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Kim Philby, ser o no ser, en un instante.

Hacía demasiado frío en los alrededores de Teruel.  Por eso, todos buscaron acomodo en torno a la chimenea, cuando aquel reloj  de pared moraba por las seis de la mañana. Bostezos y la molicie de los cuerpos entumecidos de aquellos corresponsales, en los que la fealdad parece apoderarse de todos sus rostros. Una parte de los periodistas provenía  del Gran Hotel de Zaragoza, donde estaban alojados con sus amantes confortablemente, por lo que el madrugón había hecho mella. 


De Desconocido - [1], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=93678352
Philby, el espía más célebre de la historia.

-Madrugar nos hace más feos.- Observó el chistoso de aquel circo ambulante, en el que se había convertido la prensa.

-   Peor es hacer la guerra de noche, que es cosa de pobres.- Dijo  alguien de los presentes. No con mucha razón le contradeciría cualquier experto en estrategia militar, precisamente resultaba el momento más propicio para las emboscadas. Pero se le adelantó un compañero de un diario francés, que le repuso que más de "pobres es contarla". De igual forma, tendrían que partir después del desayuno a un pueblo situado en las postrimerías del frente, ese lugar mágico, lleno de la taumaturgia para los reporteros de guerra.  Se llamaba Caudé. 

De Desconocido - Narodowe Archiwum Cyfrowe, 1-E-6907, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=56429591
Un T-26 republicano en el frente de Teruel.


- Caudé, no suena como Waterloo.- Sonríe un americano con su pronunciación abigarrada y una gran estatura. La Guerra Civil Española ocupaba las portadas de medio mundo, y sus lectores de Massachusetts o Maine consumían ávidos los nombres, flechas en los mapas, de tal forma que pronunciaban lugares tan extraños como Guadalajara, o Jarama con gran soltura. Edward Neil, que así se llamaba el americano grandullón, transmitía en sus teletipos a la agencia Associated Press, que España había sido tierra de musulmanes. 

La famosa agencia, que sigue con su actividad.


Ernest Richard Sheepshanks, un inglés de buena familia, los ecos de aquella cháchara le recordaban a las conversaciones que antecedían a la actividad de la caza del zorro, en este caso de seres humanos. - Ernest, no saques la picha para mear, que se te caerá a cachos. -  Le apremió Neil hasta que llegó el delegado de la Oficina de Prensa y Propaganda, con aire marcial, los bigotes de finos rieles. 

Se olvidaron de los chascarrillos, ya que aquel tipo no se tomaba a broma nada. Además, hablaba un inglés skakesperiano, y era uno de los hombres de Alfonso de Merry del Val, que en cambio caía bien a todos. El factor humano, tan extraño, con sus filias y fobias inexplicables. Como un muchacho de veintitantos años, un tal Kim Philby, que también acarreaba en sus espaldas el peso de unos apellidos ilustres, y por eso había tenido una conexión especial con Merry del Val. De hecho, el padre de Kim, Harry St. John Bridger Philby había sido casi tan legendario, aunque con menor prensa que Lawrence de Arabia,  por prestar servicios impagables a la Corona en Oriente Medio(1)

De Desconocido - Image from The heart of Arabia, a record of travel and exploration (London: Constable and Company, 1922) by H. St. J. B. Philby: https://archive.org/details/heartofarabiarec01philuoft, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11433975
Harry St. John Bridger Philby, un Lawrence de Arabia menos reconocido.

Oriente Próximo estaba más bien lejano, cuando aparecieron los automóviles de la comitiva a Caudé. El primero en la fila era un sedán azul. Habían madrugado, y el bisoño de Bradish Johnson  se había despistado. Nadie le avisaría, aunque cubriese a dos cabeceras importantes como Newsweek y Spur. No le soportaban y le rehuían en el cónclave zaragozano, por sus bromas de mal gusto. Philby fue a sentarse en la parte delantera, pero el sitio estaba ocupado por el norteamericano, Edward Neil, que debido a su tremendo corpachón, requería de espacio para estirar las piernas. Nada que reprochar, Kim desenfundó un Gauloises, y se encendió el pito. Una vez que parecían partir, apareció el pesado de Bradish Johnson, que distraído solicitó subirse al primer sedán. 

- "No me importa que entres o salgas, amigo, pero cierra la maldita puerta." - Le impele azorado Neil. Era el último día de 1937, y las temperaturas descendían de los veinte grados bajo cero. 


De Desconocido - 8QFBrpoKkEE0BQ en el Instituto Cultural de Google resolución máxima, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21908960
Guerra en las entrañas de Teruel.


