Había perdido el tren de la historia, definitivamente. Convertido en una apuesta al vacío, fumaba esos cigarros que apestaban, después de comer, y se aislaba en su amargura, mientras saboreaba la borra del café. Ambos se los había prohibido su galeno, pero qué importaba nada, en aquella jaula dorada. Entonces, Nadezhda Krúpskaya lo miraba con melancolía, por ese suicidio lento que la privaría de su marido, inexorable como el muro de silencio que se erigía entre los dos, ocasionado por las frustraciones de Vladimir Illich Uliánov, más conocido como Lenin. Aunque en el batifondo de una urbe serena como Zúrich, corrían rumores. Despiadados para el santón del comunismo.
El libro de Noguez sobre el oscuro líder comunista. |
- Lo vi, se lo juro, allí estaba. - Dijo un desmañado pintor, llamado Marcel Janco. Era él, era él, le impelió su interlocutor, que le rogó que contara.
La especie que corría era que al líder de los bolcheviques, le atraían los cantos de sirena del Cabaret Voltaire radicado en en el número uno de la Spiegelgasse, lugar de encuentro de los dadaístas. La pareja de disidentes rusos vivía en el número nueve o catorce y le llegaban los reverberos de zarabandas, así como el olor a salchichón de una fábrica cercana. Lenin observaba aquella grisalla menestral con la frialdad del científico de la historia. Según el señor Janco, aquel matrimonio de rusos que parecían por sus apariencias, dos fieles apegados al antifonario eclesial, sin embargo.....
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Marcel Janco, el famoso pintor rumano. |
Un literato francés, un tal Dominique Noguez, muchos años después, por esos sarcasmos de la justicia poética, en 1989, creó el mito haciéndolo coincidir con la caída del comunismo, fecha de publicación de Lenin Dadá. Para cualquier mito, era preciso un encuentro del que había varios testimonios y por tanto, una constancia oral. Allí, en el vecino Café de la Terrasse de Zúrich, el exiliado ruso jugaba frecuentemente al ajedrez. No movía un pie ni una pieza más allá de ese café. Nadezhda, su mujer, arribaba desconcertada allí con su falda de estameña roja y unos senos que retozaban en una blusa blanca. La mujer temía que la gendarmería suiza se lo hubiera llevado detenido con acusaciones de desorden público.
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Nadezhda Krúpskaya, la esposa de Lenin. |
- No hay nada más peligroso y subversivo que las palabras. - Albergaba algo de razón el fiscal suizo que andaba a la zaga de su marido. El miedo y ese aura triste , que dicen que acompañaba también a su esposa, Nadezhda, se difuminaba al llegar al Terrasse que era una especie de speakeasy zuriqués. Un bar de secretos ignotos, valga esta anotación sino a pie de página, creemos que oportuna. Ese vocablo surgió a raíz de la Ley seca en EEUU, de forma que todas las urbes tenían su bar secreto y lo siguen teniendo. El Terrase, como decíamos, tenía un grado superior, que resultó ser el Cabaret Voltaire. Nos faltaría por ende el nexo entre ambos locales.
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Un speakeasy, donde beber o lugar más tarde, de increíble magia |
Aquí Noguez nos diría, que por favor, no nos dispersemos en innecesarios detalles. Esos testimonios aseveraban que Tristan Tzara concurría a ese mismo bistró, el Terrasse y dejaba enfriar el café, para que la minuta de la vida en Zurich, no se elevase. Una ciudad insoportablemente cara. En más de una ocasión, sus miradas se entrecruzaron, Lenin de un lado, Tzara de otro, el inevitable encuentro se hacía más que plausible. Como dos pistoleros/ o dos boxeadores a cada esquina del cuadrilátero que medían sus fuerzas en la distancia. Cuando Tzara no escribía en su cuaderno, rápido, para que no actuase el Superyó sobre el subconsciente. La denominada escritura automática con la que actuaba sin filtros previos. O bien leía las partidas de José Raúl Capablanca, el gran maestro de Ajedrez, en el diario que manoseaba mientras sus labios daban señales de asombro por los ingeniosos ardides del llamado Mozart del ajedrez.
