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Karl Marx, el enemigo en casa

 

Recientes los hechos, muchos lectores denunciaban en las cartas al director, que en las islas teníamos un verdadero Caballo de Troya, por haber acogido a un tal Karl Marx. Si había huido de Alemania y de Francia, donde le habían cerrado sus respectivas cabeceras, para instalarse definitivamente en Londres, sus razones tendrían las autoridades de aquellos países.  "Libertad de unión para delinquir. ¿Qué derecho es ése?" Esgrimía alguno de esos indignados suscriptores del The News of the World, el periódico en el que desempeño mi labor. De sesgo conservador y sensacionalista, era verdad, que por patriotismo, muchos obreros de mi país, veían con recelo aquellas ideas importadas y sentían una inclinación mayor por el pensamiento de John Stuart Mill.  


De John Jabez Edwin Mayall - Instituto Internacional de Historia Social, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=591288
Karl Marx, el famoso pensador.


Los más, barruntaban que aquella misteriosa Asociación Internacional obrera, había movido los hilos de la funesta Comuna de París, con un epílogo tan sangriento como oportuno, para los accionistas que sostenían nuestro periódico. Sesenta días en los que habíamos informado de auténticas atrocidades derivadas del orden subvertido. Así pues, aquel movimiento revolucionario no contó con grandes defensores en nuestra patria. Con todo, yo no quería convertirme en un corresponsal prejuicioso. Me había cuidado en mi amplía experiencia en Francia, de acudir con ideas preconcebidas, si bien el caso del caballero alemán, adusto en sus grabados, con sus barbas crespas, a lo Sócrates, me producía no pocas contradicciones en mi fuero interno. 

De News of the World staff in 1843 - http://www.nmauk.co.uk/nma/do/live/historicpage?MODEL_IN_THE_SESSION=2298[dead link], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15731105
La famosa mancheta amarillista. 


Así, cuando recibí la contestación con el beneplácito para la entrevista de Karl Marx, mi director que llevaba su monóculo y fumaba un áspero tabaco con filtro, se movió ágilmente entre la nube azul de sus caladas. 

– Tienes que dejar clara nuestra línea editorial. Aquí, en el país, se le considera sospechoso, dependerá de él, convertirse en una amenaza o no. Es un metomentodo. No quiero perder lectores, y que nos tachen de ser complacientes con ese revolucionario. Hemos sido muy críticos con los hechos de París, y no podemos ponerle la alfombra roja ahora. Ten esto siempre presente, muchacho. – Decirle eso a un cuarentón macerado como era mi caso, daba muestras de su nerviosismo. El director aulló seguidamente que no había que bajar la guardia con ese Marx, ni con su prosélito, un tal Federico Engels. -  Por mucho que se erija en conciencia de la sociedad. ¿Qué son los intelectuales, señor Landor? No se juegan un penique, amigo. No le tienen que pagar el sueldo a usted. 

De André Adolphe-Eugène Disdéri (1819 - 1889) - http://www.republique.ch/archives/enavant/mai98/insurrection.html (deadlink)https://web.archive.org/web/20060303072124/http://www.republique.ch/archives/enavant/mai98/insurrection.htmlhttps://assets.bwbx.io/images/users/iqjWHBFdfxIU/iwxYHFPaRzyg/v0/-1x-1.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=266448
Estatuas derribadas, como metáfora de un poder que cede su lugar.

- No me tiene usted que convencer, señor director.- Con gesto contrito, traté de hablar lo menos posible. Sabía, aunque el personaje y sus soflamas contra las clases dirigentes me produjesen hastío, que los cielos y los infiernos estaban aquí en la tierra. - El demonio siempre se viste de las mejores intenciones. - El director se levantó muelle, y se puso a ojear las galeradas de la próxima edición del World, como si nuestra reunión nunca hubiere tenido lugar. 


De Desconocido - http://ciml.250x.com/gallery/international1/1864_gruendungsmeeting_der_internationale_in_london_small.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37018458
Primer plenario de la Asociación Internacional de Trabajadores.


