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Sorolla, en la corte del rey Víctor Hugo.

 

Engreídos filibusteros de barbas foscas, que acudían a los cafés a dirimir sus diferencias y perspectivas acerca del arte y de la vida en general. Impelidos por fuerzas oscuras, y ateridos de frío, salían como fantasmas de la bruma de sus atelieres, cuando se cernía la noche sobre la ciudad. La Tercera República había traído derechos, pero nada de prosperidad. Eso esgrimieron los llamados reaccionarios, que veían declive en todo lo que concernía a la patria. - El carbón está por las nubes.- Apreció a sus circunstantes Paul Verlaine, que caminaba entre la tumba, el café y el hospital.  Desde el ágora preferido de su esquina, acomodado, adormecido, quizá. - Y aquí se está calentito. 


De M. DORNAC (1858 - 1941) - https://www.parismuseescollections.paris.fr/fr/musee-carnavalet/oeuvres/portrait-du-poete-paul-marie-verlaine-1844-1896-au-cafe-francois-1er-69, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=192145
Paul Verlaine, el grandísimo poeta francés, en su esquina preferida.


Muchos dirigieron sus miradas hacia él, pues aquel día, todavía estaban conmocionados por el cortejo fúnebre de uno de los padres de la patria y príncipe de las letras, el inefable Víctor Hugo. Su catafalco al socaire del Arco del triunfo le dio una solemnidad que el propio autor había desdeñado. 

- Si no puede dar pompa la República a uno de sus héroes. - Repuso  Eugène Chigot a uno de sus contertulios, que daba la casualidad, que se trataba Alexandre Cabanel.  El primero pertenecía a una de las sagas más prolíficas del mundo de la pintura, le señaló su amigo, Pedro Gil, con esa sonrisa idiota que no se le extinguía. ¿Qué tendría tanta gracia?

De Étienne Carjat - Bibliothèque nationale de France, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=28384247
El gran Víctor Hugo.

- Nada, señor Chigot, se han traicionado sus voluntades con tanta púrpura.- Asomaban las canas por esos cañones de barba, bien recortada, y teñida. El pintor sesentón, el señor  Cabanel, apenas entendía a los jóvenes. No había nada más importante que las últimas voluntades de un hombre- Y hasta en eso, el estado mete sus narices. - La pareja de artistas españoles escuchaba retazos de aquella polémica.  

A Joaquín Sorolla, que accedió a regañadientes a ese viaje a París, todo le parecía una vana comedia. El arte estaba en Roma, en el clasicismo, no en las revoluciones parisinas que argüía su querido Pedro Gil. En fin, una funesta pérdida de tiempo. Aquellos petimetres simulaban sus mejores poses para ser vistos como hermosos bustos de museos, pero vestían chaquetas raídas. "¡Qué deplorable teatro!" Don Joaquín, en cambio, respetaba la etiqueta de endomingado de provincias. Una pajarita austera con un canotier, daba la nota de burgués que lanzaba miradas arriscadas alrededor. No le eran ajenas, porque se las chivaba su amigo Pedro Gil,  la grisalla de poetas, pintores, o un Erik Satie que fue readmitido por un conservatorio que no le creía preparado, puesto que se iba por las ramas en el deliquio de sus excentricidades. 



De Suzanne Valadon - (1993) 1893 : l'Europe des peintres : Paris, Musée d'Orsay, 22 février-23 mai 1993, Éditions de la Réunion des Musées Nationaux, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7161686
Erik Satie, el genial músico. 

- Eso no es música, no es seguir el canon, qué diantres.- Le había despotricado esa misma tarde como una grulla el profesor del conservatorio, cuyo ojo se agrandaba por el efecto del monóculo. Allí estaba ese músico que giraba en la noria de los cafés parisinos. También compraban ese boleto de noches aciagas, Sarah Bernhardt, bella y embutida en varias capas, con ese toque del sombrero que coronaba su delicada cabecita. Era hermosa aún entrada en la cuarentena(1). O Alejandro Sawa, esa mezcla de marino griego y de vate, que tenía en la popa de sus belfos una pipa, con tabaco mojado de la que le costaba por tanto tirar. Con cada calada, se dejaba los pulmones. Discípulo de Víctor Hugo, VH, para los más allegados, lloraba la ausencia del maestro. Pero pronto la conversación derivó hacia uno de los temas más dilectos de los pintores, ¿ qué les depararía el futuro? - La fotografía, más pronto que tarde, acabará con la pintura. Es de lo más hiperrealista.   