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Tristan Tzara, el artista en gran parte incomprendido. |
Llega por fin la tarde desangelada, según las narraciones de Noguez, en la que en lugar de pasear por el lago de Zúrich, Tzara se acercó al banco del Cafe de la Terrase donde se apostaba Lenin, para jugar una partida. A raíz de esa partida, no sabríamos decir quién ganó, así que firmaremos unas tablas entre estos dos personajes de la historia, Noguez atribuyó una invitación formal para que el adusto político ruso acudiese al Cabaret Voltaire. Dadá, no sería más que dos veces un sí en ruso, que era uno de los latiguillos del comunista, que no confiaba en nadie. Aunque tanto Hugo Ball como Tzara afirmasen que precisamente Dadá no significaba nada. Que era igual de azaroso, que salir a la calle y disparar al azar.
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Capablanca, en una partida simultánea contra treinta jugadores. |
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Telegrama Zimmermann. |
Aquel bar de Zurich, lugar de refugio de todos los emigrados de todas las especies y países, fue donde Tzara y Arp abrieron el diccionario. Habían más, sí, pero ellos eran diestros en el manejo del mamotreto, y al azar abrieron por la palabra Dadá; en su manifiesto aquello de: "No estamos contra los sistemas; el más aceptable de los sistemas es no tener sistema alguno".
ResponderEliminarEn ese contexto, el dadaísmo sólo empleaba el elemento destructor de las jerarquías, no ya morales, sino intelectuales, pues su misión, como esa guerra que asolaba toda Europa, y que ya llevaba casi un par de años, era sembrar el principio de la irracionalidad por la irracionalidad.
Quizá, en busca del azar, como diría Juan Eduardo Cirlot, del "sentido del atentado", los dadaístas se entretenían realizando "papiers collés" proclamando aquello que representar (imitar) era falsificación.
Mientras la guerra continuaba, los dadaístas se dedicaban a desarticular las formas mejor que organizarlas.
Dicen que el dadaísmo en un primer momento fue un movimiento subversivo, pero fue algo más, fue imaginativo, anarquizante, irrespetuoso dentro de sus formas, antidogmático y artístico. No cercenó ninguna de las posibilidades de ningún presente, y no censuró absolutamente nada, pues nada era lo que quería decir la palabra Dadá.
En realidad, el dadaísmo se interesó por el arte como un medio provocador, que les permitía enfrentarse al sentido común, a la religión, a la ley, a la moral y a cualquier ortodoxia artística del momento.
Quizá por ello el local, Cabaret Voltaire, fue cerrado por las autoridades tras las feroces críticas al orden burgués imperante.
Hay cosas intocables, y aquella era una de ellas, el orden burgués.
Es curioso, el orden burgués, tan fuertemente denostado y no es demasiado presumir, querido Tot, que el espacio que dejó junto a su antagónico marxismo, fue ocupado por ideologías promocionadas por la alta burguesía, como Peggy Guggenheim. En la que la realidad se invierte o simplemente no existe. Quizá fuese menos caótico el Dadá, con ese azar destructor de cualquier racionalidad. Un saludo, Tot.
EliminarSin olvidarnos, hablo de la burguesía, como bien señalas, de Gertrude Stein (o Alice Toklas), que merodearon los ambientes del barrio de Montparnasse , sin escapársele ninguna joven promesa.
EliminarDicen las malas lenguas que la señora Stein, marchante a la sazón de Matisse, compró todos los cuadros de una exposición de este último, dado que al llegar el último día no había vendido ninguno. Matisse, envalentonado, le pidió un interés más elevado en comisiones, la señora Steín le llevó a un cuarto donde tenía toda su obra a buen recaudo.
A la mañana siguiente, la prensa dedicaba toda una página a aclamar la obra del fauvista, y del gran éxito conseguido al vender todos sus lienzos.
Un abrazo, mi apreciado Sergio
No sabía nada la Stein, con ese olfato que se convirtió en historia del arte, Tot. Bueno, de esas argucias mercantiles, hay una florida historia en las ediciones literarias. No sé si maledicentes. Como cuando aseveraban que había algunos editoriales que compraban toda la primera edición de autores consagrados, normalmente de una tirada más exigua, para que el libro creciese en ventas rápidamente. Es un truco viejo, aunque a veces puede ser hasta contraproducente. Como les ocurrió a muchas compañías que en el crack de bolsa del veintinueve, recurrieron a compras masivas de su valor, con el fin de sostenerlo en el mercado. Pero en semejante tesitura, de desbandada de inversores, fue su gasto y su inversión como lágrimas en la lluvia. Un saludo, gran Tot.
