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Ignace Reiss, la muerte de un espía


Se le agolparon en tropel los reproches, por la indolencia que había mostrado hacia el caso de su marido, dado que Elsa Reiss, desde el primer momento, había visto las cosas claras.


De Desconocido - (1921-10-1). "Cover". The Liberator 4 (10). (marxists.org), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42682119
Portada del "liberador" Trotsky.

 

- Tenía que pasar, Elsa. Nos acostumbramos a caminar tanto tiempo en el filo. - Se disculpó a sí misma, con la certeza que le produjo leer el titular de ese periódico suizo. Hacía un par de días que no sabía nada de su marido, Ignace Reiss, mucho tiempo cuando andaba a la zaga el GPU. Por eso, la corazonada respecto a que ese ciudadano checo, Hans Eberhardt, asesinado violentamente y abandonado en una cuneta de una carretera secundaria, conforme rezaba en el escueto artículo periodístico, era su Ignace. Pese a que el Ignace de las últimas semanas había dejado de ser él mismo. Repentinamente, el cabello albo y la mirada de los joviales ojos azules, se había apagado.  A raíz de que le enseñara la copia de aquella epístola dirigida al Comité Central, con la que el camarada Ludwig, el señor Reiss, pretendía romper con la Tercera Internacional, su matrimonio vivió su tiempo más convulso.


De Ignaz Reiss - http://www.internationalist.org/reissfactions0301.html, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11387731
Reiss, el asesinato de un espía. 


El revés de la página en blanco, acerba ya que debía verter sus razones, para un abandono que se considerará la más alta de las traiciones. Como fogonazos, los retazos de esa misiva: "La carta que os escribo hoy debí haberla escrito hace ya largo tiempo, el día mismo en que los “dieciséis” fueron masacrados en los sótanos de la Lubianka de acuerdo con las órdenes del “Padre de los Pueblos(1). La mujer repasaba mentalmente y no encontraba resquicio que les salvase de las represalias de la GPU, por ser un ataque tan frontal: "hablarán todos una vez más, pero esta vez para decir la verdad, toda la verdad. Comparecerán todos esos inocentes destruidos y calumniados, y el movimiento obrero internacional los rehabilitará a todos, ¡a esos Kámenev, Mratchkovski, Smirnov, Mouralov, Drobnis, Serebriakov, Mdivani, Okoudjana, Rakovski y Andrés Nin, todos esos “espías y provocadores, todos esos agentes de la Gestapo y saboteadores!”


De Desconocido - Library of Congress [1] Reproduction Number: LC-USW33-019081-CUnited States. Office of War Information. Overseas Picture Division. Washington Division. Farm Security Administration - Office of War Information Photograph Collection., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4186276
Stalin, el diablo en sus ojos.


Elsa más precavida, le desmontó su plan en esas horas nocturnas en las que tienen lugar las confesiones más torrenciales: la dureza de lo que sería considerado como una defección y alguien que como su marido, conocía tantos secretos de la organización, se debía atener a las consecuencias. - Les he prometido, Elsa, que no desvelaré ninguna información.  Además, le he pedido ayuda al camarada Sneevliet. 

- Al camarada Sneevliet le importas. - Ella alzó la voz, y se contuvo. Ese camarada no movería un dedo, como tuvo ocasión de comprobar más adelante. - ¿No hay forma de recuperar la maldita carta? - Un silencio más que elocuente de su Ignace, por lo que su mujer rehúso emplear cualquier vehemencia en contra suya. - Solamente a los idealistas os interesan las razones de vuestro compromiso, cuando nadie os ha pedido explicaciones. Ahora vendrán también a por nosotros, Ignace. No podemos estar más tiempo aquí, hagamos las maletas y huyamos esta misma noche.- Un cigarro le caía oblicuamente en el labio al señor Reiss, que sabía que el destino de los familiares purgados, no era mucho mejor.