De esta guisa, con mis mejores galas, acudí a la casa del profesor alemán, radicada en un alfoz de clase acomodada de Londres. Todavía tenía el sonsonete de mi director bendito en mientes. - Es un burgués acomodado, no viene de abajo como yo. - Pero no olvidaba que el señor Karl Marx, era como una vedette de la política internacional, y podía convertirse en el trampolín que necesitaba para relanzar mi carrera, que últimamente se había estancado. Espero que si alguien del siglo XXII lee mi entrevista, tenga clemencia. No sé si estaremos por entonces en ese estadio comunista proclamado por el profesor, en el que el estado y el capitalismo, no sean más que pretéritos fósiles. Sin embargo, he de prevenirle, querido lector del siglo XXII,  que las entrevistas en mi país no eran un genero tan cultivado como en la prensa americana y mucho menos tan agresivo. Los osados reporteros americanos demandaban al entrevistado que se pronunciara por la inauguración de una estatua erigida al General Lee, o por si la tala de árboles en el parque Boston Common por el alcalde de dicha ciudad, no era un atentado contra la urbanidad. Mi amigo, el escritor Charles Dickens, preguntado por su apertura de mente, cuando viajaba al otro lado del Atlántico, me decía que si se mostraba más simpático en tierras americanas, había una razón pecuniaria. - Allí no cobro derechos de autor, y hay que caer simpático al lector, aunque a veces se meta la pata. - Y a mí, su íntimo amigo, no me concede una entrevista en su querida Inglaterra. Rabiaba por dentro, sin embargo, esto sería para otra historia. 


De London Stereoscopic Company - Hulton Archive, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30913285
Stuart Mill, el gran pensador y economista inglés.

Yo tampoco quería darle pie al señor Marx. Me imaginaba por esas poses con las que aparecía en sus grabados, encontrarme con un busto rechoncho, y he de decir que la primera impresión que para pregonar el fin de la miseria, el gabinete del profesor alemán, parecía el de un profesional aburguesado. Telas rojas cubrían las ventanas. Pocos espejos, para no caer en la vanidad de recrearse en la propia efigie, imaginé. Su terno y sus hombros en concreto eran un receptáculo de caspa y de las cenizas de un fumador empedernido. Además, en la escena apareció otro hombre, con el que intercambiaba impresiones en alemán. Supuse entonces que se trataba de Engels, su discípulo. Algo hosco, ni siquiera se presentó para no eclipsar al maestro. Me olvidé de aquel adorador epigonal, también de barba luenga e hirsuta. Le lancé entonces el primer punch. 

- ¿Qué nos tiene que contar sobre su oscurantista organización, la Asociación Internacional? - Percibí una sonrisa irónica, aunque resultase dificultosa de entrever en su sotabarba. 

- No hay ninguna intención de esconder nada. Nuestras reuniones son públicas, levantamos actas y las exponemos en publicaciones.- Dijo Marx. - Si tiene un penique hasta usted mismo puede comprarlas.  

De Alexander Bassano - Texto original: «Scanned from the book 'The National Portrait Gallery History of the Kings and Queens of England' by David Williamson, ISBN 1855142287, p. 153.»See here for 1901 publication. National Portrait Gallery: NPG x95802, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6640482
La Reina Victoria permitía la asociación de ideas. 

Insistí que qué era esa Asociación internacional, que despertaba tantos recelos unánimes, que por consiguiente, aquellas interpretaciones no podían prestarse a equívocos. - Se tiene que dar cuenta de quiénes componen esa asociación, sino obreros. - Luego abarcó la mayor parte  de nuestro Tête-à-tête a desvincularse como organización de los hechos acaecidos en París recientemente. Aunque hubiere personajes conspicuos de su movimiento en la Comuna, no recibieron ninguna consigna. Si acaso actuarían espoleados por su conciencia obrera, no por un supuesto gobierno de los obreros, que no existía como tal, sino una organización que de forma descentralizada, se prestaba ayuda solidariamente. El profesor parecía enojado. - Exijo pruebas que avalen esa afirmación de que la asociación ha participado. También hay miembros francmasones en ese movimiento insurreccional, y el Papa, alegará que les corresponde a ellos la responsabilidad de la insurrección. Lo único que pretendemos es la emancipación económica de la clase obrera por medio de la conquista del poder político. 

- Pero medios franceses le han incriminado en "esa conquista" del poder político. -  Dije con un asomo de perspicacia. 

- Fíjese, señor periodista, que Le Situation, un medio francés que informó de un fantasmagórico contubernio obrero para alumbrar la Comuna, informó de mi detención  en Bélgica cuando intentaba llegar a Francia. Usted mismo puede ver de la veracidad de la información, que estoy delante de usted. Por otro lado, que la policía londinense tiene vigilada hace tiempo a nuestra sociedad y que está adoptando medidas activas para proceder a su supresión. ¿No sabrá usted más que yo, pero no somos conscientes de esas medidas activas? Doble embuste, caballero. 