EliminarPor poco que puedas, SERGIO, hazte con un libro, el de edición de bolsillo es económico, titulado Autobiografía de Alice Toklas. Allí explica todas las andanzas con los pintores impresionistas del momento. Su colección de arte impresionista, con neos y post; como fue marchante de arte de alguno de ellos y las vicisitudes que pasó.
ResponderEliminarEs muy interesante.
Un abrazo
Tomo nota,Tot,porque tiene una pinta tremenda. Muchas gracias por tus recomendaciones, siempre muy fascinantes. Me lo pongo como deberes casi inmediatos, porque el personaje me atrae muchísimo. Muchas gracias.
EliminarConocía poco o nada de la vida de Lenin antes de su marcha en el famoso tren pagado por Alemania que cambió la Historia. Cuando uno se pone a "destripar" la vida de los ideólogos políticos se encuentra, en la mayoría de las ocasiones, con gente fracasada y rencorosa. Gente que no supo ganarse la vida en muchos casos y muestra un resentimiento a quienes por azares del destino, por trabajo o por capacidad si lo consiguieron. Lenin es uno de ellos, Marx también lo fue y Adolf lo mismo.
ResponderEliminarGente gris y con carencia de escrúpulos que utilizan el hambre ajena como resorte para auparse en el poder.
Dicen, que Lenin se llevó a Rusia en el mismo tren a su esposa y a su amante Inessa Armand, mujer a la que, por lo visto, conoció en París.
No, no me gustan estos santones modernos, destilan odio y rencor.
No soy diestro en el ajedrez, mi ex si, ella jugaba muy bien. Me parece una actividad mental impresionante, visualizar tus jugadas, las del adversario y actuar en consecuencia.
¿Vencerá la máquina al hombre?, en algunas cosas ya le ha vencido, en la mayoría de herramientas ya lo hace desde hace siglos. El tema de I.A. es peligroso porque cuando dejamos que otros tomen nuestras decisiones estamos dejando nuestro futuro en sus manos y eso no dice mucho de nosotros como seres racionales.
Es un tema complejo.
Un saludo.
Qué grata compañía, Daniel. De hecho, está entrada quería ir, estaba más orientada al periplo del tren, con las tensiones geopolíticas que tuvo que solventar la diplomacia germana. Estaba casi hecha, pero se cruzó el sorprendente libro de Noguez, que me hizo virar el rumbo del asunto, como una veleta. Guardo ese periplo, lleno de curiosidades para otro momento.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en las conclusiones de estos personajes grises, que de pronto tienen una epifanía, y quieren construir una quimera con el légamo del ser humano, adolecen de esa sociopatía. La grisalla obrera, como infería despreciativamente, había dado golpes de ciego por esa forma acientífica y más emocional de abordar la lucha de clases. Con una teología y cosmogonía similar a la cristiana, prometiendo un paraíso terrenal y por tanto, materialista, que nunca llegó. Aparte de ser personas muy cuestionables en el ámbito más individual. Marx por algunos de sus comportamientos podría ser tachado de abusador y ser objeto de una cancelación, su pensamiento de hecho lo está siendo por una suerte de posmodernismo y a Lenin le seducían las meretrices, no verían al adusto ruso, me pregunto como un explotador sexual. Algunos autores, tampoco sé con qué fundamento, dicen que el dirigente bolchevique murió realmente por un tratamiento inadecuado de su sífilis y no tanto por problemas coronarios con una base en otra enfermedad. Hitler, el mayor excremento o igual a los bolcheviques, llegó a ser un mendigo y con sus frustraciones, llevó al mundo al enfrentamiento más despiadado de nuestra historia. Curiosamente, algunos de los llamados antifascistas, también dicen veladamente que el pintor austríaco no completó su faena. Qué asco me producen este tipo de manifestaciones. Que además son un fiel reflejo de que los totalitarismos, como buenos nacionalistas y socialistas que son algunos, se tocan.
