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Cuando las vanguardias eran vanguardias

 Primera exposición postimpresionista en Gran Bretaña, 1910. 

Cuerpos fofos, como desmayados en la hierba. Qué locura de Cézanne, con pinceladas que desgarraban las pupilas. - Ese juego de colores, nunca lo vi en la naturaleza. - Un compañero crítico de arte se compadecía de su colega, el también pintor, Roger Fry. No se lo diría en su cara, pero el ambiente decadente parisino le había sorbido los sesos. Tanta hetaira, vagabundo suelto, con ínfulas de fornicios que no se conciliaban muy bien con la coracha todavía victoriana, con la que se revestía Gran Bretaña. Su amigo le respondía que se  pintaba de dentro hacia afuera, como decía en el folleto de la galería de arte, que regentaba. 


De Roger Fry - www.epdlp.com : Home : Info : Pic, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3343481
Roger Fry, autorretrato.

Desde dentro hacia afuera también se vomitaba, publicó uno de los púlpitos de papel a propósito de la muestra de pintura organizada por Fry. El periódico además aludía al crítico más clasicista, Bernard Berenson, para erigir un auto de fe en contra suya. No en vano, los acólitos de Berenson le reconocían con el sobrenombre del Vasari del siglo XIX - XX. Pero sí al crítico americano le parecía trasgresor el manierismo o el Greco por su corrupción de las formas del Renacimiento, se preguntaba el articulista, cuál sería su opinión sobre esa bazofia, que hollaba la sagrada tierra inglesa.


De Paul Cézanne - Courtauld Institute of Art, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31084348
Los jugadores de naipes, de Cezanne. 

A pesar de todo, un Roger Fry, que entreveía el mundo de forma bonancible tras unas gafas de espejuelos, sonreía en medio de la controversia generada por esa exposición, que le tenía como comisario. Él era un pintor, al que acusaban de plagiar formas, copiar modas extranjeras. 


De here, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18546084
Berenson en su famosa villa, cenáculo de los estudios del Renacimiento.

Quizá no le perdonasen las malas compañías y su pertenencia al revolucionario por entonces Círculo de Bloomsbury. Dónde departía con el rijoso Clive Bell, escritor que escandalizaba con sus acuerdos maritales, las buenas costumbres victorianas. La pintora Vanessa Bell y Clive, proclamaban en interviús que su lecho conyugal no era sagrado, y que por tanto, eran libres de amar a quien quisieran. Si no fuese suficiente, en ese "club de necios" militaba  otro irreverente, Lytton Strachey,  que perpetró un prontuario de semblanzas de las personalidades de la etapa victoriana, a los que en el fondo admiraba, si no fuese por su tenacidad en lo social, y en ese romanticismo que glorificaba la patria, con el mismo ímpetu religioso que se deseaba el reino de los cielos. "A morir todos pues, ahora por la patria", creían oírle rezongar al pensador. Años más tarde, sus palabras serían proféticas como sabemos, cuando dé comienzo la Gran Guerra. Un Lytton, horrorizado, comprobará cómo sus amistades de Cambridge y de Oxford perderán el culo por acudir al frente, por culpa de esos estragos que provoca el frenesí patriótico sobre la mente de personas razonables.


De George Charles Beresford - http://www.brighton-hove-rpml.org.uk/WhatsOn/Pages/BeforePost-ImpressionismTheearlyworkofVanessaBell.aspx (dead link April 2018), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=18195120
La pintora, Vanessa Bell, sueño de Fry