De Desconocido - http://marxismo.org.br/sites/default/files/pictures/marxengels_0.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37565844
Marx y Engels en el Congreso de la Haya. 


Hasta aquí la entrevista al profesor, que luego de haberme enseñado sus garras en la defensa de un movimiento de trabajadores que fían casi todo a sus manos, que él tenía por cierto impolutas, trató de ser más complaciente conmigo. No quería herir mi susceptibilidad, por lo que más cordial,  me explicó que en el fondo, tanto él como Federico admiraban a los economistas clásicos ingleses como David Ricardo o Malthus

- Sin duda, su teoría del valor objetiva, es sobre la que se asienta todo nuestro pensamiento económico. Para nosotros ese común igualador que decía Aristóteles para que se produzca el intercambio, es el trabajo. Nada tiene valor sin trabajo, y éste debe ser nuestra unidad de medida en el canje. A grandes rasgos, para que lo entienda, unos zapatos que suponen diez horas de trabajo, deberían valer lo mismo que un abrigo que consumió el mismo tiempo de labor. Luego habría que valorar el material a parte, por supuesto. - Fumaba y fumaba. Engels entonces dijo que admiraban de Malthus su teoría del consumo frente al ahorro. Era mejor y más conveniente el consumo para una economía.  - Somos materialistas, nada espiritualistas, y el consumo de bienes materiales es en lo que se debe medir el bienestar de la clase obrera. - Cuando atardecía salí de la casa, abrumado por el centón de ideas. Me alejé, y el polisón de oscuridad se cernió sobre Londres, donde esa clase que tanto amaban los dos profesores alemanes, vivían en covachas. Sonaba la carcunda de mi director. Qué si abusaba de sus criadas, o que se había casado con una noble. -De obrero nada. - Pero tenía mi entrevista, que era al fin y al cabo, lo que quería. Como un soberano dolor de cabeza, que atemperaría en cuanto llegase a casa, con una copita de rico Jerez. 


De Thomas Phillips - una o más terceras partes han hecho reclamaciones de derechos de autor contra Wikimedia Commons en relación con la obra de la que se ha extraído esta o una reproducción puramente mecánica de la misma. Esto puede ser debido al reconocimiento de la doctrina sweat of the brow (sudor de la frente), permitiendo que los trabajos puedan acogerse a la protección a través de la habilidad y el esfuerzo, y no meramente por su originalidad como es el caso de los Estados Unidos (donde se encuentra alojado este sitio web). Estas afirmaciones pueden o no ser válidas en todas las jurisdicciones.Como tal, el uso de esta imagen en la jurisdicción del país reclamante u otros países puede ser considerado como una infracción de copyright. Véase Commons:Cuándo usar la etiqueta PD-Art para más información., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=19049310
David Ricardo, el famoso economista inglés. 

 Aclaraciones a pie de página: Esta presunta entrevista está basada en un encuentro real,  llevado a cabo por el mismo periodista de esta historia. Lo encontramos en este blog eso-gris, de pangea. Cambiamos el medio, que en la realidad era The World, una mancheta americana, creemos que no era el World de Pulitzer. Con la intención de exponer la perspectiva inglesa, que creíamos interesante respecto al fenómeno del pensamiento marxista como intrusivo en las islas, el rotativo para el que trabaja el reportero, es inglés en lugar de americano. Asimismo, la parte final, es de cosecha propia, aun cuando es la teoría del valor que propuso Marx, que sentía una verdadera admiración  por David Ricardo y por Malthus. Al último, del que alababa su defensa del consumo y del materialismo, y que el profesor creía como única compensación posible a la labor del obrero . Suponemos que le resultaría chocante al propio Marx, que su izquierda se haga eco de los predicamentos del foro de Davos. "No tendrás nada, pero serás feliz". Sin bienestar material para el trabajador, no hay felicidad posible para Marx y debiera serlo para cualquiera que se proclamase marxista.  No entramos en ideas más abstrusas como el plusvalor. Por cierto, la aversión a las entrevistas de Dickens es más real. Qué cuando cruzaba el charco se mostraba más solicito, porque ese género periodístico que se ha universalizado, surgió en sus formas más modernas, en EEUU.