De Napoleon Sarony - Esta imagen está disponible en la División de Impresiones y Fotografías de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos bajo el código digital cph.3a38656.Esta etiqueta no indica el estado de los derechos de autor del trabajo adjunto. Se requiere una etiqueta de derechos de autor normal. Para más información vea Commons:Sobre las licencias., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=43163464
La gran Sarah Berndhardt

- Pero la fotografía no es subjetiva. 

- ¿Qué quieres decir, Chigot? 

- Qué no transmite nada. Es fría, es impersonal.

- Nos dominarán las máquinas. - Sentenció con mal café, Alexander Cabanel. 

 

De Eugène_Chigot - Eugène_Chigot (1860_-_1923),_Un_coin_de_France_Postcard issued between 1921 to 1965 by Salon de Paris., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=93015740
Óleo, del gran Chigot.

Entretanto, Joaquín no domeñaba su inquietud. Las musas jamás se encontrarían entre prostitutas demediadas, sablistas y demás faunos noctívagos, le reprochó a Pedro. A la mañana siguiente quería madrugar para pintar y para él que demorarse allí, resultaba una pérdida de tiempo. -Bueno, Toulouse Lautrec, parece que se encuentra muy a gusto con las hetairas y bailarinas de cabaret, que algunos potentados creen que son lo mismo, Joaquín, sólo que cuestan algo más de dinero. ¡Menudos golfos! 


De Joaquín Sorolla - Hispanic Society of America, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=76470965
Ayamonte, pesca de atún. De Sorolla  (1919).

 - Le gusta demasiado el circo, amigo. Yo no necesito distracciones. Vengo a trabajar. 

- Para trabajar, necesitas vender el producto, que alguien te compre, y nadie irá a tu estudio. Tu trabajo, en parte, son las relaciones sociales. 

- Ya lo sé, Pedro. No soy tonto.  - Sorolla escribió a la que será su futura esposa Clotilde sobre una ciudad que no le provocaba tanto entusiasmo. Era la Babilonia tentadora en las mentes de una España perdida como una isla en los tiempos de la modernidad. 

- Pero cómo se puede venir a París y no visitar el Lido. O el Moulin RougeOh là là, mon ami.- 

-Me parecen muy originales sus creaciones. - Un pasante que se había quedado prendado de algún cuadro de Joaquín, les asaltó con nocturnidad y alevosía. Pedro Gil le insistió que si los cuadros de su amigo tuvieran un toque impresionista o posimpresionista, tendrían una mejor adaptación en el mercado francés. - Nada de eso, desde la crisis financiera del ochentaitrés, el arte en general, pero más en particular, la moda del impresionismo, se fue a hacer puñetas. -  De pronto, con aires cómplices, el pasante les soltó una confidencia. - Fíjense, que Paul Gauguin, el gran Gauguin, vendía como nadie y ahora intenta colocarme sus cuadros. Me da pena, parece un pordiosero.  Necesita veinte cuadros para ingresar lo que antes recaudaba con un lienzo. Es la crisis, y las modas. El señor Sorolla tiene algo de novedoso y original, explotémoslo. - Esa coletilla perseguirá al pintor valenciano, sobre el que muchos críticos de arte, harán notar la influencia del impresionismo, que él no reconocía.  

 

De Didier Descouens - Trabajo propio, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=110156855
La mirada compasiva de Lautrec.

Así la noche muere, punteada con los faros eléctricos, que suplían en algunos recorridos a la luz de gas. Pedro Gil, algo achispado, hablaba con gran facundia sobre ese gran invento que es la electricidad. Hipó. - Nos lo deberíamos llevar a Valencia. - Joaquín, por el contrario, quería que dejara de pararse, para llegar cuanto antes a dormir a su hotel. Será ésa la característica del gran Sorolla de por vida. Esa lejanía de la tramoya social, que le arrancaba de su familia, y por encima de todas las cosas, de enfrentarse a sus lienzos en una batalla que el artista valenciano ganó con creces. Con todo, París le dejaría una huella más profunda de la que reconociera a posteriori. Al día siguiente siguieron el rastro del cortejo fúnebre de VH, como casi dos millones más de parisinos. Y Verlaine volvió a ingresar en el hospital. 


