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El hombre de Piltdown y el prodigioso Doyle.




Sin duda alguna, Sir Arthur Conan Doyle resulta uno de los escritores más enigmáticos y paranormales de la historia de la literatura. Su nombre se asocia a uno de los mayores fraudes de la arqueología, el Hombre de Piltdown, que entrevera buenas dosis de misterio con una trama sorprendentemente burda. En cualquier caso, Doyle  había abrazado con fervor las teorías espiritistas tras la muerte de su hijo Kingsley, por neumonía mientras combatía en la Gran Guerra. Es curioso que el propio escritor a la edad de cincuentaicinco años quisiese alistarse alegando por carta que todavía conservaba una voz audible y un cuerpo recio. Pero a raíz de la muerte del hijo, Doyle afirmó que hablaba con los espíritus de igual forma que con los vivos. A su alrededor sentía la presencia de Kingsley como la luna gira en torno a la tierra. ¿ Habría perdido la cordura? Esta pertinaz visión de un más allá que podríamos calificar de más acá, le enfrentó a su querido amigo, Harry Houdini (1), el conocido escapista que se había convertido en toda una celebridad de la época. El místico judío llamaba farsantes a los médiums y espiritistas, contra los que emprendió una verdadera cruzada. Si alguno demostraba de forma fehaciente que tenía poderes sobrenaturales, el mago judío le daría una buena recompensa. Todo surgió según algunos testimonios cuando en una sesión con una medium, ésta trasladó a Houdini un mensaje en inglés de su madre fallecida. La mujer emigrante apenas chapurreaba una mezcla de alemán y yidish, por lo que la desfachatez de la espiritista encendió los carrillos de Harry que tuvo un acceso de ira. Curiosamente una serie de televisión reproduce los avatares de la amistad de ambos.


Los implicados o afectados en el fraude, analizando
el que creían colosal hallazgo
De John Cooke -
http://blog.geolsoc.org.uk/2012/12/13/a-tale-of-three-meetings/geological/
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23251973



Con todo, nos escaparemos por otros derroteros de la vida de Conan,  a fin de evitar cierto repelús en los lectores, aunque puede que removamos aún más sus entrañas. Sabemos que fue un escritor genial y peculiar a partes iguales, padre de Sherlock Holmes y del Sabueso de los Baskerville, debido a su profesión de médico detallaba con precisión cada uno de los casos de asesinatos que resolvía el detective en sus novelas. Unos conocimientos de anatomía, que a algún orate, o quizá con algún hecho indiciario, le hizo sospechar de él como uno de los posibles Jack el destripador. No  en vano, el asesino en serie tenía gran pericia con el bisturí, puesto que diseccionaba órganos sin desgarrar miembros solidarios. ¡¡¡ No nos imaginamos la amargura que los espíritus de las meretrices provocarían en Doyle, para el que no había más allá ni más acá, todo estaba entremezclado!!! Suponemos que perseguirían al escritor por su presunta vesania hasta los lugares más recónditos. Nosotros nos negamos en rotundo a fabricar semejante especulación, con el objeto de vender libros (ver entrada de misterio y miedo   donde se trata esta hipótesis más detenidamente). De hecho, hay más de un centenar de teorías acerca de la identidad del asesino, a cada cual más peregrina. En este caso y en el de Piltdown ( en el que no se pudo hacer el test del carbono 14 isótopo descubierto en 1940), los investigadores se toparon con las limitaciones de una ciencia todavía demasiado embrionaria.