Comentarios

  1. Milité durante unos años en un partido marxista leninista, pensamiento Mao Tse Tung. Éramos lectores de textos marxistas que discutíamos -bueno, sería más lógico decir que la dirección del partido orientaba la discusión por medio de los responsables-. Leíamos más a Lenin que a Marx del que leí su famoso Manifiesto comunista de 1848 que era un folleto didáctico y militante que anunciaba la sociedad sin clases si la clase obrera tomaba el poder. Todo aquello nos emocionaba y lo leíamos con unción religiosa. No había nada que me hiciera estremecer de escalofríos como cantar clandestinamente La internacional y alzar el puño en alto. No cabe duda de que el marxismo se convirtió en un nuevo catecismo materialista para enfrentarse al catecismo cristiano y del mismo modo requería de fe imprescindible, fe y acción dirigida por el partido para distinguirnos de los bakunianos que era de tendencia anarquista y los mayores enemigos de la revolución. El marxismo tenía base religiosa y tenía su cuerpo de sacerdotes y su Vaticano en el Comité Central del partido. No voy a entrar a hablar de sus postulados económicos sobre el valor. Solo dejar constancia de que el marxismo ha penetrado toda la ideología de los partidos de izquierda en mayor o menor medida, y, como tal, militar en ellos es una cuestión de fe, y que cuando uno se aleja del venero de ideas que implica, se siente traidor, culpable y réprobo, exactamente igual que cuando uno abandona la fe religiosa.

    No lamento haber militado un tiempo en la izquierda marxista leninista porque me dio a conocer los métodos y praxis revolucionaria en que no hay más verdad que la que dicta el partido y cualquier valoración política, ética o moral son desdeñadas si no conducen a la revolución. Y todo, por abyecto o criminal que sea, es válido. Los marxistas son creyentes como buena ideología judía que es, y la religión es el alma de las sociedades, sea una o sea otra. Ahora es el consumismo, el nacionalismo, el fútbol, etc. Todo es religión y toda religión requiere de una verdad revelada.

    Muy buena la entrevista a los profesores alemanes. El marxismo no ha muerto, se ha transmutado en nuevas vertientes como el otro día comentaba Tot.

    Un abrazo.

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    1. Como siempre tus comentarios son muy enjundiosos tanto en la forma como en el contenido. Es un placer leerte, Joselu. Mi padre también experimentó una evolución parecida a la tuya, Joselu. En la etapa universitaria, se vio atrapado en la maraña marxista, con unción casi mística como la que describe que te poseyó en el pasado. Con el tiempo y muchas lecturas, cayó en algunas de las falacias que preconizaba. La teoría del valor objetiva es una de las más importantes, así como el determinismo histórico. Para mí el marxismo ha mutado para ser irreconocible. Por lo menos respecto a los primeros preceptos. Esa deriva es palpable para muchos teóricos de la ciencia política. Y una de sus renuncias más paradójicas es la del materialismo.No tendrás nada pero serás feliz, es una de las frases que más reverbera de ese foro de Davis. Y Marx no creía en un bienestar que no fuese material. El espiritual tampoco lo denostaba abiertamente, porque le importaba sumamente el aspecto material y terrenal. No entendería a conspicuos miembros de la izquierda que han convertido su pensamiento en una caricatura y que dicen que no basta con hacer una transición a otros modelos de movilidad o de producción. Sino que habría que impedir el acceso "material" generalizado a determinados bienes. Menudo materialismo. Se puede ser marxista y decrecentistas a la vez. Es una pregunta retórica. Un placer leerte,Joselu.

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  2. Apreciado Sergio:
    Hace mucho tiempo que Paco Umbral, en estado sobrio, dijo que el análisis histórico de Marx es impecable y no ha sido superado.
    Comulgo con lo que dijo.
    Para Marx, la clave de la historia, y pienso que tú lo debes saber mejor que yo, es simplemente económica. Así como para Freud es sexual, o para Nietzsche reside en el poder, o bien, para ser más justos, la voluntad del poder.

    Al hilo de tu entrada, que nos hace una evocación del pensamiento marxista, el comunismo ha fracasado, lo explica bien Joselu al hablar de las variantes que ha adoptado después de la caída del muro de Berlín (1989), porque Marx, entre otras cosas, pensó la Revolución, su revolución, para los países industriales, en este caso Inglaterra, donde vivía, y escribió mirando el humo de las fábricas de Londres, aunque las malas lenguas digan que jamás pisó una, y se hubiera sorprendido sobremanera de saber que su revolución se aplicaba a un país eminentemente, exclusivamente agrícola, como Rusia. Y él mismo hubiera pronosticado su invento como fracaso (recordemos que Lenin trata de solventar el problema afirmando que es la revolución de los koljoses más la electricidad).