By Unknown author - Book De GPOe op de Overtoom. Spionnen voor Moskou 1920-1940 by Igor Cornelissen. (Amsterdam , 1989), Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=68321638
Walter Krivitsky, un verdadero amigo del matrimonio Reiss 


A pesar de lo doloroso que resultaba, Elsa persistió en el recuerdo de aquella noche. Tenía la imagen de su marido tan en la memoria que creía poder tocarla como si fuera de carne y hueso. - No cuentes con nadie, Ignace, por favor. Nos traicionarán, seguro. - En aquella actividad asumida por el matrimonio desde sus tiempos universitarios, eran tantas las caretas usadas en distintas vicisitudes, que resultaba harto complicado reconocerse uno a sí mismo, como para no alejar a los verdaderos amigos. Por descontado, dentro de la profesión de espía no existían las lealtades, podrían servir tú cabeza como la de Juan Bautista a la causa del socialismo - Madre mía, tu idealismo.


De Alexander Bulla (1881-1943) - scan from Mrazkowa, Remes: Die Sowjetunion zwischen den Weltkriegen, p. 34. The first publication: Projector (Spotlight) issue 2 (24) dated Jan 31 1924., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1549087
Lenin tomando notas en el congreso fundacional de la III Internacional (1921).

- Lo tuve que contar. Qué sería mi vida de los últimos tiempos, una completa farsa si no creyese en el camino abierto por el camarada Lenin. El de ellos, se ha desviado demasiado, han masacrado a los mejores hombres que lucharon por la causa. - Una letanía de hombres leales y de sus familias, que habían conocido en el partido espartaquista o con los que experimentaron el acoso de los nazis, se perderían en la infinidad del Gulag en aquel año 1937.  Ludwig, que había sido el responsable de la organización en Alemania y Austria, no era una pieza del tablero menor y si llegaba cualquier información al Abwehr del almirante Canaris, los nazis desmantelarían la red de espías soviéticos en Alemania en momento tan crucial. Elsa tenía razón, sin la carta siquiera, el procedimiento habitual consistía en eliminar al que sabía demasiado. Ignace lo había hecho con otros, y ahora comprendió el miedo, que anidaba en los ojos de los disidentes, cuando los localizaba para su eliminación. 


De Bundesarchiv, Bild 146-1979-013-43 / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5419101
El almirante Canaris, al frente de la inteligencia militar alemana.

- Pero debo conseguir que os exculpen. Si me divorcio de ti. - Tras la conversación, hicieron las maletas. Llegó después el carrusel de cambios de domicilio, por temor a ser descubiertos. En la gran urbe y entre el enjambre de personas, quizá fuera más sencillo pasar desapercibidos. Aunque una mañana, alguien reconoció a la señora Reiss, cuando fue a comprar la prensa para su marido. Se largaron, un tiempo huyendo de una parte a otra parte, hasta que en las postrimerías del cantón de Valais, en Suiza, les contactó la mala pécora de Gertrude Schildbach


De Alexander Zelensky - Российская государственная библиотека, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=64884204
"Para tener más, debemos producir más. Para producir más, debemos saber más"

- Ahora resulta que es una princesa, que quiere casarse con un capitalista. Cuántas veces Gertrude o como se llame esa furcia ahora, nos ha venido con camelos similares, Ignace. - Pinceladas de ironía de Elsa, que no pudieron con el instinto paternal de Ignace, que solía sacar a la señorita  Schildbach de esos enredos, que de darse a conocer, habrían acarreado represalias muy severas por parte de la GPU. Se  trataba de asuntos de juego y de adicciones, por las que Gertrude había perdido cuantiosas sumas de dinero, que estaban destinadas a la inteligencia soviética. Elsa receló. - Huele a trampa, Ignace. ¿Vas a ir? - Preguntó sin esperanza, pues sabía cuál sería la respuesta.  Ese sexto sentido le había anticipado lo que ocurriría. Cuando partió su Ignace, paseó por la pieza, apretó la boca y sus labios se trocaron rojos, a punto de estallar de la rabia. 