Volvamos a ese pasado, en el que Fry escuchaba esas declaraciones de amor libre que predicaba el grupo, con sentimiento de culpa, porque estaba profundamente enamorado de la esposa de su amigo Clive. Un amor tradicional, no correspondido. Vanessa Bell le acariciaba con ternura las mejillas, pero no más que como una amiga, que esponjaba unos labios que Fry besaría como mordería una manzana roja fresca, su manzana del pecado. Ensueños de su nefelibata, mientras Roger escuchaba pacientemente al público que había acudido a ver aquella colección de cuadros, y se dedicaba a rebatir sin grandes regomellos. - Los impresionistas estaban bien.- Aludió una mujer rellena y con unas mejillas encarnadas y redondas. A veces discutir con una ama de casa victoriana desesperaba a Roger, pues gozaban de una exquisita formación sobre historia del arte. - Pero cómo puedo colgar ese cuadro en mi salón. Es imposible. - A la vez que alzó el dedo índice, a la fémina se le encendió el rubor de sólo imaginarlo. Y seguidamente le pregunta a un Roger Fry alevosamente divertido, por qué le gustan esos rostros hieráticos.


De Ottoline Morrell (1873-1938) - una o más terceras partes han hecho reclamaciones de derechos de autor contra Wikimedia Commons en relación con la obra de la que se ha extraído esta o una reproducción puramente mecánica de la misma. Esto puede ser debido al reconocimiento de la doctrina sweat of the brow (sudor de la frente), permitiendo que los trabajos puedan acogerse a la protección a través de la habilidad y el esfuerzo, y no meramente por su originalidad como es el caso de los Estados Unidos (donde se encuentra alojado este sitio web). Estas afirmaciones pueden o no ser válidas en todas las jurisdicciones.Como tal, el uso de esta imagen en la jurisdicción del país reclamante u otros países puede ser considerado como una infracción de copyright. Véase Commons:Cuándo usar la etiqueta PD-Art para más información., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=36752324
Rusell, Keynes y Strachey en Bloomsbury. 


El pintor socarrón le repone que se inspiraban en el arte tribal africano. - Yo en realidad, no entiendo la razón por la que esas piezas tribales no se exponen en un museo de arte en lugar del antropológico.

- Qué malvado, quiere que nuestros hombres abandonen el chaqué por el taparrabos, y griten unga, unga. - La mujer hipó de la risa al imaginarse al crítico escuálido en paños menores. Tornó al rictus serio. - Y ¿por qué esa manía con los franceses? Nosotros, al contrario de lo que se dice, tenemos buenos pintores. Turner, Constable, y los prerrafaelitas. No entiendo esa obsesión por copiar lo ajeno. Y ese Picasso me parece horrible. 

- Parece un interrogatorio, Señora White. Pero  Picasso, es engañoso en su arte y además es español. 

- No me engañe, pertenece a esa recua de galos, da igual dónde haya nacido. La civilización acaba en el Canal de La Mancha.


De John Everett Millais - -wGU6cT4JixtPA — Google Arts & Culture Tate Images (http://www.tate-images.com/results.asp?image=N01506&wwwflag=3&imagepos=2), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=13455290
La  Ofelia de Millais, la obra más famosa del prerrafaelismo.



La acogida de la muestra con cuadros de Cézanne y de otros lienzos postimpresionistas, no se puede calificar más que de agreste. Roger creyó que la sociedad británica, uniforme, todavía creyente tanto en el Imperio británico como en los unicornios blancos, no estaba preparada para postergar el clasicismo lacerante que acusaba su arte. Corría el año 1910, y el tiempo galopó a lomos de los conflictos coloniales. Incluso una señora Bell que padeció la tristeza de un aborto, se acercó a Fry en busca de consuelo. Y el pintor vivió un amor  intenso y culpable, porque se habían liberado de los prejuicios burgueses, pero no del todo. Aún sentía que traicionaba a su amigo Clive, acostándose con su mujer. Quizá Virginia Wolf, la novelista y hermana de Vanessa, conociese algo de aquel entretenimiento de su hermana, dada su unión con ella,  cómo que años después se convirtiese en biógrafa de su admirado Fry. Ese amor, tan pronto como vino, se fue junto a la felicidad de nuestro querido Roger, que no pudo tener más a la diosa Bell en su alcoba. Es propio de los perdedores, que no conocen más cara que la cruz, y que la alegría dure poco. Porque fue sustituido en las preferencias de Vanessa por un pintor más apuesto y joven, Duncan Grant