    Yo creo, a mi modo de ver, y poniendo ante todo mi incapacidad financiera y mi poco o nulo conocimiento de la Economía, con mayúsculas, que la gran victoria de Marx está en el mundo capitalista, si, si, y que aprendió del marxismo que a los hijos del proletariado, la prole, hay que darles ciertas compensaciones, como son vacaciones a sus padres, una jubilación, un coche no demasiado grande, (para que aspiren y se hipotequen a uno de mayor cilindrada), y cierta libertad, no toda.

    Marx no nos descubre el encadenamiento de una serie de leyes que deben regir inexorablemente las relaciones laborales (se lo pregunten a los de Globo), ni las diferentes clases sociales, (ahora pienso en que la revolución de la República Catalana empezó en La Bonanova, sede de las neveras llenas), Marx, lo que si nos descubre es que en la sociedad siempre ha habido opresores y oprimidos.
    Quizá ahí reside su gran legado.

    Un abrazo, mi apreciado Sergio.
    Salut

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  3. Y siguiendo con el discurso de Marx, perdón, pero creo que es interesante, y sobre el capitalismo, me quedo con las palabras mágicas de Galbraith, que posteriormente se quedó Henry Ford, "La solución ideal consiste en que sus deseos estén ligeramente por encima de sus ingresos, motivando las condiciones para que se adeuden, la presión de la deuda resultante les hace fiar más como obreros.

    Esto se puso a tiro cuando la televisión empezó a emitir con fuerza a mediados de los cincuenta, y la American Expres, dinero de plástico nacido en el 1959 como una de las maneras de medio de pago para los soldados americanos en guerra, y fuera de su frontera.
    Y desde entonces, tarjeta y tele han hecho una simbiosis espectacular.

    Salut

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    1. Sí, querido Tot, no discuto la originalidad del pensamiento de Marx, pero como marco conceptual ha sido, en mi humilde opinión, ampliamente superado. Luego ha habido variantes, pero como el propio Oskar Lange predijo, eminente economista comunista,si no podemos sustituir el sistema de precios capitalista por unas relaciones de intercambio valoradas conforme a horas trabajo, es imposible que se pueda cumplir el determinismo marxista. Esto es, pasar de sociedades burguesas a socialistas y luego a un comunismo libertario. Y es imposible porque la información como dice la escuela austriaca está dispersa, es descentralizada. La utilidad respecto al consumo es completamente subjetiva y es la que va a determinar el valor de las cosas. La idea de explotación deviene de la teoría del valor objetivo y del trabajo como única unidad de medida. Y la toma en parte de Rodbertus, me refiero a la idea de explotación. Además, sus predicciones sobre la acumulación de capital, es decir, que al final llegaríamos a una única sociedad que de tentaría el gobierno económico de todo el mundo, tampoco se ha cumplido. Fue más certero Schumpeter, que decía que el capitalismo necesita destruir para crear. Y lo vemos en un marco amplio de tiempo, donde las empresas se suceden y caen. Como todo, yo aprecio a Marx en su momento y en la importancia que otorgó a las relaciones económicas como motor de la historia. Pero no creo que lo sean todo. También me parece muy valorable su crítica contra el capitalismo de estado, que es esta fiebre estatista que padecemos ahora. Hobbes hablaría del Leviatán que tiene sus propios intereses. Marx sí creía en una emancipación del obrero, incluso del estado. Y que el bienestar ha de ser material. No como proclaman los nuevos movimientos de izquierdas, que por distintos motivos, promueven el tener menos. El progreso no sería tan material como pensaba Marx. De todas formas,Tot, da gusto leer tu discurso sin encono y entiendo y valoro tu perspectiva. Un saludo y cuídate.