De Anónimo - Fonds photographique Léon et Lévy, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=33041863
El cortejo fúnebre de Víctor Hugo flanqueado por las multitudes.  

(1) Los hombres y mujeres son hermosos a cualquier edad, aunque para las convenciones de la época, frisar esa frontera, era casi apartarte de los placeres de la vida. 

Comentarios

  1. No fue ningún inconveniente para el Sorolla de la época el convenir con la entrada de la fotografía, incluso, y miren por donde, se atrevió a hacerle propaganda a la "Kodak", allá por el 1906, en aquel famoso cuadro donde , y no se sabe si su hija María, o su mujer, Clotilde, cargaban otra toma a la cámara más pequeña del momento, la Kodak "Folding Pocket Modelo Nº 0, para dejarla plasmada en uno de los óleos con más resplandor representativo. (*) y, donde demostraba, que él, en asuntos pecuniarios, y gracias a la pintura que no a la fotografía, tenía los posibles para adquirir esa cámara, que era, en ese momento, mil novecientos seis, el último grito de la modernidad.
    Cabanel, más romántico que naturalista y anti-impresionista, tampoco tuvo problemas con las nuevas técnicas, sus alumnos se contaban por docenas, Eugenia de Montijo ya se encargaba de ello.
    Toulouse ya era otra cosa, jamás tuvo miedo de nada, ni de los artilugios modernos, ni la de quedarse sin vender, como le pasaba a su amigo Van Gogh; él lo tenía todo vendido y encargado de antemano por los dueños de los cabarets que cada noche frecuentaba y del que era uno de sus mejores clientes. Galette y Molín Rouge, Folies Bergerè...
    Quizá, sin duda, el más clásico, el más "formal", el menos bohemio de todo aquello, fue Sorolla, sin duda. Metódico y clásico, sencillo y audaz al mismo tiempo, temperamental y clásicamente tranquilo, su pintura es la antítesis del ruido y la bacanal.
    Visionar un óleo de Sorolla, es ver la representación del sosiego y la paz a la que todos aspiramos.

    Un abrazo
    Salut



    (*) https://es.wikipedia.org/wiki/Instant%C3%A1nea_%28Sorolla%29

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  2. Grande,Tot, a vuelapluma, haces una semblanza de esta galería irrepetible de artistas. Incluso, como leí no sé si a Manuel Vincent, fue consciente de aquellos pintores que tocaban el negativo con sus pinceles e incluso le atrajo la técnica, que nunca probó. Sorolla es Sorolla, nadie hubo como él, un aparte de clasicismo, luz y movimiento. Y que triunfó internacionalmente casi desde que desembarcó en París.A él por mucho que le asimilarán a impresionistas, solamente verenaba a Velázquez. Fascinación que compartió con Maneta que frecuentó el Prado para estudiar al " pintor de pintores". Un abrazo,Tot.

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  3. Con Manet. Este corrector traicionero, nos ha salido contestón.

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  4. Es cuando fui por primera vez a Madrid, hace ya algunos años, no fui al Prado, Sergio, no, al Prado voy a ver dos cosas: al Bosco, y a Las Meninas, fui al Museo Sorolla, con tanta fortuna que me encontré con una bedel que me acompañó por toda aquella casa, había poca gente en aquella casa, la vivienda/estudio de Sorolla , y me hizo ver varios detalles del pintor. Jamás disfruté tanto y lo pasé tan bien que con aquella visita.
    Un abrazo

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    1. A mí me fascina la casa museo de Sorolla. Hay una parte de él que todavía no se ha esfumado. Tengo una visita pendiente, me regalaron unas entradas, ahora que creo que está la exposición en la que el gran Manuel Vincent nos descubre parte de la historia del pintor valenciano. Así como una biografía de Doña Concha Piquer, que un amigo, no muy asidua al género de las biografías, me ha recomendado encarecidamente. Él ha viajado con ella por el tiempo de la gran artista. De la que desconocía salvo frases en la mente de todos,su verdadera talla como grandísima artista. Cuídate, Tot.