Estoy de acuerdo contigo en cuanto a que la inteligencia artificial entraña riesgos pero también grandes oportunidades. Y es así como se percibe en Oriente, una sociedad mucho más realista y que prevé un futuro con recortes draconianos por la implosión de la población activa en todo el orbe, y que se aferra a la tecnología como el último tren para llegar al necesario incremento de productividad, que con una población más envejecida, nos permita mantener los estándares de vida. Aquí en Europa nos hemos lanzado a regular y regular, es uno de los problemas más acuciantes, que hemos creado una superestructura en Bruselas, que asocia sobrerregulación con protección. Yo trabajo en el sector financiero y energético, y no hay que confundir transparencia, con sobre información que mete más ruido, incrementa los costes de transacción así como la colisión de normativas que concurren y se distorsionan entre sí. Que necesitan sucesivas aclaraciones que las propias agencias de la Unión Europea tampoco tienen claras. Con la IA ha pasado algo parecido. Cuando el lugar del temor que hay que tener sus reservas no lo dudo, intentamos hacer un análisis de para qué y cómo nos puede hacer más productivos, si no queremos en un futuro más próximo, ver mermados nuestros estándares de vida, Daniel. Un saludo y cuídate.
Es verdad, mira que fue angustiosa su vida – la de Lenin- llena de destierros, exilios, huidas, rodeada de intrigas, enemigos, siempre a punto de su ansiada revolución, una y otra vez fallida, si no era por unos, era por los otros y cuando por fin lo consigue, va y le fallar el cerebro, se le reveló ¡hasta el cerebro!.. aún le quedaba mucha agonía por sufrir de Lenin, a la pobre Nadezhda, por cierto muy guapa, al menos en la fotografía lo parece… ¡qué bien dibujas estas escenas! En esa época, como dices Zúrich, era el refugio de desertores, emigrados políticos, agentes secretos, hombres de negocios de dudosa calaña y por supuesto artistas, aterrizados allí por causas diversas. Tzara y Janco estudiaban en esa localidad, al entrar Rumanía en la primera guerra mundial, se prolongó su estancia y en una de esas piruetas del destino, resulta que Lenin y su esposa se van a vivir a la misma calle, en la que de Tristan Tzara y Marcel Janco, montarían el cuartel general del dadaísmo, el cabaret Voltaire y ese otro que tb comentas la Terrasse. Existe una fotografía de Tristan Tzara jugando al ajedrez con Lenin, en un ratito que tenga te la busco, porque no hace mucho que la vi. Por cierto.. ¿ Sabes quien vivía también allí, coincidiendo con todos ellos por aquel entonces? James Joyce, acosado por las deudas, deprimido, intentando promocionar su Dublineses y en medio de todo, concentrándose en su Ulises. Su particular odisea ; ) Hay lugares que se convierten en extraños epicentros donde confluyen personalidades tan singularmente geniales, como contrapuestas. Debe ser que el genio de la creación sirve de imán. Aquí ocurrió , por ejemplo con el café Comercial o el Gijón de Madrid – tú los conoces de sobra- donde coincidían Machado o Jardiél Poncela en el primero y desde Jacinto Benavente a Pérez Galdós primero y después Lorca, Dalí o Buñuel en el segundo, no digamos el emblemático Les Deux Magots parisino, donde se reunían genios de todos los calibres desde André Bretón a Picasso, Hemingway, Sartre, Sabato hasta Jim Morrison.. Y sí, es verdad, cien años después, los mismos conflictos abiertos, sangrando sin parar y sin solución aparente, es más, parece que hoy se están volviendo dar las mismas desastrosas coordenadas que desembocaron en las dos grandes guerras, lástima que sin embargo andemos mucho más escasos de genios que entonces y que tras tantas revoluciones fallidas, a nadie le queden ganas de volverlo a intentar, salvo los antisistema, pero ellos no aspirar a imponer un nuevo orden, sólo a cargárselos todos: ) En fin, después del batacazo “ más que previsible” de a noche, en Eurovisión, a ver qué nuevo nuevo susto nos deparan las elecciones catalanas.. Si es que …¡no ganamos para disgustos xD! jaja Menos mal que tus estupendas historias -son como matrioskas- que guardan mil historias, unas dentro de las otras, nos sirven de analgésico para todos los dolores ; ) mil gracias y un abrazo grande SERGIO y que los hados - o Fortuna, como dice D.F - nos sea propicia a todos : )
ResponderEliminarEl tren que llevó a Lenin a San Petersburgo pasando Finlandia fue el mayor error estratégico jamás ideado por parte de Alemania que pretendía enviar a Lenin a Rusia para provocar el colapso del imperio zarista como así ocurrió en pocos meses por medio de la llamada revolución de octubre, que no fue sino un golpe de estado contra las recién nacidas instituciones democráticas. Y digo que fue un error porque Lenin llegó a poder e hizo la paz con Alemania cediéndole importantes territorios, lo que en principio era una derrota rusa por medio del tratado de Brest-Litovsk, pero como en una buena partida de ajedrez, el sacrificio de la dama puede ser el preámbulo de una derrota del adversario. La fama de la revolución rusa se extendió por el mundo creando un mito que llegó también a Alemania donde los partidos revolucionarios y los sindicatos promovieron la desmovilización de los combatientes alemanes y condujo a la derrota de Alemania sin haber perdido ninguna batalla importante ni haber sido invadido suelo alemán. Fue el famoso tiro por la espalda que exaltó Hitler a manos de la izquierda marxista. Quisieron enviar a Lenin para que Rusia se rindiera, pero lo que promovieron fue la derrota total de Alemania. Y, de hecho, la Segunda Guerra Mundial fue una consecuencia total de la primera, y hay quien sostiene que las dos guerras son una sola, porque Hitler continuó donde había acabado la primera e hizo firmar el armisticio a Francia en el mismo vagón donde se firmó la derrota de Alemania. Lenin era un extraordinario jugador de ajedrez en el plano de las estrategias de guerra. Perdió para luego ganar. Y perdimos todos porque la Rusia soviética ha marcado totalmente el siglo XX y sigue marcándolo en el XXI. Saludos, Sergio.