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  4. Y por último, lo que he dejado ya para el día siguiente: Aristóteles.
    Aristóteles tenía la teoría del término medio, "común igualador" le denominas, aunque él, particularmente, pensaba que había una jerarquización de fines, y que el fin final era buscar la felicidad.
    Esta se encontraba buscando la convivencia social y política, bajo el parámetro de la Ética, y basada en el desarrollo del concepto de la libertad como rasgo constitutivo del ser humano, con una consideración de determinaciones concretas, históricas y sociales, todas ellas contenidas a la subjetividad de la vida cotidiana.
    Para ello, para tener esa certeza, Aristóteles visitó todas y cada una de las ciudades estado griegas, las polis, (**) en número de ciento cincuenta y ocho, que es las que había, (*) y extrajo las siguientes conclusiones: que el término medio (entre dos extremos), se calcula en relación con una serie de parámetros, que es un hábito electivo, introducido por la razón y constitutivo del hombre prudente.
    Aristóteles era más partidario de la propiedad privada, porque afirmaba que se cuidaba más lo privado que lo público, y porque si se carecía de propiedad privada,
    era imposible ayudar a un amigo. (***)

    A tener en cuenta que no hizo distinciones entre los gobernantes y las diferentes formas de gobierno de las polis, todas, habiendo, como había, tiranía, doble reinado, rey, democracia, aristocracia, república y oligarquía.
    Para él, todo intento de nivelar pobres y ricos era un fracaso, "Se ha de educar la ambición", era su máxima.

    PD: Pido perdón si me he salido de la entrada, Marx, pero al poner Aristóteles y su término medio, he creído conveniente acotar la frase y ponerla en el contexto de la narración que nos traes a colación.
    Este personaje siempre ha representado lo máximo en mi pensamiento, y todo lo que he hecho a base de estudios ha girado en torno a él. Hoy, su Metafísica, materia que he dado en posgrados, está apartada del pensamiento humano, dado que no priva lo trascendente, sino lo cuantificable, lo contable, lo tangible, lo palpable, lo que se ve a corto plazo.
    Caminamos con las luces cortas sobre un trayecto oscuro y una escasa iluminación pública, y banalizamos el trayecto, las palabras, porque los carteles anunciadores que nos van apareciendo nos dicen que "por ahí se va bien al destino", pero no nos paramos a verificar si lo que estamos viendo es real o, como se dice ahora, virtual, y no nos percatamos que en ocasiones, el sistema, nos lleva por un camino errado.

    Buena semana entrante.
    Un placer
    Mil disculpas.
    Miquel.

    (*) Farrington . Filosofía y Ciencia. Ed Ariel
    (**) Ética +polis= Política
    (***) Aristóteles. Política. Trad. Julián Marías. Ed. Centro Estudios políticos y constitucionales

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  5. Sí es una acotación extraordinaria para ponernos en contexto,Tot, y dónde nos puedes enseñar sobre esos matices que constituyen un pensamiento tan complejo como el del gran filósofo griego. Es verdad, que las teorías del valor tienen ese punto de partida aristotélico como las del interés y dela usura, que pasaron por infinidad de pensadores, el Doctor Angélico las hizo suyas, al punto que se puede hablar de un pensamiento tomista. Como decían en el Quijote, para comprender hay que ir al pasado. Y no creernos " que en los nidos de antaño" sólo "hay pájaros de hogaño." Despreciando la historia de las ideas, y no comprender su procedencia. Russell creía que había una epidemia clasicista en su época y que se sobreponderaba la contribución de los clásicos griegos. En ésto no coincido con el filósofo inglés. Un saludo,Tot.

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  6. Te he leído tu como siempre estupenda entrada y los estupendos comentarios de todos, sobre todo el de MIGUEL y no sé si comentar la entrada o los comentarios jaja y, casi si me lo permites, comienzo por ahí, al hilo de tu comentario al primero de MIGUEL, deslizas dos ideas, una que comparto totalmente su crítica al capitalismo de estado convertido hoy, en el Leviatán de Hobbes, lo que me choca es que compartas la idea del materialismo histórico de Marx como única base del bienestar. Creo que hoy el principal problema a solventar justamente es eso, el crecimiento y el consumo desaforado, ese crecer exponencialmente nos llevará indefectiblemente a la falta de materias primas, de energía, de espacio vital y el consecuente ahogamiento planetario, tal cual estamos vislumbrando ya y no es ser catastrofista, es la realidad palmaria que sin embargo nos empeñamos en no querer ver... Las corrientes contrarias, que son las del DECRECIMIENTO paulatino, no son de izquierdas, o sí, pero más bien, son corrientes económicas surgidas en el mundo del ecologismo. Quizá te resulte interesante un libro que se llama “El decrecimiento explicado con sencillez” de Carlos Talbo... desde luego a Marx, materialista histórico donde los haya, le hubieran dado la risa, quizá a ti tb…; ) Y por otro lado, creo que la ausencia de toda espiritualidad intrínseca, no necesariamente religiosa, es la otra causa de la mitad de los males de este mundo y fíjate, aun siendo como soy y siempre he sido muy insegura, nunca me han atraído nada de nada, las organizaciones, ni afiliaciones ideológicas, ni religiosas de ningún tipo ( por más que mi madre haya hecho todo lo posible por inculcarnos su fe religiosa: ) en geneal, siempre he sentido repelús por todo eso y supongo que al no pasar por fases de pertenencia, ni fervor ideológico alguno, tampoco he sufrido desilusiones de ningún tipo.. sempre he vivido feliz en mi particular revoltijo conmigo misma, intentado cuidar mi mundo interior, que es lo único de lo que de me siento orgullosa y me ha salvado, para mi mi termómetro vital está dentro...o siento armonía dentro o no funciono, por eso el marxismo no me gusta nada de nada, para él eso, es absolutamente irrelevante ; )