Con Bradish, al automóvil le invade un espeso silencio, el de la inconveniencia. Aunque fuese un cretino, Johnson,  se percató del embarazoso impasse, así que sacó una caja de chocolatinas, para congraciarse con sus compañeros de viaje, cuando inopinadamente se hizo la noche. Un obús, una explosión, una intensa humareda, qué sé yo dice en su testimonio Philby, que no sabe si está soñando, o es la enésima broma de un americano estúpido, que con un artilugio como un petardo adosado, quiso hacerse otra vez el gracioso. Enseguida fue consciente de que la cosa era grave y de que se había salvado milagrosamente, porque el estúpido de Johnson había caído exánime sobra la caja de cambios. Estaba muerto. Entre la polvareda sus ojos acusaron el cuerpo repleto de metralla de Neil(2), que farfullaba incoherencias. Todas esas esquirlas le habrían reventado a él, que además tuvo la fortuna de que la gran humanidad del americano le sirvió de parapeto. Solamente tenía una herida en la cabeza. Sheepshanks también se encontraba mal herido. 

De Christian Franzen - (1907-01-31). "El nuevo ministerio". Nuevo Mundo (682). ISSN 1699-8677., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=44986501
Alfonso Merry del Val, clave en las relaciones con prensa extranjera.


Mucho se habló de la fortuna de Kim Philby, al que Francisco Franco Bahamonde habría de condecorar. Tiene la baraka de los combatientes, y como corresponsal del Times, una cabecera conservadora, su salvación se presta a la acción propagandística y a deshacerse en loas milagrosas hacia La moderna Cruzada. Al cabo de las horas, trasciende que la explosión fue producida por un obús republicano. Se creía que la zona era tranquila, si no fuese por la contraofensiva de los rojos. Seguramente el Generalísimo contase al plumífero del Times cómo sobrevivió milagrosamente en África a unas heridas en el estómago, que resultan tan dolorosas que algunos incurren en el suicidio. No obstante, lo más interesante de esta historia, es que esta acción de demasiada baraka para Philby iba a significarle una carta de presentación fabulosa en ambientes conservadores, con la que no despertará recelos como doble agente de los comunistas hasta la década de los cincuenta. Incluso se cree que se le encargó la misión de asesinar a Franco. En cualquier caso, Philby fue visto como un héroe conservador, tocado por la gracia divina. Sabemos de su posterior actividad, clave para que los soviéticos aceleraran su programa atómico.  


De Nikolay Andreyev - Escaneado propio, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=17503229
El comunismo creó un gran caldo de cultivo en las universidades inglesas.

Y si alguien se presta  a las teorías más conspiranoicas, la familia Sheepshanks estaba convencida  como manifestaron a Hugh Thomas, el gran hispanista inglés, que Philby quiso deshacerse de sus tres compañeros de automóvil, que sospechaban de él. Su familiar había informado a un secretario de la Embajada británica en España de las actividades de inteligencia de Philby en favor de los soviéticos. El relato de la explosión del obús variaría sustancialmente. El artefacto alcanza el sedán cuando el espía se había puesto a buen recaudo, y fingía muchas ganas de orinar. Y es que tal y como quedó el automóvil, resulta inconcebible creer que nadie se salvara del impacto del proyectil republicano, si es que no fue otra cosa, como un artefacto con una carcasa de obús que accionara Philby, como creía la familia Sheepshanks.

    

De Desconocido - Biblioteca Virtual de Defensa RETRATO FOTOGRÁFICO DEL GENERALÍSIMO D. FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE (MUE-120279), CC0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=52884802
El dictador Franco, que condecoró al espía soviético.



(1) Luego, el pater familias mascullaba en petit comité que sus compatriotas habían traicionado a los jerifes, a los hachemitas, con la trama de Sykes- Picot, la Declaración Balfour, y hasta a los propios Rothschild. La región se había convertido en una falsa almoneda entre árabes y judíos, y cuando había llegado la hora de pagar, ofrecían el mismo cheque para todos, con el añadido de que no tenía fondos. ¿Quiénes eran ellos para repartir lo que no era suyo? 

(2) Neil muere días después de una gangrena y septicemia en el hospital de Zaragoza. Sheepshanks corre la misma mala suerte en un hospital de Monreal. 



Comentarios

  1. Caramba.. Esta historia es verdaderamente interesante, de aquellas de leer y leer y de la que no sabes con que teoría quedarte, dado que todo induce a pensar una cosa mientras se produce otra.

    Hay historias que sirven para guiones de cine, esta que nos traes a colación, es una de ellas.
    Siempre me asombró la capacidad de credibilidad que ofrecía el comunismo y su facilidad de convencer incluso a las personas con capacidad intelectual acentuada y con una vida acomodada en su país, aunque claro, las circunstancias son las circunstancias y hacía poco había quebrado la bolsa de Wall Street y comenzaba la Gran Depresión, y con ella la idea de que el sistema americano no era el mejor.