ResponderEliminarGrande María y qué generosa, porque nos envuelves con tus historias sobre la historia. No había pensado en esa deriva de los cenáculos convertidos en altares de la cultura, como el Comercial, el Pombo y otros lugares mágicos gracias a la facundia de nuestros más grandes personajes. Y como dices es lamentable que sigamos estancados en los mismos laberintos que nos abocan a salidas terriblemente sangrientas. Veremos qué nos acontece, quizá esos hados cansados de tanta violencia, enciendan una espita de luz. Un abrazo y cuídate, María. Si yo he oído hablar de esa fotografía, aunque hay algunas que circulan por Internet, que están trucadas. Tzara y Lenin coincidieron en Zúrich, así que es muy probable que sea verdadera. Joyce tuvo un periplo difícil en la literatura, antes de consagrarse como una de las referencias inevitables de la literatura mundial. Un abrazo, y cuídate, siempre esplendorosa María.
ResponderEliminarPues no lo sé si estará trucada, me refería a ESTA fotografía, al final de este artículo , ahí se ve a Tzara a la izda. y Lenin a la derecha, bostezando como un buzón, no sé si es que se estaba aburriendo soberanamente o se moría de sueño, el que mira sonriente me suena mucho.. pero no sé quien es, se parece a Mikhail Kalinin... pero no lo sé, ruso, es ... seguro!, tiene cara de bolchevique ; )... Por cierto, que en este art. pone a caldo a la CUP, seguramente se lo merezca, los antisitema son una especie de destroyer, no les gusta el sistema, lo pretenden hacer saltar por los aires, pero no proponen alternativa... en fin, te dejo, buen resto de semana, un abrazo SERGIO!
EliminarMuchas gracias, María. No dudaba de la fotografía, porque era muy verosímil, con muchos testimonios que avalaban el encuentro. Otra cuestión es la teoría de un Lenin como dadaísta. Es increíble este nuevo testimonio que nos aportas.
EliminarCuando era joven tenía ínfulas anarquistas, pero al leer métodos violentos como la acción directa que preconizaban algunos de sus dirigentes y copiaron movimientos revolucionarios, también el fascismo que siendo poder también apeló a ella, en las esferas más brutales, cuando asesinaron al diputado socialista Matteotti. Para remate, las experiencias ni fueron liberadoras y muy improductivas debido a su desorganización, son más perniciosas para los trabajadores. Y la CUP quiere destruirlo todo, para dejar un inmenso vacío en el que brille la arbitrariedad más absoluta. Un abrazo y que culmines la semana como mereces. En tus lugares encantados, querida meiga, digo amiga... jajaja
Este finde nos has dejado solitos.. snif!
EliminarBueeeno, que al menos estés difrutando del finde mucho muchísimo y que ganes tu partida de ajedrez.. pero vuelve en cuanto puedas ¿ vale? : )
Jajajaja, acabo de publicar una entrada del dictador Metax,gran María. Un personaje que tiene su encanto a pesar de se tratará de un dictador. He tardado un pelín más porque mis deberes como padre me reclamaban. Un abrazo, María.
EliminarTe he dejado un comentario, pero me da la impresión de que no lo has visto. Un abrazo, Sergio.
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