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El sarasa de Röhm y la implosión de la SA

 Estaban cansados de sus bravuconadas. La revolución, la revolución, ¿qué revolución? Aquella cuadra de poderosos caballeros aprovechaban el receso, para salir un rato a la estancia de fumadores de la Ópera de Berlín, con sus imponentes chaqués. Blandían cigarros y protestas en sus belfos. Aquel gordinflón, camisa parda de las SA (Sturmabteilung)  aullaba por las esquinas, que saldarían cuentas con los industriales, y eso no podía ser. Se adueñarían de las fábricas, que serían propiedad de los trabajadores. ¿Para eso habían apoyado  a Hitler? 


De Bundesarchiv, Bild 102-15282A / Georg Pahl / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=12685396
Ernst Röhm, líder de las SA

Nadie olvidaba, y menos ellos, que los grandes herederos de los emporios industriales, seducidos por Franz Von Papen, que les había vendido que Adolf Hitler era la solución, apoyaron financieramente la campaña electoral del cabo austriaco, que en este momento decisivo pecaba de inacción. "El diablo con sombrero de copa" que revoloteaba entre ellos, evocó aquellos días que se sucedieron a la conjura de los traidores de noviembre, y en la que estuvo a punto de triunfar la revolución en Alemania. Si no hubiera sido por el socialista Gustav Noske, que reprimió aquel golpe de estado. Esto, Von Papen se lo saltaba deliberadamente, sin embargo, remarcó el papel de los Freikorps, que posteriormente engrosaron las filas de las SA y el partido nazi. También pensó fugazmente qué taimados eran los rojos, que llamaban revolución a sus punch o golpes de estado. "Es el pueblo el que se rebela" Von Papen apartó sus pensamientos y pasó a la acción. - Esos sí que eran revolucionaros y no las camisas pardas. 


De Bundesarchiv, Bild 183-B0527-0001-810 / Desconocido / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5432342
La llamada revolución de Noviembre, en Alemania, 1918

Como un abuelo que orease historietas que cumplían más  de diez años,  Fritz Thyssen se cansó de escuchar sus cantilenas. Alguno se acordó de la rechifla que le produjo a un adusto Vladimir Illich Lenin, el fracaso revolucionario en el país teutón. - Llevan tan adentro su civismo, que antes de tomar una estación de tren, comprarían el billete de viaje. - Le atribuían esas palabras al revolucionario ruso. Aunque este giro de guion nadie lo hubiera esperado. Los industriales sentían miedo, y veían cada vez más a Von Papen como un charlatán y a Ernst Röhm como una amenaza real.


De Bundesarchiv, Bild 183-S00017 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5368862
El camaleónico y diabólico Von Papen.


En el gabinete de Heinrich Himmler llegaron a las mismas conclusiones que los industriales, que cabildeaban en la ópera. Un espía les había informado de esos comentarios, uno de esos hombres, de carácter gris, y rostro olvidable, que se colaba entre los corros como una anguila, e informó a Heinrich Himmler, que asistía impávido a la descripción de su subordinado. Habían creado varios informes, con falsedades, para probar al Führer la deslealtad de Röhm, pero no había dicho ni mu. No sé tragó ese cúmulo de falacias. Era más, se había dejado llevar por ese ápice de melancolía que de vez en cuando brotaba en sus ojos. ¿Se enternecía el dictador?


De Bundesarchiv, Bild 146-1969-054-16 / Hoffmann, Heinrich / CC-BY-SA, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5482511
Heydrich, el temible SS


- El Führer todavía le ve como un camarada de los viejos tiempos. – A Himmler le brillaron los ojos de rabia, mientras se dirigía a su acólito, el temible Reinhard Tristan Eugen Heydrich. Una estatua, que escuchaba atentamente sin que traslucieran sus emociones. - Ese cara de cerdo. – Continuó su superior, que se recreaba en la horrible herida de metralla, que se incrustó en la cara de Ernst Röhm durante la Gran Guerra, y que le causaba no pocos complejos y le precipitó a océanos de dolor. Quizá por eso se sumergiese en la sima de los barbitúricos. Sucesivas operaciones fueron recuperando ese rostro, que dejó de ser tan torvo. Pero lo más imperdonable era su enorme locuacidad y para Himmler que combatiera en la guerra. Él no tenía ese blasón, y se encolerizaba cada vez que recuerda ese detalle, que en otros no es una lacra como en su caso. - Va rumiando que cuenta con más de dos millones y medio de soldados, dispuestos a luchar por él. Qué llegado el caso, no se rendirá tan fácilmente. - Frágil presagio de derrota, el líder de las SA, precisamente con esa locuacidad, va cavando su tumba.