    Este es el caso del espía, contra-espía, espía-doble, agente secreto o como se le quiera denominar a Kim Philby. Claro está, que como decía Azorín, tanto si se cree en la Virgen del Pilar como en la Anarquía, en todo lo que se crea, se cree igual.

    Allí, Philby confraternizaba con los mismos pensamientos que sus compañeros de Universidad, los conocidos por el Círculo de Cambridge, Anthony Blunt, Donald Duart Maclean y Guy Burgess .

    Nunca sabremos si verdaderamente tiene la baraka de los combatientes, porque nunca sabremos si aquel detonante fue obra suya, temiendo ser descubierto por uno de sus ¿camaradas?, pero tampoco debería tenerse en cuenta este "detalle", allí murieron pocas almas, sin embargo, se sabe que su traición a Inglaterra costó cientos de vidas.

    Queda la duda de si fue efectivamente Kim Philby el elegido por el líder soviético, José Stalin, para intentar asesinar a Franco, teniendo en cuenta de que se encontraron documentos en el listado de N. Yezhov, el comisario jefe de la NKVD soviética, que así lo afirmaba, pero la historia de este sujeto es tan volátil que de lo único que se puede tener certeza es que quiso ser enterrado en la URSS, donde decía, tenía seguro su patria.

    Un abrazo y un placer
    Salut








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    1. Un placer, Tot, leer tu semblanza de un personaje, que de forma concisa dibujas. Tan pulposo, que el mismo Stalin creyó que podría tratarse de un triple espía. Es decir, que nominalmente fuese espía británico, y que creyendo el NKVD/KGB que espiaba a favor suya, en realidad, fuese un instrumento finalmente del MI6. La verdad, que las historias de espías tienen ese trasfondo de realidad e impostura, que difumina a sus protagonistas. Uno no termina de saber quiénes realmente fueron. Y quizá, como les ocurrió a ellos personalmente, esas circunstancias de interpretar varios papeles les minaba hasta perder la cordura. Recuerdo en un libro "secreto" ( es broma) sobre los servicios de inteligencia exterior del Reino Unido, en el que se hablaba del alto coste personal que pagaban sus agentes. No todos, pero había una tendencia al alcoholismo, los divorcios y otras adicciones, hasta frisar la locura, cuando no sobreponerla. El propio Philby se sentía tremendamente solitario. Solamente una vez, cuando se reunió con su padre y la que sería la última pareja de Philby, vivió un espejismo de felicidad, familia. En el que la vocación de servicio, no se interpuso entre su persona y su vida familiar. Un abrazo, Tot, un placer tenerte por estos pagos.

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  2. M rio no entiendo nada
    Saludos y felicidad con el que les tocara como presidente de uds Una raza humana

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  3. Hola, Recomenzar. Es la historia del espía más famoso,Kim Philby, que cubriendo la Batalla de Teruel, salvó la vida milagrosamente cuando un obús cayó en su automóvil, mientras morían el resto de ocupantes. Sin ese guiño del azar, la URSS no habría obtenido tan fácilmente los planos de la bomba atómica americana, por ejemplo.

    En cuanto al Presidente, por autoritario, me parece más una tristeza. Aunque habrá opiniones para todo, nunca antes vi un cisma de estas dimensiones en mi país. Un saludo.

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    1. Gracias Sergio por explicarme lo que no entiendo Vengo aqui a ver lo que has escrito y si me lo explicas te lo agradezco
      besitos

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  4. Al margen de las circunstancias del recorrido de Kim Philby, que tan hábilmente nos has recreado, me viene a la mente la reflexión de que nuestras vidas personales -al menos la mía- son absolutamente unidimensionales, y me admira que un hombre -dejando al lado la moralidad y el juicio político- pueda tener tantas caras y perfiles y llegar a ser agente doble, triple o lo que sea, y que todavía no se haya desentrañado en realidad para quién espiaba, si para los británicos, para los soviéticos, condecorado por Franco, y su vida complejísima y azarosa en medio de tensiones increíblemente fuertes en un momento de la historia terrible. Me veo a mí mismo y considero que lo más audaz que hago en mi día a día es jugar con mis gatos y hacer la compra semanal, y no puedo llegar a imaginar una vida tan extraña y tan increíble como la de Kim Philby. Hay vidas que equivalen a docenas de vidas normales, vidas que se viven como si se vivieran multiplicadas por cien. No se si Philby era un héroe o un canalla, pero sí que me conturba la multiplicidad de su vida. No sé, nadie lo puede saber, cómo funcionaba su conciencia, si tenía claros cuáles eran sus valores o se vio perdido en medio de ejercicios supremos de supervivencia en las que el azar le favoreció sin lugar a duda. Magnífica historia que me ha hecho pensar. Un saludo.