    Sigo abajo y me centro en tu entrada, Palabra! ...perdóname .. es que no me cabe .. ; )

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    1. Grande, María. Quizá no me haya expresado bien porque no comparto esa concepción materialista de la historia y del ser humano. Qué pueden ser una parte del engranaje de la historia y de la economía, pero que no explica todo de ambas. Como marco conceptual, se pueden coger algunas ideas. Aunque a lo que me refería es que no se puede ser marxista y al mismo tiempo antimaterialista. Por lo menos al modo de Marx, ni tampoco leninista. Acabo de leer a Afanasiev y su historia de la filosofía desde un postulados comunistas, y asocian bienestar a progreso material, casi en cada página de sus obras, por si cabía alguna duda.

      En cuanto al decrecentismo si es articulado desde un planificador central, generará una serie de disfunciones y efectos no esperados, algunos son fáciles de predecir y otros inesperados. Además, es una filosofía no compartida por amplías regiones a las que se está desplazando el poder económico. El Ministro de Economía de Industria indio, lo dijo recientemente. Qué lo del decrecentismo le parecía propio de sociedades con estómagos llenos. Mientras hubiese un solo ciudadano que viviese en una choza, solamente podían pisar el acelerador del crecimiento. India ya es el país más populoso de la tierra(x2 Europa). Y con cada vez más población incorporándose a la sociedad de consumo. Como enunciaciones generales me parecen interesantes. Aunque como te decía, su desarrollo no parece muy plausible. Si sobran 2 mil millones de personas, Lovelock habló sucesivamente de 6 mil o siete mil millones de población mundial como umbral sin retorno, me pregunto quién ha de desaparecer. Para reducir ese consumo, sería necesario que no más población accediese a la clase media y con qué criterio podemos decidir que unos sí y otros no. Qué no puedan viajar ni tener un automóvil propio. Eso desde un Foro de Davos. Es que se pueden provocar en el proceso de asignación de recursos infinidad de efectos no deseados. Un saludo, María y perdona mi espesura, hoy es día que recibimos un intercambio con irlandeses y estamos todos patas arriba. Cuídate.

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  7. Centrándome ahora en la(s) dos fantásticas entrevistas, la tuya y la que trae causa a la tuya del blog que enlazas) por comentar sobre algo concreto, me resulta curioso que ambas den por hecho que Marx estaba detrás de la revolución de la comuna de París, cuando inicialmente se opuso a ella, porque consideraba no había condiciones para su victoria, sin embargo, después, sintetizará las enseñanzas de su heroicidad para armar al proletariado internacional con la nueva ciencia social, el Marxismo, y de esta forma arrinconar las corrientes (anarquismo, socialismos utópicos) que llevaron al fracaso a los revolucionarios parisinos. Extrajo 2 enseñanzas de aquello, que la clase obrera no puede limitarse simplemente a tomar posesión de la máquina del Estado y usarlo. No, el proletariado debe destruir el estado burgués y construir uno nuevo, de naturaleza distinta, destinado a acabar con la sociedad de clases. De otro, consideró que la dictadura del proletariado debe ser un instrumento de opresión/ represión. Una de las causas, de la caída de la Comuna de París fue perdonar al jefe del ejecutivo parisino y permitir que se reorganizara, volviendo y liquidando a todos los revolucionarios al no haber implantado la dictadura revolucionaria del proletariado. Por eso Marx reprocha a los revolucionarios franceses no haber utilizado toda la violencia y despotismo necesario para impedir que la contrarrevolución se organice y tome nuevamente el poder, como de hecho hizo. .. Es decir, a la postre cambiaba un opresor por otro y tal y como se ha visto, eso no funciona. La opresión del tipo que sea siempre es nociva, una cosa es el orden y otra la imposición a ultranza, suponiendo al trabajo la única medida de valor referencial... en fin, lo dicho, no me gusta la figura de Marx, ni ideológica, ni humana. Salvando lo comentado antes, aunque si bien criticó el estado leviatán del capitalismo, él preconizó otro aun peor, el estado leviatán comunista que aliena al hombre tanto o más que ese opio que consideraba era las religiones ¿ qué fue el comunismo más que otra religión? Intelectualmente fue sin duda muy potente, ningún intelectual, ni pasado, ni presente ha cambiado tanto la concepción social, económica y política en le mundo, como Marx…tampoco nadie ha hecho correr tanto ríos de sangre. En fin, mil gracias como siempre SERGIO, lo dejo ya que me eternizo, un abrazo muy fuerte y feliz domingo para todos!