De Bundesarchiv, Bild 183-2005-0601-501 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5665242
El temible Himmler, pasando revista en Madrid.


 -  Ese sarasa hijo de puta de Rohm, ¿qué se ha creído? – Estalló Heydrich, siempre tan comedido. Aunque no soportaba a los pervertidos homosexuales. En Berlín se rumoreaba que entre cápsulas de cocaína, el viejo fornicaba con jóvenes donceles, junto a su inseparable Haynes. Eran unos depravados, pero los que le habían ido con ese cuento a Adolf Hitler, éste les rezongaba curiosamente, que él no era nadie para meterse con lo que cada uno hacía en su alcoba. Había una esperanza. Un plan falso que habían filtrado gracias a los tentáculos de la Gestapo en París a la prensa francesa, por la que se hizo cundir la especie de que el gobierno de aquella nación había urdido el magnicidio de Adolf Hitler, y que pagaba a la red que vinculaban con Rohm, doce millones de francos. Creemos que el Führer no cayó en el engaño, si bien, le comenzaba a molestar Röhm que largaba demasiado. Su aportación al ascenso de Hitler había sido fundamental, y era su sostén. El dictador al final abrió los ojos. Se conoció como la Noche de los cuchillos largos


De Bundesarchiv, Bild 102-14886 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5481337
Los protagonistas la historia: Himmler, Göering y Röhm.


Cuando detuvieron a Röhm, se mostró confundido, no entendía las razones. Moraba en circunloquios en una lóbrega celda de la cárcel de Stadelheim. Durante la ejecución de la Operación Colibrí se practicaron miles de detenciones, a lo largo de esos días infaustos. Un músico y afamado crítico musical, Willi Schmid, por error, fue ajusticiado. Hasta a Von Papen, para que se le bajasen los humos, se le arrestó y su secretario personal fue asesinado por las hordas ciegas del poder nazi. En cualquier caso, Röhm gritaba que había sido el soldado más fiel al Führer, no entendía nada. Entonces entraron en su celda dos oficiales de la SS, que le pidieron que por dignidad, acabara él mismo con su vida, y le facilitaron una Beretta M1934. Escucharon su llanto, que pasaban los minutos, y no llegaba el disparo ansiado. Los oficiales decidieron entrar, y lo despacharon a balazos. Hasta el último momento, "el jodido maricón, la nenaza, no ha tenido la dignidad de morir por su mano", se fueron los dos oficiales de las SS chamullando.


Comentarios

  1. La pugna entre serpientes del universo nazi siempre me ha cogido de refilón. En todo caso, los participantes con uniformes diseñados por Hugo Boss han creado una leyenda sobre la Noche de los cuchillos largos que se une a otra noche célebre, la de los Cristales rotos -aunque lógicamente muy diferentes-. Röhm era homosexual y gozaba con efebos ataviados con la esvástica. A veces me pregunto si buena parte de la contemporaneidad no ha sido un conflicto entre la homo y la heterosexualidad. Vamos a dejarlo. Hitler era hetero y no podía soportar la eclosión de la homosexualidad en sus filas -aunque era evidente- que en la estética nazi había mucho sarasa, sean de las S.A o de las S.S.

    Otra reflexión que se me ocurre al respecto es la personalidad de Reinhard Heydrich. Si Hannah Arendt hubiera estado en un juicio al jerarca nazi -si hubiera sobrevivido al atentado en Praga- ¿habría extraído su fórmula de la banalidad del mal como concluyó en el juicio a Adolf Eichmann? Nos lo perdimos.

    Un saludo, Sergio, muy interesante.