Reiss había instruido a la señorita Schildbach  en los lejanos y míticos días de Berlín. En su esquela de contacto le decía a su antiguo jefe que también quería abandonar la organización, porque se había enamorado de un rico industrial. Le pidió consejo para saber cómo hacerlo. Una vez que se encontraron después de un primer intento frustrado, Gertrude embelesó a Ignace, que accedió a un viaje en automóvil. Los detectives encargados de esclarecer el crimen, no tenían claro si Reiss viajó también con su asesino, cuya identidad se desconocía por entonces. Se trataba de Roland Abbiate, el alias de un ruso blanco, que trabajaba de matón para el GPU emboscado en su pasado zarista.  Tampoco en las indagaciones policiales quedó  claro si en lugar de viajar, el asesino les esperó en la cuneta. Desde la que sacó una ametralladora PPD-34 de fabricación soviética, en cuanto distinguió el coche con las figuras del desertor y de  la señorita Schildbach. Abbiate disparó quince balas y mató en el acto a su camarada (1).


De Bundesarchiv, Bild 183-B0527-0001-810 / Desconocido / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0 de, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5432342
La revolución alemana de 1918. 

Dos hechos más, a guisa de  corolario de esta sangrienta historia de venganza. Elsa intentó averiguar qué ocurrió con la traidora Gertrude Schildbach. Había escapado de las redadas en París, que en colaboración con la policía suiza, dieron con la mayor parte de los implicados en el atentado. Sin embargo, no se supo más de Schildbach, puesto que su nombre se pierde en la nebulosa de los gulags, y del eco de los alias, que dificultan su identificación entre el océano de documentos, que se hicieron públicos durante la Perestroika. Ninguna investigación ha arrojado luz sobre el destino que corrió Gertrude, que se prestó a traicionar a quién siempre salió en su socorro. Por otra parte, varias semanas más tarde, la viuda de Ignace recibió una carta de Leon Trotsky , donde le aclaraba que no despreciaba la causa de su marido, al contrario. Sí hubiera deseado otra estrategia, menos de confrontación directa y más a través de una publicidad en medios occidentales, que hubieran sacado del ostracismo del mundo de la inteligencia a Ludwig. De todas formas, sabemos que esa estrategia le valió de poco a Trotsky, asesinado pocos años después por un comunista español, Ramón Mercader, con un piolet.


De en:User:fabioj - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=69843
Despacho donde fue asesinado Trotsky


En segundo lugar, la muerte de Ignace fue un antes y un después en las renuncias de los espías soviéticos, que en lo sucesivo abandonarían la actividad sin dejar  rastro y menos alegando los motivos de su renuncia. Wittaker Chambers, conocedor de todos los pormenores de la defección del caso Reiss, tomaría precauciones cuando en 1938 decidió emprender el mismo camino que su amigo. Al contrario de lo que pensaba Elsa, su marido tuvo dos amigos y colaboradores muy leales, como Chambers o Walter Krivitsky, famoso porque reveló a Occidente los detalles del ominoso pacto Molotov- Ribbentrop. Y luego la muerte o asesinato de Krivitsky, que es una de las páginas más misteriosas y que despertó las leyendas más populares sobre las técnicas de eliminación empleadas por los soviéticos. Pero eso forma parte de otra historia. 


Pd: Esperemos que los Reyes hayan ansiado vuestras demandas de un año mejor en todos los sentidos. Salud, paz, amor y que todo eso no se vea empañado por una marcha mala de la economía. Pues el dinero es muy importante cuando se carece de él.  


By Fred Palumbo, World Telegram staff photographer - Library of Congress. New York World-Telegram & Sun Collection. http://hdl.loc.gov/loc.pnp/cph.3c14739, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1265950
El espía Chambers, supo a qué atenerse cuando abandonó el NKVD.


