"O jos verdes ", la sintonía de la guerra, " verdes como la albahaca, verdes como el trigo, verdes ", los trémolos de la artista valenciana, luz en las ondas. Doña Concha Piquer cantaba Ojos Verdes (1) con desgarro, su bagaje en la vida había sido demasiado acre, a pesar de haber remontado con creces la miseria de sus orígenes familiares. Así lo acreditaban sus ahorros en el Banco Hispanoamericano. Pero aquellos minutos musicales eran un sonsonete, que acariciaba los diversos frentes de la contienda, pausa al ardor guerrero. Como la S egunda Guerra Mundial tuvo Lili Marleen , que unió a los adversarios, que podría venir de adversidad, en el conflicto español, Ojos verdes fue esa canción común. Desde esa Sevilla a la que " se había extirpado la hidra bolchevique ", una tregua también para las soflamas de voz aguardentosa de Queipo de Llano . Concha Piquer en la cúspide de la fama. - La de ayer propasó lo imaginable. - Cuchicheó uno de los técnicos ...
Un viaje por la historia y la cultura