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    1. Lo que me atrae de esta trama, aparte de los detalles más sicalípticos, el propio Röhm, que fue contratado por el gobierno de Bolivia para organizar su ejército, aducía que lo peor de la experiencia, resultó ser, que echaba de menos las noches locas berlinesas, donde en los años veinte, de gran liberalidad, todo era posible, entre cápsulas de cocaína, púberes imberbes y cocotes de nalgas redondas.

      Decía, Joselu, que es el aspecto revolucionario de las SA, lo que más me llamó la atención de esta noche infausta. Y la forma en la que Hitler lo resolvió, dado que la actitud de Röhm, comenzaba a ser peligrosa. También me llama la atención que Adolf, en otros aspectos mucho más salvaje que Stalin, no desarrolló ese afán por querer acabar con la camarilla que le acompañó en su ascenso al poder. Pocos quedaron en el caso del georgiano de su círculo revolucionario más cercano. Zinóviev y Kámenev ejecutados tras la farsa de juicio de Moscú de los años treinta. Trotsky, asesinado por Ramón Mercader, en Méjico. Por no hablar de las purgas del año 37, perpetradas por su secuaz Yezhov, que desangraron al país y a su estado mayor, lo cual pagarían en la venidera guerra, como sabemos. Hitler, que era un monstruo absoluto, por lo menos, salvo en el caso de Röhm, e incluso en este supuesto, le costó dar viabilidad a la operación, a pesar de las falsedades que se vertían contra el que posteriormente fue asesinado. El mayor pecado del líder de las SA, fue convertirse en un lenguaraz, que presumía de sostener al régimen.

      En España también, los falangistas, camisas viejas, aludían con melancolía a la revolución pendiente. Esas dos tramas, que Franco resolvió en abril de 1937, con el decreto de unificación de los dos grupos, la de la Falange y la de los tradicionalistas. La fórmula resultante se denominó Falange Española Tradicionalista de las JONS (FET-JONS). Todavía recuerdo la semblanza descarnada de un temeroso Hedilla, líder falangista, que no sabía por dónde le venían los tiros. No creía que Franco hubiera dado el beneplácito para tamaña operación. Un saludo, Joselu.

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    2. Yo recuerdo en los años sesenta ir a actos joseantonianos en Zaragoza instados por nuestros profesores de FEN, de los que guardo un recuerdo ambiguo. Había buena gente y también mala gente. Había algunos que creían en lo que defendían y otros que eran unos sádicos. En los actos de la falange unificada siempre había una tensión entre los tradicionalistas y los falangistas. Hubo incluso alguna bomba que se puso en un acto de estos. Los camisas viejas rechazaban la unificación con los carlistas. Parecería que el régimen de Franco fue una balsa de aceite bajo su batuta dictatorial pero nada más lejos de la realidad. Siempre hubo conspiraciones múltiples de las diferentes facciones del régimen: los monárquicos de Juan de Borbón, los militares divididos en bandos subvencionados por los británicos o los alemanes, los falangistas, los carlistas... Franco fue un hombre poliédrico que tuvo que lidiar con tendencias muy centrífugas y lo hizo con habilidad. Hoy es anatema juzgarlo imparcialmente, pero lo cierto es que algunas cosas que hizo las hizo bien, otras son inaceptables, claro está. Pero esto no se puede ni mencionar. Yo luché contra su régimen en la extrema izquierda en los años setenta, pero la meditación histórica y personal, me han hecho ver las cosas de un modo mucho más abierto. Un saludo, Sergio.

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    3. Desde luego que hubo numerosas contestaciones, incluso desde la iglesia. Yo no viví ese periodo tan intenso, pero he leído bastante de la época. Y una de las sorpresas más chocantes que me llevé, fue con la evolución de los carlistas. Qué con el último de sus pretendientes, Carlos Hugo, viró la organización hacia la izquierda en uno de esos requiebros irónicos de la historia. Me encanta que no te dejes llevar por la corriente y juzgues con los grises, ni rojo ni azul. En mantener equilibrios imposibles, Franco dio muestras de una habilidad que hay que reconocerle. Con Gabinetes de todas las tendencias para contentar a unos y a otros. Por mucho que algunos quieran pintar una imagen de un personaje apocado, con voz de pito. A mí me parece un periodo detestable de nuestra historia, porque carecíamos de libertad, con infinidad de errores y también el acierto de liberalizar nuestra economía con el Plan de estabilización de 1959, que a diferencia de otras dictaduras de otro signo, no condujo al país a la ruina económica y social. Un saludo,Joselu, un placer leerte.