(1) Por si caben dudas, se refiere a Joseph Stalin. 

 (2) Según el informe de la Brigada criminal de Berna, doce proyectiles alcanzaron el objetivo: cinco se alojaron en la cabeza, y el resto repartidas por el cuerpo del camarada Ludwig.  



Comentarios

  1. En Cataluña hay un trabajo de investigación en bachillerato que no está en otras regiones de España. En este trabajo se plasman inquietudes o intereses de los alumnos según sus preferencias. Yo era del área de Lengua castellana, pero era muy consciente de los que había en Ciencias sociales. Los alumnos proponían infinidad de trabajos sobre el nazismo a lo largo de los años que fui profesor, y solo una vez una alumna que procedía del este de Europa propuso algo sobre el estalinismo, algo que me sorprendió porque era la primera vez que sucedía. Creo que en todos los institutos pasa algo parecido: fascinación por el Tercer Reich y sus crímenes, pero desconocimiento absoluto del horror del estalinismo, del que hoy nos traes una página con el asesinato del espía Ignace Reiss. Hitler fue un asesino implacable, pero Stalin en ciertos sentidos fue peor -por el número de víctimas y porque estas en su inmensa mayoría eran comunistas convencidos que morían dando vivas a su ejecutor-. El enigma del comunismo es el que sigue despertando nostalgias -lo he percibido en mi último viaje a San Petersburgo en diciembre de 2017-. Stalin sigue siendo un mito que no ha perdido un ápice de atractivo ni de fervor popular. Fue el gran vencedor de la guerra contra Hitler y eso lo hace imperecedero y eterno. Su sistema policiaco del terror es igual, nadie lo recuerda. Muchos lo añoran. Era el padrecito al que todo el mundo adoraba y sentían el terror de su figura que tiene mucho de sagrado. Stalin asesinó a veinte millones de personas por lo menos, pero es eso un detalle de la historia. Me fascina ese fervor por un sistema tan personal y cruel como el suyo. La causa de la humanidad -la revolución socialista- merecía todos esos sacrificios. Era una religión para la que la piedad o la compasión eran inconvenientes. Si tienen que morir millones de ucranianos y bielorrusos para la victoria de la revolución, es simplemente el avance de la historia -el holomodor, claro-.

    Me ha encantado tu reconstrucción sobre Ignace Reiss y yo tal vez me he ido por la tangente.

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    1. Nada de eso,Joselu. A mí me produce también una extraña fascinación la historia de la Revolución soviética y sus episodios posteriores,con un estalinismo como epítome del horror. Porque me resulta incomprensible que la propaganda haya ocultado su toma del poder, contra una Duma legítima o excusado los asesinatos masivos el estalinismo por el gran impulso industrial que presuntamente supuso, plagado de ineficiencias como han demostrado análisis posteriores.

      Curiosamente, estoy leyendo El Fin del Homo Sovieticus de la premio Nobel Svetlana Aleksiévich, y hay testimonios espeluznantes. Especialmente el de una mujer que siente como una marciana en ciudades rusas que han mudado gracias a los carteles publicitarios de marcas francesas, alemanas. Y luego lees si testimonio grabado por Svletana, cómo fue separada de su madre, vituperada por ser hija de un traidor a la URSS. Es impresionante su relato de cuando vuelve al orfanato en Magadan creo, tierra de gulags, y un oriundo le habla que la mayor parte de ellos fueron desmantelados por los habitantes del lugar cuando cayó la Unión Sovietica. Nadie pensaba que al repartirse las tierras, entre un gran júbilo, estás fuesen impracticables. Viene la temporada del barro, esa misma que derrotó a la Wermacht y no hacen más que aflorar huesos de cadáveres de los represaliados. Cómo es la mente humana que a pesar del dolor y el horror vivido en primera persona, prefieren un sistema bárbaro a otro con el que no se identifican.