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    1. Son sorprendentes tus reflexiones, Joselu, porque en muchas ocasiones me he preguntado por mi vida monocorde comparada con otros espíritus que considero más polifacéticos. Y sin embargo, creo que en tu unidimensionalidad tienes una capacidad de razonamiento y de matices, que no creo que albergase Philby y a la que llegan muy pocas personas. O al menos en la imagen pétrea, de ideales incorruptibles, donde no cabe el margen de la duda. Por eso, los hombres de acción difícilmente pueden ser reflexivos. Para mostrar varias caras, necesitarías saber, por lo menos íntimamente, cuál es la verdadera, sin perder la cordura. Porque en las disputas de servicios de inteligencia, más durante la Guerra Fría, no ser capaz de sostener la impostura te podía costar la vida. Un arresto de franqueza como el que experimentó Ignace Reiss, le costó la vida. Escribió a Stalin que dejaba el servicio porque no podía seguir viviendo en la impostura de combatir por unos ideales en los que había dejado de creer. Orlov, más receloso, supo fingir un apego hasta qué estuvo a resguardo. Un placer tenerte por aquí. Tú única dimensión, se abre en vetas que nos resultan increíbles al resto.

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  5. La batalla de Teruel fue una de las más cruentas de la guerra civil, se la consideró nuestro particular Stalingrado, con el general invierno de máximo protagonista... Siento decirte SERGIO, que de espías no sé nada de nada y de este que nos has traído hoy, menos, nunca había oído hablar de él. Así que gracias! El episodio que nos narras hoy, como dice MIGUEL, parece el tráiler de una película, sobre todo el momento en el que impacta el obús, casi se puede ver la escena, la has narrado fantásticamente bien…Lla guerra civil Española fascinó al mundo informativo de su tiempo, supongo que por la épica y el morbo que despertaría la lucha de un pequeño país contra sus opresores fascistas, pero no solo vinieron periodistas de todas las corresponsalías del mundo, creo que fue, la guerra de los escritores. Hemingway, que tb fue corresponsal, estuvo allí y y entre crónica y crónica,, escribiría “Por quién doblan las campanas”, que creo es la película en la que más he llorado de toda mi vida…y mira que lloro ; ) la vi con 14 años en un cineforum del colegio, me impresionó muchísimo, imagino que mimetizada con su protagonista que tb se llamaba María, quizá si la viera hoy me parecería una bobadita, aunque la novela tb me gustó muchísimo. Hoy más que nunca, está vigente sus famosos párrafos …” la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad [...], nunca mandes preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti”. No existe un conflicto que haya interesado tanto a los escritores e intelectuales de todo el mundo como aquella contienda, ni siquiera la II Guerra despertó tanta fascinación, además de Hemingway, vinieron autores de la talla de Pablo Neruda, George Orwell o André Malraux, entre muchos otros. La flor y nata de los escritores de la época se dio cita aquí. Mientras nosotros nos desangrábamos en una de nuestras muchas luchas cainitas, ellos confraternizaban con el pueblo y arrimaban el hombro en lo que podían. La verdad es que no sé cómo pueden llevar esa doble vida los espías, esa frialdad y ese desdoblamiento, mucho más si como este, además jugó a dos/tres bandas, es algo que incluso cuando lo veo en la vida ordinaria, me asombra ¿cómo puede dormir esta gente por la noche? A lo mejor no duermen, a lo mejor son vampiros jajaja.. supongo que son de una pasta especial, el cinismo elevado a la enésima potencia debe anestesiar todo tipo de escrúpulos, no hay más que ver a nuestros políticos jajaja Gracias por esta estupenda peli de espías, abrazo fuerte y muy feliz domingo, SERGIO!

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    1. María, menudas pinceladas que me han dejado helado, con la que recorremos la batalla más dura de nuestra fatídica contienda. Una guerra que como dijera un profesor de Oxford, era el primer conflicto con únicamente un bando que representaba el bien. Del otro lado, la imagen vetusta de la Cruzada. Y atrajo a mucho intelectual de los dos polos ideológicos, incluso del bando rebelde, autores y artistas, que por ejemplo Trapiello rescató en su prontuario de las Armas y las letras. Obra fascinante, cautivadora para conocer a esa inmensa jarca de autores, que en democracia pasaron al limbo. También sorprendente la vida de los espías, tan difusa, que todavía hoy se nos presentan sus obras y hazañas como imágenes borrosas.Un verdadero placer contar con tu prosa y narrativa tan estupenda.Un abrazo y feliz domingo.

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