El gran Arthur Conan Doyle una vida para la
literatura y llena de misterios.
De Arnold Genthe - PD image from
http://www.sru.edu/depts/cisba/compsci
/dailey/217students/sgm8660/https://
commons.wikimedia.org/w/
index.php?curid=240887

Sin disiparnos en otras batallas, nos gustaría retomar el engaño de Piltdown, por donde sobrevuela también la sombra del ubicuo Conan Doyle. No tenemos claro mucho tiempo después cuáles habían sido las motivaciones para llevar a cabo el engaño, aun cuando proponemos como en un juego de Cluedo, una lista de sospechosos, con diferentes intereses. El cui prodest  adquiere tintes un tanto turbios. Dado que se hablaba de unos restos de una calavera de mentón prominente, los expertos aventuraron que la barbilla sobresaliente era un indicio de que se trataba de la evolución intermedia desde el mono al hombre, como postulaba Charles Darwin. A pesar de algunos recelos iniciales, fueron considerados durante mucho tiempo la prueba palpable de que se había encontrado el eslabón perdido, además, en el mismo Condado de Sussex. ¡Más británico imposible! Así que los habitantes de la isla hundieron con rebozo sus narices en los diarios que dispararon sus ventas porque dicho hallazgo había revolucionado a la sociedad de entonces Frente a los grandes descubrimientos que tenían lugar en Francia ( mucho más tarde, en pleno siglo XX llegaría la eclosión del gran Atapuerca), y unas Cuevas de Altamira que destacaban por su belleza, pero que arqueólogos franceses intuían que se trataba de una mala catalogación de los doctos hispanos en la materia, Inglaterra se anotaba el tanto definitivo.


Pues como decíamos, habían encontrado en Sussex la pieza perdida que permitía establecer una línea de continuidad en la evolución humana. Algún periodista sesudo de la época sublimaba el hallazgo por encima de la Troya de Heinrich Schliemann(2)  Pues a esa altura situaba el plumilla a ese cráneo  que un obrero  se había encontrado, removiendo un terreno en el año 1912. Enseguida se los entregó a un arqueólogo aficionado un tal Charles Dawson que junto a una eminencia de la región, el paleontólogo Smith Woodward, hicieron partícipes del increíble descubrimiento a la Sociedad geológica de Londres. Aparece un tercer hombre al que se dirigen casi todas las miradas acusatorias, el jesuita Pierre Teilhard de Chardin, al cual se considera el autor de la broma que  como sabemos le fue imposible parar. Una tesis poco probable, porque en 1917 se descubre un segundo ejemplar de dicho homínido, que sugiere la existencia de una población mayor. Los escépticos por esta baza del  azar que jugaba a favor de las tesis de Piltdown, fueron acallando sus críticas. Winston Churchill llamó a los ejemplares de transición a los homínidos, "los señores de la creación".


Churchill también estuvo metido en el ajo de Piltdown,
con sus frases que acuñaban perfectamente las circunstancias
De Desconocido -
http://media.iwm.org.uk/iwm/mediaLib//8/media-8244/large.jpg
Collections of the Imperial War Museums.,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=24261729



Pasaron los años, hasta que rondamos el 1953, cuando por fin se destapa el montaje de un cráneo de hombre medieval, mandíbula de gorila y dientes humanos limados, todo en un baño de cromo para envejecer los restos. Además, el fraude se extendía a los dos conjuntos de restos, el de 1912 y 1917, empleando la misma técnica, que señala la autoría de una mano única . ¡No había pieza sin manipular! El escándalo llegó a sede parlamentaria, ya que representaba el nadir de la ciencia británica, que remontaría el vuelo  con la radioastronomía algunos años después, en los sesenta (ver entrada del Azogue del LGM1 ).   El hombre de Piltdown nos enseña muchas cosas. En primer lugar, el científico no debe dejar contagiarse por un entorno de euforia. Lo que sorprendió al observador que desveló el entramado y propició el análisis del carbono catorce, fue el encaje de la mandíbula en el cráneo, demasiado chapucero. En su momento se habían desdeñado estas mismas observaciones por parte de otros científicos y las acusaciones de falsedad como una anatema. Es verdad que el estado de la ciencia no permitía grandes alardes técnicos, sin embargo, una observación fría del material hubiese hecho llegar a las mismas conclusiones que en el año 53. A Conan Doyle le metieron en la rueda de sospechosos habituales por sus enredos paranormales: hemos de tener en cuenta que vivía a pocos kilómetros del "yacimiento" y que desde el primer momento tuvo un vivo interés por el homínido ¿Habría tratado de ponerse en contacto con él, a través de una sesión de espiritismo? Por último, fue tal el desprestigio de los científicos evolucionistas, que muchas asociaciones de creacionistas se aferraron a este engaño, y a los juegos de intereses que presionan para que la verdad tarde en aflorar, a fin de tejer una teoría conspiratoria en torno a Piltdown y todo el darwinismo.