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  2. Temo que me voy a ir por los cerros de Úbeda, pero es que me lo pones tan a tiro que no puedo escaparme...
    En 1928, Röhm se marchó a Bolivia como “instructor de tropas del Ejército boliviano..¿porqué?, porque había espuertas, dentro del gobierno de ese país unos intereses enormes de una de las "siete grandes" del momento, con el señor Rockefeller y la Standar Oil Company detrás, que en ese momento, estaba exportando petróleo boliviano clandestinamente y le vendía, ojo, petróleo peruano como si fuera extraído propio, y además le cobraba derechos a Bolivia como indemnización de entregar los antecedentes exploratorios y mapas geográficos.
    Dentro de este antecedente, no debemos olvidar que desde 1925 las redes alemanas ya se habían extendido asesorando militarmente a Bolivia, poniendo al mando del ejército al general Hans Kunt, ¿el deseo?, la ansiada salida al mar que se perdió en aquella guerra del Pacífico, (1879/81), donde los británicos al lado de Chile se apoderaron de territorio boliviano y les dejaron huérfanos de litoral.

    Fue entonces, a partir de los años veinte que volvió su mirada al este, hacia un posible acceso via Paraguay al Atlántico, para poder exportar "el producto", ¿qué producto?, se me preguntará, pues el petroleo del que era dueño absulto la mencionada Standard Oli, del que en ese momento, 1921, era dueña de más de siete millones de hectareas.
    Por otro lado, la competidora del momento, la Duch Shell, se la ingenió para evitar que que la Standard Oil exportara via Argentina, así que los intereses de Rockefeller presionaron a los bolivianos a penetrar más hacia el este, en la región del Chaco...y allí Paraguay..

    ¿Suena de algo la Guerra del Chaco 1932/35?..pues para esa guerra hacian falta gente preparada, para derrotar a Paraguay, y que sino los alemanes a cargo del ejército..y aquí, mi querido SERGIO MUNARI..sale a la palestra tu nombrado Röhm.

    Todo tiene explicación.
    PD: Desesperada por pagar la deuda y comprar armas, Bolivia aceptóansiosa que la Standard Oil perforara más pozos, , luego los bolivianos perforaron la laguna de Patiantuá, siendo repelidos por los paraguayos, y ya no hubo en 1932, forma de parar la guerra.

    PD: Tengo muchísima información y un dosier completo de aquello, además de mapas alemanes de la época.
    Un abrazo y siento haberme ido por donde no quería , pero es que forma tu general alemán, parte de esta historia, la que te atrae de esta trama.
    Un abrazo

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    1. Al contrario,Tot, complementas maravillosamente la historia. Sé que en una ocasión hiciste un trabajo de la Guerra del Chaco bastante completo, y de hecho hará un año un poco más, me lo enviaste por correo. Hablamos de la literatura del gran Roa Bastos y gracias a tu infografía, me informé de una guerra sobre la que no hay tanta literatura, por lo menos accesible, creo yo, y me sirvió para conocer de primera mano aquel conflicto que siempre había leído en los márgenes de los libros de historia de la región. Estupenda exposición. Un saludo,Tot.

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  3. Es curioso como esa guerra que comenzó por Bolivia debido a interés foráneo y a pesar de la ayuda alemana, le causó un quebranto económico: perdió 200.000 km2; la deuda pasó de 0 a 59 millones de dólares en 1932; siendo un país netamente exportador de minerales preciosos (no nos olvidemos de las plusvalías obtenidas por la plata), pasó a ser importador de alimentos.

    Y curioso como el capital judío, Standard Oil, hoy Exxon, propiedad de Rockefeller en aquella época, se enfrentó a la Royal-Duch-Shell, compañía anglo-holandesa, propiedad, en aquel momento, de otro judío, el magnate Rothschild.