      En cuanto a Reiss,Joselu, me llegó su historia porque en esa carta dijo la verdad de lo que pensaban, en plena yezhovina. Sobrecogen sus alusiones tan directas al dictador, con lo que se jugaba, y un honor a la verdad que ya nos gustaría que muchos de los progresistas actuales niegan. Y no fue un bendito, asesinó por la causa y defendía a un Lenin, que ejerció el terror por quimeras que conciben al hombre como el legamo con el cual erigirlas. Un abrazo,Joselu.

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  2. Leí El fin del homo sovieticus tras mi viaje a Rusia y me confirmó lo que yo había visto en mis días de visita. Hay una nostalgia muy extendida de una URSS poderosa a la que todo el mundo temía, un territorio inmenso por el que se podía viajar hablando ruso, y que daba la sensación de poder a los habitantes de la URSS. La figura de Putin -ex agente del KGB- no es ajena a esa nostalgia por la Gran Rusia, madre de todos los territorios euroasiáticos, opuestos a la democracia cínico-hipócrita occidental. Cuando la invasión de Ucrania leí varios libros sobre el pensamiento de Putin y pude comprender las bases ideológicas y políticas de su práctica políica basada en el euroasianismo y el antioccdentalismo como corruptor de la espiritualidad ortodoxa rusa. El mismo Stalin se apoyó para la Gran Guerra en los popes ortodoxos. El carácter ruso me fascina. Acabo de leer Los demonios de Dostoievski, paneslavista y contrario también a occidente. Saludos.

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    1. Me ocurre algo parecido,Joselu. Estoy al mismo tiempo leyendo la obra de Beevor sobre Grossmann y su papel como reportero en la Segunda Guerra Mundial. De Svletana he leído varios, quizá el más sorprendente sea el de Voces de Chernobyl. La serie que vi después, traslada la historia más impresionante.

      Y otro libro que estoy leyendo, es Antietam, la batalla que permitió la libertad de los esclavos, de Mpcherson, el especialista vivo más renombrado de la Guerra Civil americana. Y es curiosamente porque en uno de tus post, me acordé del revuelo causado en el Sur de EEUU por la retirada de la estatua del General Lee. Es como todos los conflictos, donde la verdad se posterga para idealizar a los vencedores. He leído bastante de este conflicto, porque es de los más paradójicos y en los que los absolutos como se tratan, no obedecen a la realidad. Perdona, no es que quiera ser presuntuoso. Normalmente como son libros largos, los voy alternando, incluso con ficción, de la que leo también bastante. He comenzado a aficionarne a los audiolibros, a los que recurro en mis largas caminatas con el perro o también los podcast. Un saludo, Joselu, y gracias por tu perspectiva de lo ruso.

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  3. Me maravilla como eres y lo que te interesa en la vida.Te felicito por ser asi real y único
    Feliz dia de Reyes

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    1. Feliz día, Recomenzar. Muchas gracias por tus palabras y tu visita.

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  4. Comparto lo que dice Joselu sobre la fascinación que produce, al menos en Cataluña, todo lo que pertenece al nazismo. Quizá por el viaje de Himmler a Monserrate, en busca del Grial, eso dicen, allá por los cuarenta, quizá porque Barcelona era cuna de espías y todos se alojaban en el Ritz, quizá porque siendo quien era profesó una profunda admiración a la "Moreneta" que, a pesar de ser oscura, casi negra, hizo brillar los ojos del lugarteniente del Hitler.

    Y es curioso como se ha ninguneado, o dejado en segundo lugar, a Andreu Nin, un catalán de El Vendrell, que, ocupando plaza en la CNT, había traducido fielmente escritos del ideólogo León.

    Y fue, por supuesto, Stalin, quien lo mandó matar por ser ideológicamente cercano a la ideología de su enemigo, Trosky, no era para menos, otra orden perversa de Stalin. Sólo se necesitaba un hombre predispuesto, para ello se puede contar con los catalanes, por supuesto. En este caso, un tal Mercader.

