo lo posible para hacerse con el botin. El final es antologico. Lo que se cuenta en la entrada, es una guía algo menos que escuálida de lo que ocurre en la pantalla. Para mi es una obra maestra del género. Decir que es la mejor como dice algún crítico, no lo tengo tan seguro. Gracias de nuevo y salut.