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    1. Muy buenas conclusiones, pero el miedo nos lleva a la irreflexión. Y para la época, las ideas de Marx así como la violencia inherente a ellas, provocaban más emociones que un análisis concienzudo como el que nos has hecho, María. Buen domingo y que entres feliz en la semana que comienza. Cuídate

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C asi en la noche de los tiempos La vuelta al mundo en ochenta días , nos metió los demonios de las prisas y el encanto de viajar por el mundo. De la tierra a la luna , mi preferida, había avanzado más de un siglo la posibilidad de que el hombre hollase nuestro satélite. Muchos científicos se frotan todavía los ojos por lo próximos que estuvieron sus cálculos ¿Cómo lo hizo? Se preguntan sesudos.  Con todo, Julio Verne lucía esquinado en mis anaqueles, cuando Manuel Ontiveros me sacó del amodorramiento. - ¿Nunca te has preguntado por qué se adelantó tanto a su tiempo? - Señaló jubiloso a la parte más arrumbada de mi librería, a los ejemplares de Verne. -           Tenía una imaginación proverbial. -           Podría ser.-   me dijo enigmático Manuel, que parpadeó gozoso porque todavía me tenía enganchado con el misterio sobrevenido.- Pero podría ser por otra cosa. En Veinte mil leguas se adelantó a la invención del submarino ¿ Tampoco te lo has preguntado,

Los comienzos del más grande

E l micrófono valorado en más de un millón de dólares>> secretaba el televisor, que se hacía eco de un reportaje dedicado a un  cantante muy famoso. Nosotros en el duermevela de la siesta, alzamos atraídos por la noticia un párpado, para que se nos revelasen  las formas del instrumento, pero apareció aquel bulto envejecido. Antaño había producido la dicha en millones de sus seguidoras y  tuvo en el hito del Teatro Paramount , una de sus paradas en el camino de la fama. Aquella noche en cambio, el fenómeno iba a actuar en el Santiago Bernabéu . A todos los italianos les brillaba una sonrisa al escuchar su nombre, pues a pesar de los esfuerzos de su madre, una genovesa que según la leyenda renegaba de su orígenes, Frank Sinatra nunca renunció a aquellas amistades de barrio y a otras más comprometidas y menos recomendables ( Salvatore Giancana , mafioso que controlaba el ocio nocturno en varias ciudades, entre otros).    Al fin y al cabo, Frankie era un medio italiano

El anillo de Valentino

H ace mucho tiempo había escuchado una historia sobre la muerte de Rodolfo Valentino,  que nos inquietó. Danzaban las luces de las linternas en nuestros rostros por un inoportuno corte de luz que había provocado un huracán, de las decenas que habíamos soportado en Cayo Largo en los últimos años. - Era el ídolo de vuestra abuela, y cuentan que hubo muchos suicidios entre sus admiradoras, tras conocerse su muerte. En los reportajes de la época, unos camisas negras quisieron hacer los honores al féretro, pero los contrarios se opusieron, por lo que se armó una gran trifulca.  El gran Rodolfo Valentino en plena ola de éxito. -           ¿Unos camisas negras, tío? – Pregunté con mis ojos abismados en el miedo más absoluto. El huracán y esos espantajos del pasado, tan presentes en aquella estancia.  -           Sí, de Mussolini, pero no murió de una peritonitis.- Nuestro tío acrecentó el misterio con las cejas arqueadas. – O sí, pero provocado por un anillo.  Cuentan que