    Se diría que en la historia de Europa, los catalanes tenemos mucho que ver.

    Sobre el asesinato de Reiss, el hombre de los pseudónimos, sólo se puede decir que se veía venir, pero claro, lo fácil es decirlo a posteriori, pero allí nadie salía con vida si había una contraposición, unas palabras en contra, una duda, respecto al líder, y Reiss reunía todos los números para salir premiado.

    Me resulta curioso como una gran mayoría de personas, hoy en el gobierno, abrazaron en su tiempo la causa comunista, en sus diversas facciones, no lo digo por Alberto Garzón, "Rabanito", porque este era rojo por fuera y blanco por dentro, pienso en la Sra Yolanda Díaz, que esgrime con total naturalidad la idea del país del proletariado, cuando este fue masacrado por quien los gobernó con mano de hierro, y donde sus políticas nunca derivaron en unas mejoras para su pueblo. De hecho, no se conoce progreso alguno en ningún país donde impera ese sistema, la Rusia incluida.

    Parece que si uno se identifica más con el sistema comunista, está más cerca del pueblo y más alejado de la palabra "feixiste", verdadera muletilla de todo aquel que se declara de "izquierdas".

    Y curioso también como se va diluyendo la palabra "izquierdas", desde la caída del Muro de Berlín (1989), para adoptar y refundarse, dado el fracaso estrepitoso de su política, en otro tipo de ideas que hagan que la masa no se les pierda, ecologismo (aquí "Rabanito"); eco-bio socialismo, feminismo, Movimientos alternativos...y ahora progresismo.

    PD: Te agradezco que hayas disipado dudas del personaje, que las tenía.

    Que los Reyes Mágicos hayan sido solícitos con tus deseos ¡
    Salut


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    1. Menuda declaración más sorprendente de principios. Sorprende por fabulosa, pormenorizada y en la que no dejas un cabo suelto,Tot. Conocía ese viaje de Himmler, y es verdad que el poder de los nazis nos previene de que las urnas no lo pueden legitimar todo. Es uno de los ejemplos del mal absoluto, y sobre ellos existe la unanimidad que no recaba cualquier reprobación del comunismo, que fue un sistema de explotación de masas brutal, con resultados más que cuestionables debido a que la mayor parte de las cifras estaban falseadas. Era un coloso de cartón piedra. Qué lástima que se les robase a los rusos la oportunidad de febrero de 1917 como su transición a la democracia de los años noventa, en este caso secuestrada por los cleptocracia que se quedaron con el poder y la economía.

      La historia de Nin es de dar repelús. Desollado vivo por aquí cerca, en Alcalá de Henares. Un abrazo, Tot y gracias por tu abrumadora contribución.

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    2. https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20170712/424036805466/desconocida-huella-nazi-barcelona.html

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    3. Gracias, Tot, tengo lectura de Reyes Magos.