De Lady Ottoline Morrell (1873-1938) - NPG Ax141304, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=107331152
Duncan Grant, el amor de la increíble señora Bell

Para el pobre de Roger el año 1918, debió ser contradictorio. Por un lado, la alegría  cuando el 11 de noviembre de aquel año sonaban las once campanadas del armisticio que ponía fin a la Primera Guerra Mundial, contra la que había predicado tanto tiempo, debido a sus fuertes convicciones pacifistas. Y por otra parte, se había enterado de que Vanessa había perdido la razón por ése otro, Duncan. Navegaba por los días, con un corazón sin áncora posible, intentando simular una alegría como pacifista porque se había puesto fin a la carnicería, mientras moría por dentro. Si hubiera sido valiente, para qué vivir. Tampoco sabía por qué lloraba, desamor y confianza en la humanidad que es capaz de salir de sus pesadillas más oscuras. Sin saberlo, triunfan sus ideales, porque cuando se echa el telón del horror de la Gran Guerra, la sociedad, incluso la prensa gira su mirada hacia Bloomsbury,  Roger Fry y sus pintores postimpresionistas, buscando nuevos referentes. Comienzan a entender que un color expresa algo más que una realidad en una tela, y que deben expeler todo el dolor que les consume por dentro. Ni eso tememos que consuela al pobre Roger. Puede ganarse el mundo y perderse lo que más se quiere. 








Comentarios

  1. De todo lo que has expuesto sobre Roger Fry y su amor por Vanesa, me ha recordado lo que leí sobre otro escritor relacionado con el Círculo de Bloomsbury, me refiero a Gerald Brenan que se recluyó en los años veinte y treinta en un pueblecito de Las Alpujarras de Granada, Yegen, adonde fueron a visítarle varias veces miembros del Círculo como el matrimonio Woolf, Lytton Strachey, Ralph Patridge y el filósofo Russell que estuvo a punto de morir… Otra relación tan compleja como la de Roger Fry con Vanessa es la de Brenan con Dora Carrington que fue tortuosa para el escritor. Los sofisticados artistas de Bloomsbury llegaron a lomos de burro a una aldea apartada de las Alpujarras donde había que iluminarse con candiles y se vivía como mucho tiempo atrás, y se quedaron conmocionados por la vida de Brenan allí donde escribió varias obras muy interesantes como Al sur de Granada y otras. Los miembros de Círculo echaban de menos allí las ceremonias victorianas, tan medidas y previsibles, y charlan durante horas y a Virginia le sorprende la vehemencia de la defensa del Ulysses de Joyce por parte de Brenan que ella detesta. El triángulo amoroso de Brenan con Dora Carrington que a su vez esta enamorada de Lytton Strachey, homosexual que ama a su vez al mujeriego Ralph Partridge con quien Dora se casará para mantener el insólito triángulo al que intentará acoplarse Brenan. Strachey morirá de cáncer y la pintar Carrington se suicidará incapaz de vivir sin él.

    Los viajes hasta Yegen son un infierno que sufrió un ataque de hemorroides y tuvo que llegar en mulo hasta el pueblo blanco. Se mareaba al ver los barrancos y los precipicios y cuando llega a casa de Brenan descubre que el váter es un agujero en el corral de gallinas. Strachey describirá este viaje a las Alpujarras como el de un verdadero viaje a los infiernos, aunque los viajeros de Londres se sentirán fascinados por lo remoto, peligroso y salvaje de lo que vieron.

    Estas visitas a Yegen siempre me han resultado sorprendentes.

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    1. Es un libro que viene muy a propósito de la historia de Fry, Joselu,por esas relaciones tan entramadas. En su momento, me causó una grata sensación y casi exploré más en el contexto histórico, que en las relaciones tan complejas de sus protagonistas o en el choque de Brenan con la cultura popular. Es una oportunidad de volver a reerlo. Porque hace poco leí un libro sobre los miembros del Círculo de Bloomsbury, del que conocía a Woolf, Russell y sobre todo a Keynes, por ser uno de los economistas más influyentes del siglo XX. Tomo nota, porque estoy seguro que en una segunda lectura y conociendo a los personajes de Bloomsbury, será como leer un libro completamente distinto. Un saludo, Joselu.