(1) Como malévola curiosidad personal, decir que de joven me motejaban el gran Houdini. Perdón por esta alusión tan personal. De farra, de pronto, había un momento que todos se preguntaban que dónde estaba Muna. Desaparecía en medio de la noche sin decir ni mu, rumbo a lo desconocido, y con el mayor misterio. Hablando del mago judío, como buen abuelo cebolleta y eso que tengo poco más de cuarenta años, recuerdo a los jóvenes que no jueguen a lo de golpearse en el abdomen - no soy médico. El final dramático que en uno de sus juegos, pidió al que llamaban hombre más fuerte del mundo que golpease su vientre. Unas horas más tarde, el increíble ilusionista padecía fuertes dolores estomacales que se fueron complicando, hasta que se reunió con su querida madre por peritonitis. Esperemos que nos aclare dentro de muchísimo tiempo si en este caso se puso en contacto con su venerada madre. No es un misterio que nos corra mucha prisa saber. Es un personaje por el que siento predilección, pues su nombre me evoca a aquellas noches de escapismo - si podía ser acompañado mejor- en las que improvisaba las últimas horas de oscuridad.


(2) ¿Les suena la historia? El tendero alemán enamorado de la cultura clásica, y que leyendo precisamente a los clásicos, llegó a los pies de la mítica ciudad griega, que se habían disputado seres casi mitológicos, y que incluso el mismo Heródoto hubo recitado casi de memoria hace unos cuantos miles de años. Sí, Homero era más antiguo todavía, aunque todo lo griego nos suene a la misma época.

Comentarios

  1. Buen artículo, interesante. Y me gustó el toque de humor.
    Lo del destripador se lo quisieron cargar también a Lewis Carroll, que más que de destripador tenía pinta de necesitar vitaminas el hombre, con ese aire lánguido y paliducho suyo (conste que me encanta su Alicia y otras cosas que escribió).

    Creo que la peritonitis de Houdini fue porque el estudiante le golpeó por sorpresa, antes de que él preparase el cuerpo para encajar el golpe bien.

    Conocía la historia del hombre de Piltdown y su conexión con Doyle. El creacionismo sigue usando esa estafa del puzle de huesos para intentar desacreditar a Darwin hoy día.

    En cuanto al espiritismo, las famosas hermanas Fox estandarizaron el negocio y llegó a haber más de 40.000 médiums en EEUU. Ellas inventaron el código para comunicarse con espíritus, bien sencillo: un golpe era sí, dos golpes era no.

    Aunque luego confesaron haber fingido los golpes de los supuestos espíritus haciendo crujir los dedos de los pies (nunca entendí eso, no es lo mismo crujir un hueso que dar un golpe seco).

    Justo estaba pensando escribir una historia de fantasmas. Y no me refiero a las hermanas, que también lo eran...

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  2. Es curioso,porque hace mucho escribí un dossier para una revista de historia-ocupa unas 7-8 páginas y para el formato blog,se me hace demasiado largo.Llevo semanas dándole vueltas para ahormarlo a lo sumo a dos paginas.Cómo a los hijos,mochar partes es como amputarle miembros a tus queridos retoños.La lista de sospechosos es colosal y las teorías,no digamos.