    Bolivia contaba con la experiencia militar alemana, allí se testó todo tipo armamento, el que sería empleado después en España; tenía también la ayuda de Norteamérica, Chile, siempre en permanente conflicto con Argentina, que estaba del lado de Paraguay; Checoslovaquia, y Perú.

    Vuelvo a pedir perdón, pero es que el tema me ha llevado por otros derroteros al ver a nuestro general alemán, Röhm, en primera plana.
    Salut

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    1. Tot, es que todo viene muy a cuento, cómo no, si nos aporta más facetas de este personaje grotesco y al mismo tiempo, nos sitúa en un contexto histórico con los intereses en Sudamérica de diversas multinacionales y de los militares, que ofrecieron sus servicios y probaron armamento. Gracias por enriquecer tanto las entradas, con vetas que suenan increíbles.

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  4. El mundo nazi desde sus inicios, es la historia del resentimiento y un tremendo sentimiento de inferioridad ávido de revancha y ansioso de poder, revestido de fastuosidad, fanfarrias y esa parafernalia tristemente tan conocida para ocultar sus miserias, sordidez, represiones y frustraciones varias. Los fascismos, todos, pecan de lo mismo, proyectan una grandilocuencia efectista para oculta las tremendas inseguridades frustraciones y carencias de quienes se enrolan en ellos. Creo que los grandes represores de la humanidad, fueron en realidad, grandes reprimidos. La homosexualidad se practicaba con absoluta normalidad en el mundo grecolatino, fueron las creencias juedocristianas las que las condenaron al lado oscuro del pecado y la perversión. Curiosamente quienes más reprimieron la homosexualidad, iglesia y fascismos en general, tanto el italiano, como el alemán, fuero quienes más adeptos reprimidos tuvieron en su seno. La estética nazi es lo más gay que existe jaja todo esa puesta en escena hipermasculinizada y efectista, no era más que una máscara que ocultaba su propia realidad, culto al cuerpo, pureza de raza, misoginia, mediocridad, inseguridad y represión. Existen numerosas biografías que hablan de la larvada homosexualidad del propio Hitler, con nombres propios en su juventud y la más que especial relación que mantuvo con Rudolf Hess, pero él como muchos de sus colegas, vivió en esa dicotomía de ser uno, cara a la galería y otro, detrás. Este pobre hombre, Röhm, al menos iba de cara. Creo que no hay nada más devastador que vivir ocultando tu verdadera naturaleza. Esa incongruencia vital, termina en la psicopatía o si no tanto, sí en disfunciones psicológicas siempre. La mitad de los altos mando nazis, fueron personajes con claros perfiles psicopáticos. Y sí la historia del nazismo fue la historia del resentimiento y la represión, no lo fue menos de la traición. Porque Röhm fue traicionado por Hitler, igual que lo fue Prigozhin, por Putin. La SA de Röhm, era semejante al grupo Wagner de Prigozhin, sólo que más grande. Lo siento, pero es que Putin me parece el hermano gemelo de Hitler ; ) La noche de los cuchillos largos, fue la consumación de la primera de las muchas purgas que ejecutó Hitler eliminando a quienes le estorbaban. La SA de Röhm, que aspiraba unirse al ejército regular y tomar el mando, suponía demasiado poder para un brabucón como él, a quien tenían cruzado Göring y tampoco gustaba nada a Hindenburg quien exigió a Hitler que terminara con él. Hitler, que veía cercana la muerte de Hindenburg y temía que en su testamento abogara por la reinstauración de la monarquía, accedió, porque necesitaba del apoyo del Ejército para la consecución de sus planes y así fue como a este pobre cerdito sonrosada de Röhm, le llegó su San Martín, que tan bien nos has contado tú.. Siento haberme ido yo también un poco por la tangente, ya sabes que me es imposible centrarme, mi dispersión siempre me puede, pero yo nunca voy contra mi naturaleza, es más sano dejarse ir : ) Mil gracias, un abrazo fuerte y feliz finde!