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  2. Ahhh esta entrada me entusiasma...

    Rogert Fry, a pesar de que no sale en las portaladas con los máximos representantes del posimpresionismo, junto a Paul Cézanne, Paul Gauguin, Vincent van Gogh, Georges Seurat, Henri Toulouse-Lautrec y Henri Rousseau, o el puntillista Signac, discípulo de Seurat, perteneció a esa escuela que propuso la conquista suprema de la luminosidad y del colorido esplendoroso, cuya meta era representar la naturaleza con todo brillo y la frescura que le infunde la luz real al aire libre aduciendo argumentos convincentes, o al menos así me lo parece, por el procedimiento de la "mezcla óptica", recordando aquello que decía Seurat: supresión de mezcla sucia por el empleo exclusivo de la mezcla óptica de los colores puros, por la división metódica y la observación de la teoría científica de los colores. (2)
    Roger Fry, había superado ya las exposiciones de la señora Marie Bracquemond, la señorita Mary Cassat, los señores Degás, Forain, Gauguin, la señora Berthé Morisot, los señores Camille Pissarro, Lucien Pissarro, Odilón Redón, Rouart, Schuffenecker, Seurat, este ya con claras tendencia post, Signac, Tillot, Vignon, Zandomenegbi, que se ofreció del quince de mayo al quince de junio del 1886 en la Rue Laffitte Nº1; cierto es, que habían pasado unos años desde aquello, pero no menos cierto que aquello rompió moldes, tantos como los que Robert Fry intentaba romper con su técnica acorde los nuevos tiempos, ya entrados el mil novecientos, con la paleta de colores puros aceptando la mezcla de colores contiguos del círculo cromático.
    Era el suyo, el de Robert Fry, un método preciso y científico, que no invalida sensación alguna, sino que la guía y protege.
    Es por ello que él quiso exponer por separado. No deseaba hacerlo junto a Camille Pissarro, ni Cézanne, ni Monet, ni con Renoir... porque él era metódico y claro, se cuidará muy bien de yuxtaponer dos tintas lejanas para obtener por su contraste una nota brillante, porque para eso...para eso está los otros.


    Un placer estar en tu casa y poder hablar de arte.
    Salut

    Curioso que no resulte nombrado en el libro de los libros sobre los movimientos pictóricos, el de Juan Eduardo Cirlot (1)
    (1) "Diccionario de los Ismos" Ed Siruela
    (2) "De Eugenio Delacroix al Neo-impresionismo" Paul Signac. Ed Poseidon

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    1. Qué añadir más, gran Tot, si nos acabas de mostrar toda tu maestría, con ese triple salto mortal con el nos conduces por todo el post impresionismo, sin levantarte de la silla. Me saco de tu comentario y del de Joselu, más tramas para disfrutar de este círculo admirable en ocasiones y al que en otros momentos se les calificó de altanería. Es lo que ocurre cuando te adelantas a tu tiempo,Tot. Un abrazo y cuídate.