    Respecto al espiritismo,recuerdo una novela muy entretenida cuyo titulo se me escapa en las nebulosas de la memoria,en la que una brigada entera que había desaparecido creo que en la Batalla del Somme.Como se alistaban en manadas,todos los muchachos de una localidad habían muerto.La gran mortandad de la Gran Guerra y la mal llamada gripe española,supuso un nuevo auge para el espiritismo.Pues los familiares y las madres sobre todos de aquellos muchachos,querían contactar con ellos en el más allá.Sería patético si no fuese tan dramático.Me hubiese gustado releerla,aunque creo que aquel ejemplar desapareció en una casa que teníamos en la Sierra.

    En cuanto a las picaras hermanas Fox,como su apellido dice,eran demasiado zorras,si bien en su acepción de astutas.Esta tarde me paso a leerte por tu blog,a ver qué sorpresa nos tienes preparada.La idea de los espectros es muy interesante para un relato.En mi familia tenemos anécdotas graciosas con la Ouija.Hasta Napoleón se dignó a hacernos una visita para quejarse amargamente de la indolente Josefina.Por cierto,hacer pis mirando la Gioconda debe ser una gozada.Miguel Bosé,comentaba que era un placer hacer aguas con la sombra de su padrino Picasso y de uno de sus cuadros.Eso era el arte en los cataplines aunque no de frío.Un abrazo y te leo esta tarde.No me avances nada,voy con antifaz a enfrentarme a la sorpresa....

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  3. Perdón,el dossier,era referido a Jack El Destripador.

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  4. Perdón,el dossier,era referido a Jack El Destripador.

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    1. Cuando se trasladaron las obras del museo del Prado en la guerra civil (lo cuenta Alberti en la Arboleda perdida), el Cuadro de las lanzas terminó temporalmente en el salón de un aristócrata, que puso ese capricho como condición para guardar el resto de obras en su casa. Mucho mejor que un tapiz con ciervos cualquiera, desde luego...

      La extensión del dossier pues no sé... yo al formato blog no le hago mucho caso, mismamente lo que acabo de publicar es un relato muy largo.

      Saludos.

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  5. Es que en una revista,permite desgranarlo en subapartados y normalmente se lee a retazos.En un blog se hace demasiado especioso.Un relato luce diferente,aunque yo he considerado en alguna ocasión,para no abrumar al lector,dejarlo colgando en pdf.He leído la primera parte,Clark Butler y he disfrutado porque sale a relucir el humor del Bonifacio que sospechaba.Cuando salga del trabajo por la tarde,acometo el relato.Por cierto,eres un provocador....en los tiempos que se estila el microrrelato,como dijo un escritor famoso,una eyaculación literaria precoz,te marcas un buen relato.Como debe ser,la literatura exige algo premiosidad y elaboración.Luego te comento más cosas en tu blogs.Saludos y cuidate.

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  6. Gracias por leer y comentar. Lo del pdf es una buena opción, sí. De hecho, otro cuento largo que escribí lo tengo así en mi blog y quizá lo haga con más, incluido el último.

    Saludos.

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    1. Lo digo,porque yo suelo llevar ebook,y sería más cómodo leerlo mientras viajas en transporte público que encender el ordenador o dejarte la vista con el móvil.En mi caso tengo relatos de otra época,que resultaría más cómodo leer en un formato y con un instrumento más acorde para una lectura reposada.Un saludo,Bonifacio.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Excelente artículo, amigo Sergio, lo lee uno de un tirón por su interés, amenidad y, ese toque de ironía, que, a mi parecer, hace muy bien al conjunto, pues humaniza bastante a los personajes,
    qué, en el fondo, son como cualquiera de nosotros, con luces y sombras... Felicidades!!!!
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, maestro. Si, eso es lo que quieren destacar estas entradas, la humanidad de creadores que llenaron de entretenimiento nuestras tardes de tedio. No vienen de Marte, desde luego. Y Conan Doyle no paró quieto, aparte de regalarnos un inmenso legado creativo.

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