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  5. Hace mucho tiempo, después de un examen muy duro en la facultad, encontré en la biblioteca del colegio, LOS NUESTROS -no sé si lo has leído- fue escrito por la mujer de REISS, contando toda la vida de su marido, incluido su terrible e injustísimo final. Si no lo has leído, desde luego has dibujado maravillosamente el perfil de esta increíble pareja, porque aunque no recuerdo demasiado bien los detalles, recuerdo que Elisabeth Poretsky describe al detalle a la generación de revolucionarios abnegados y entregados en cuerpo y alma a la causa del socialismo. Puros idealistas de los que mucho me temo ya no quedan. Dispuestos a servir, desde el campo del espionaje, a los intereses de la Unión Soviética y de la revolución mundial, como antes lo habían hecho desde las filas de los partidos comunistas de sus respectivos países. No lo hacían por dinero, ni prestigio, ni gloria. Asumían el compromiso y riesgo que este trabajo les exigía, además del paso a la clandestinidad, la ruptura de vínculos con viejos camaradas, amigos y familiares, únicamente como parte de su sólido compromiso con los oprimidos. Al contrario que los mercenarios de los Servicios Secretos occidentales, los militantes revolucionarios que engrosaron las filas de la inteligencia soviética de aquella época, eran en su mayoría trabajadores, creyentes ciegos de las ideas del bolchevismo y de un pueblo que terminó con un régimen de opresión para empezar a construir una sociedad igualitaria… eso soñaban ellos. Reiss fue uno de esos hombres y tb el primero de estos agentes en decidirse, tal cual has contado maravillosamente, a romper públicamente con el Kremlin, asqueado por las purgas y asesinatos de cuadros de los más valiosos elementos del Partido Comunista de la URSS (PCUS) Ahora resulta casi ingenuo, este movimiento por su parte, sabiendo que además de ser conocedor de valiosísimos secretos, su deserción supondría un ejemplo a seguir por los demás, que no iban a permitir, como de hecho sucedió tal cual tb has comentado. Este libro, Los Nuestros, es sobre todo una denuncia de los crímenes de la burocracia estalinista y un homenaje póstumo de Elsa, no sólo a su marido, sino a todos los camaradas de lucha que cayeron abatidos en los sótanos de la Lubianka, en los campos de concentración, condenados mediante el destierro al ostracismo y al olvido. Recuerdo que el libro dictaba un veredicto inapelable contra los verdugos y al sistema de terror que terminó con la Revolución de Octubre, la Internacional Comunista y todo lo bueno que un día había impulsado a tantos como a Reiss. Ese tono perspicaz que le pones a Elsa, es perfecto porque efectivamente ella, más racional que su marido, intuyó lo que finalmente ocurrió. Pero tras su renuncia, ni Reiss, ni Elsa, revelaron nunca informaciones sensibles, ni buscaron cobijo en cualquier país extranjero que les habría acogido con los brazos abiertos, esto es algo que me impresionó mucho…pudiendo ponerse a salvo y después ella, pudiendo disfrutar de una confortable vida al amparo de las potencias que ellos consideraban imperialistas, prefirieron continuar en la batalla, enfrentando todo tipo de peligros y adversidades. En la mente de Reiss, la ruptura con Stalin no supuso nunca una claudicación, ni una traición a la causa del socialismo, al contrario, fue la única forma que encontró de ser coherente con sus convicciones y de continuar la obra a la que había dedicado toda su vida, hasta que lo mataron. También recuerdo que estaba cansadísima y a pesar de ello, no podía parara de leer, este libro que me enganchó totalmente, me da pena no haber vuelto a tener la oportunidad de volverlo a tener entre mis manos, así que sin saberlo además de una entrada estupenda me has hecho mi particular regalo de reyes, mil gracias .. te queda bien la barba de Gaspar: ) Espero que hayas disfrutado de un día de Reyes estupendo y que hayas jugado mucho con los juguetes que te han traído, eres un niño muy bueno, así que sin duda y te habarán traído la carta al completo jajaja un abrazo muy fuerte SERGIO!!

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    1. Grande, María, grande. Buscaré el libro que cayó inesperadamente en tus manos y que es como un caramelo para mí. Por tierra, mar y aire. Además, tengo pendiente de localizar el libro Yo fui un agente de Stalin, de Walter Krivitsky, que fue amigo de Reiss y cuya muerte está rodeada de misterio y da pábulo a las teorías de asesinato más sofisticadas del GPU. Por lo demás, poco qué añadir a tu exquisita exposición del idealismo que impulsaba a estos agentes del bolchevismo, que creyeron tocar con las yemas de los dedos la revolución mundial, y no estaban de acuerdo con el giro nacionalista de la III Internacional y la preponderancia de Moscú. Un placer leerte. Los Reyes Magos o la Reina Maga en este caso, siempre trae un regalo inesperado como Los nuestros. Cuídate, María.

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