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  3. A veces pienso que esa mentalidad aferrada a los cánones clasicistas, la rigidez mental y la mirada unidireccional ha sido uno de los grandes males de los que ha estado aquejada la humanidad desde siempre. Nos aferramos a los convencionalismos y las creencias inculcadas desde la cuna, lo que hemos leído o lo que nos han inculcado por la vía que sea, incapaces de admitir más verdades y estilos vitales los nuestras, sin a penas capacidad de revisar y hacer la más mínima autocrítica, sobre todo cuando no nos sirven para nada en realidad, de ahí que casi siempre conviva la doble moral y la hipocresía por un lado y el fanatismo por el otro, porque es muy difícil conciliar lo que de verdad hacemos, con lo que de verdad pensamos /sentimos y las verdades absolutas inexistentes, en ese disloque, es natural la insatisfacción y la infelicidad en al que casi siempre nos movemos. Las vanguardias no son más que intentos de salirse de lo establecido, explorar nuevas vías y caminos diferentes de los habituales buscando colmar esa insatisfacción, pero al final siguen sin colmar nada porque falla lo fundamental, esa coherencia interior tan difícil, casi te diría imposible de conciliar. Esto unido a la manera de pensar /vivir tan epicúrea en la que aun los espíritus abiertos terminaban asqueados de todo, por eso los que no tienen ese espíritu abierto y casi te diría arriesgado y aventurero las rechazan, y los que lo tienen se mueren en su vorágine.. de ahí tanta infelicidad como sentían todos estos personajes. Siento no centrarme hoy demasiado en tu estupendo texto y sólo en lo que me sugiere. Fíjate, me sugiere otro asunto que subyace en muchos de tus textos y me hace gracia, la imagen tan penosa –a mi modo d ver- que proyectamos las mujeres en el pasado, causantes de duelos, infidelidades y amoríos superficiales como forma de sobrevivir en un mundo en el que aun no pintando nada, lo horadábamos soterradamente…porque no me digas que no es triste saber que todas estas damas unidas a las vanguardias, que sin embargo vestían al más puro estilo victoriano y no solo estéticamente por fuera, al final reproducían en la intimidad, las mismas conductas y formas de pensar tan masculina, de usar y tirar… no sé jaja me estoy yendo del tema y mira que los impresionistas son y siempre serán el estilo con el que más conecto, pero ya me estoy extendiendo y divagando demasiado, discúlpame.. me ha caído muy bien este Roger Fry, a quien no conocía, lástima que no diera con alguien que le mereciera ; ) Un placer como siempre, mil gracias y un abrazo SERGIO,.. ah! lo olvidaba, tanto el vídeo como la música ,deliciosa! gracias tb por él. .. disfruta de lo que nos queda de acueducto .. yo me voy pitando a seguir corriendo sobre él, y mira que aquí no deja de llover: )

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    1. Madre mía, ahondas de maravilla en los aspectos psicológicos de personajes tan complejos, y en su insatisfacción permanente que apenas nada saciaba. En cuanto a las mujeres, las hubo brillantísimas y que a través de argucias lograban encajar en el lugar que les correspondía por talento. Matemáticas, científicas, y artistas que a pesar de ser postergadas,nunca lograron eclipsar su enorme valía. Berthe Morisot es de mis preferidas. Un saludo, María.

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    2. No SERGIO, no he dudado del intelecto y valía de las mujeres de entonces, que como ahora, indudablemente las hubo y las hay, cuestiono que rechazando los parámetros masculinos al final caían y caemos igualmente hoy, sobre todo en los que considero más negativos, superficialidad, esnobismo, egocentrismo... Y por eso creo, muchas terminaban desquiciadas e ingresadas en psiquiátricos como Lucía Joyce, Vivianne Eliot, la mujer de Scott Fitzgerald, que no recuerdo como se llamaba, Laura Stephen, hermana de Virginia Woolf, ella misma, padecía bipolaridad y terminó suicidándose,.. bufff una infinidad de mujeres brillantes que sin embargo, zambullidas en esas vidas desenfrenadas, llenas de excesos tan del gusto masculino, terminaron fatal…y por eso me refería a ese disloque vital.. No sé, mira, curiosamente te has referido a la excepción que confirma lo que intento decirte, Berthe Morisot. Seguramente sea artísticamente del mismo nivel que Monet, de quien solo se la recuerda como su modelo, porque fueron muy amigos y sin embargo fue una maravillosa y buenísima pintora impresionista que lejos de perderse en la vorágine mundana, vivió su vida y su arte en armonía, plasmando sus impresiones de una plácida felicidad familiar constituyendo una verdadera excepción a la regla, pues desarrolló una importante carrera artística sin renunciar a su papel de esposa, madre o mujer de la alta burguesía a la que pertenecía.. Era quien era y sin embargo hacía lo que le gustaba hacer, que además hacía de maravilla. Sus cuadros reflejaban como ninguno, su intimidad doméstica, su vida diaria y delicada exploración de la feminidad vista desde su perspectiva -meeencanta su pintura. Ella no plasma a la mujer como la veían los hombres de la época, no tuvo que vivir como ellos, para ser tan o más brillante que la mayoría de ellos, aunque la historia no le haya hecho justicia, bueno, para los que amamos el impresinismo sí que sabemos quien fue y tiene toda nuestra admiración por ello.
      Ya te dejo y eso que solo pensaba decirte que no pretendía poner en duda la valía femenina, solo el que considero error, entonces y ahora de algunas que hayan supuesto que la felicidad se alcanza, abusando de sus encantos o mimetizándose con comportamientos masculinos...cada uno debe ser quien es, sin renegar o dejar de aceptar esa realidad... fin. jajaja Feliz tarde!