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    1. No, me parece una impecable exposición. Se ha escrito mucho de la dudosa sexualidad de Hitler, y su fascinación por su sobrina, Geli Raubal, el que dicen su verdadero amor y que tuvo un epílogo tan dramático. Muchas de las frustraciones y resentimientos los proyectaron en la vida pública, con consecuencias fatales. La verdad es que la homosexualidad fue perseguida por todos, considerada como una lacra y depravación burguesa en el otro extremo del espectro ideológico, con más cosas en común de lo que parece. Cuentan de un Che Guevara que a un interlocutor lo invitaba a hacer un expurgo de su biblioteca de ejemplares de autores reconocidos homosexuales. La persecución de Gide, al que por haber renunciado al estalinismo, se le sacó ese filon como se decía en documentos de entonces de pederasta. Afortunadamente, en Occidente no definimos, ni perseguimos a nadie por su orientación sexual. Aunque en el caso de Rohm, su homosexualidad es lo de menos.. Acabó muriendo violentamente, circunstancia en la que se había prodigado contra sus adversarios. Es curioso que el atroz Hitler, en cambio con su círculo más cercano, fue relativamente fiel. Hubo casi como el de Rommel, y algún general conocido de su Estado mayor con el que tuvo algún choque. Pero no realizó esa purga salvaje que conocemos de un suspicaz y siempre receloso Stalin. Un saludo,María, un placer siempre tenerte por estos lares, con tus reflexiones que nos adentran en una época llena de asechanzas.

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  5. Extraña época en la que las hienas se creían leones.
    Fuera de eso, muy bien narrado. Hasta podría esperarse una pronta adaptación cinematográfica.

    Saludos,
    J.

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    1. Muchas gracias,J. Y efectivamente, Rohm era una hiena que resultó no ser un león y fue defenestrado por sus adversarios en el círculo de Hitler. Un placer leerte.

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  6. A la pregunta de JOSELU, un poco más arriba: ¿Si Hannah Arendt hubiera estado en un juicio al jerarca nazi -si hubiera sobrevivido al atentado en Praga- ¿habría extraído su fórmula de la banalidad del mal como concluyó en el juicio a Adolf Eichmann?

    He vuelto a leer, repasar, diría, el libro de Hannah Arendt "Eichmann en Jerusalén" para intentar dilucidar la respuesta. Lo que encuentro aproximado me dice: "...el objeto del juicio fue la actuación de Eichmann, no los sufrimientos de los judíos, no el pueblo alemán, ni tampoco el género humano, ni siquiera el antisemitismo o el racismo..." (*), por lo que me parece que la respuesta es afirmativa; sí, hubiera extraído la misma respuesta.

    * Ed. Debolsillo. Ensayo. Pg17. Traducción Carlos Ribalta

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    1. Coincido contigo Tot. Heydrich formó parte de ese engranaje del mal y fue muy eficiente en su perversidad. Qué semana más intensa llevo. A ver si me asomo por tu blog, Tot. Cuando tenga un ratito. Me ha encantado Diario de un pistolero anarquista. Ya hablaremos.

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    2. Tranquilo, no has de preocuparte, tu a tu ritmo y recuerda a José Sacristán, el economista, que decía: lo primero es antes.
      Un abrazo

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  7. Mi apreciado SERGIO:
    Antes te he escrito por el celular, y se me confunden las letras y bailan como hormigas. Ahora lo hago desde el ordenador de mesa.
    Te decía que no debes preocuparte. No es menester que escribas, porque el tiempo es el que es, y te recordaba las palabras que le decía a Alfons Barceló, cátedro emérito de Teoría Económica de la UAB, con el que mantengo una relación de amistad muy profunda, y que fue alumno de Manuel Sacristán, cuando iba a sus clases: Lo primero es antes.
    Así que primero lo primero...que es antes.
    Un abrazo muy fuerte

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    1. Qué grande eres,Tot. Siempre tan sabio. Pronto retorno a las andadas. Sin embargo, te leo. Pero para buscar un momento y realizar algún comentario, necesitaría algo más de tiempo. Porque nos invitas a pensar. Y eso no sale tan espontáneo en mi caso. Un saludo y cuídate.

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