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  4. Esas vanguardias sí parecían tener algo para decir y/o mostrar, nos guste o no. El arte hoy está desaparecido en el mundo, en la sociedad. Nos volvemos cada día más vacíos es incapaces de expresarnos, solo tenemos la capacidad de ver una pantalla y fingir emociones que no sabemos si son las adecudas.

    Saludos,
    J.

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    1. No podría expresarlo mejor, las pantallas nos engullen y amaniatan nuestra capacidad de imaginación. Un saludo, J.

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    2. Las pantallas obnubilan y nos obligan a creer todo lo que se ve en ellas. Y nosotros tendemos a hacerle, a creerles.

      Saludos,
      J.

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    3. Desde luego, nos proyectan un mundo de sombras como en el mito de la caverna de Platón. Un saludo,J.

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  5. NNo me puse a leer y ya estoy cansada debe de ser la Navidad

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  6. Yo llego también torpón. Disfruta por lo menos la Navidad.

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  7. Escritor e hispanista británico. Escribió varios libros sobre España y en uno de ellos incluyó sus investigaciones sobre el asesinato de Federico García Lorca. Su nombre de nacimiento era Edward Fitzgerald Brenan. Nació en Malta en 1894, hijo de un oficial del Ejército Británico y de una madre irlandesa.

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    1. Sí, tiempos tormentosos, sobre los que Brenan nos ilustra. Yo leí hace mucho Al sur de Granada, que me encantó y que merece por sus personajes que no conocía en aquella época, una revisión. Un saludo

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  8. ra quien era y sin embargo hacía lo que le gustaba hacer, que además hacía de maravilla. Sus cuadros reflejaban como ninguno, su intimidad doméstica, su vida diaria y delicada exploración de la feminidad vista desde su perspectiva -meeencanta su pintura. Ella no plasma a la mujer como la veían los hombres de la época, no tuvo que vivir como ellos, para ser tan o más brillante que la mayoría de ellos, aunque la historia no le haya hecho justicia, bueno, para los que amamos el impresinismo sí que sabemos quien fue y tiene toda nuestra admiración por ello.
    Ya te dejo y eso que solo pensaba decirte que no pretendía poner en duda la valía femenina, solo el que considero error, entonces y ahora de algunas que hayan supuesto que la felicidad se alcanza, abusando de sus encantos o mimetizándose con comportamientos masculinos...cada uno debe ser quien es, sin renegar o dejar de aceptar esa realidad... fin. jajaja Feliz tarde! Esta mujer no la puedo entender me fui a su blog y me rio. Escribe y repite lo mismo le gusta lo largo sin saber que lo corto de muestra genialidady sabiduria
    me gusta como escribes tienes con las mujeres un trato que me gusta .Algo difícil de encontrar en los bloggs de hoy en dia Felicitaciones eres muy completo.

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    1. Muchas gracias. Y tienes razón en muchas cosas de las que dices respecto a las mujeres. Un saludo. En cuanto a Roger Fry es cierto que sus pinturas son en algunos casos excelentes. Su autorretrato en el que no escabulle un ápice de la dureza de su rostro, es de los más perfectos que he visto. Le acusaban de plagiar estilos y no encontrar el suyo propio, como haría por ejemplo Modigliani.

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