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  5. Lo siento, vengo a toda pastilla y no puedo leer los comentarios... luego lo haré...

    Claro SERGIO, es que enfrentas dos visiones de la vida totalmente contrapuestas, en mi opinión. Victor Hugo, el máximo exponente del romanticismo y su arrebatado Jean Valjean ex convicto que se convierte en el antihéroe luchador contra la miseria y la injustica de su magistral Los Miserables y todos los bohemios de finales del XIX que arrastraban sus miserables vidas entre los excesos y el desenfreno de la noche parisina, las reivindicaciones sociales y todos los libertarios en plena efervescencia artística. Noche en la que la gran Sara Bernhardt brillaba como un enorme anuncio de neón -fue la primera celebridad global- con un hombre como Sorolla, ordenado, súper trabajador. Conservador, pintor de la burguesía, quien además, nunca pretendió atacarla, ni cambiar el orden social establecido por el régimen conservador de la Restauración en el que vivió toda su vida adulta y cuyos personajes retrataba, por más que sus cuadros de mar denotaran una vinculación con los más humildes, creo que fue más por nostalgia de las tierra y de su infancia, que verdadera preocupación social. Esa luz maravillosa que despliegan sus cuadros reflejaba su acomodada y serena vida lejos del bullicio y la vorágine parisina, por más que como efectivamente cuentas, el impresionismo y lo que él llamó iluminismo y uego el postimpresionismo se plasmara en sus cuadros a lo mejor de manera inconsciente, se ve que le caló mucho más de lo que a él le hubiera gustado y por eso los hizo aun más mágicos para suerte de todos los que luego hemos disfrutado su obra. Seguramente de todos los personajes que mencionas, el único que pienso casaría un poco con su forma de pensar y sentir con él y no a nivel personal, porque no sé nada de su vida, solo por su música minimalista y serenamente preciosa sería Erik Satie. Me ha encantado este texto, tienes una capacidad increíble para dibujar escenarios y situarnos en él como si estuviéramos escondidos tras unos cortinones observándolo todo sin ser vistos: )

    Mil gracias y un abrazo fuerte para ti y para MIGUEL!

    PD
    jaja meeenos mal que no tengo tiempo, si no te escribo un tratado jajaja perdón, no tengo arreglo : )

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    1. María, un hermoso tratado. En el que reverbera la literatura del gran Víctor Hugo y luego toda esa escala de colores. Es curioso que Sorolla al principio se posicionaba como republicano, pero su hermano o amigo,Blasco Ibáñez, le reprochó que no era tal, por la debilidad que sentía por Alfonso XIII,que le nombró pintor real. Muchas gracias por brillar aquí o en cualquier lugar, María. Eres grande.

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    2. Tiempooooooooooooooooooooooooooo, María. agggg soségate. Ya escribirás con más calma...
      Un beso y gracias por enviarme un abrazo desde esta casa.
      Besotes mil ...

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    3. jaja estoy sosegada MIGUEL, no te preocupes. El domingo pasado me estaban esperando y yo aquí escribiendo como una posesa sin poder parar jajaja y no SERGIO, no soy grande, tampoco pequeña, pero como peso poco, no abulto demasiado, mis letras si qué ocupan cien veces más que yo, pero como son a granel, no valen nada. El placer es siempre mío por todo lo que me enseñáis aquí, a veces pienso que debería pagar por poder disfrutar de todos vosotros. Mil gracias a ti! .. a vosotros!

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    4. A mí me parece que tienes un blog fascinante, que mezcla una poesía visual y una prosa que tiene swing, ritmo. Impregnada de belleza y de psicología..En otras ocasiones nos azuzas, siempre desde la reflexión, por tu tono más reivindicativa. Te lo diré entonces de otra forma. Pequeña, eres muy grande

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  6. El ego entra autores siempre está a la orden del día, arruinando relaciones o creándolas cuando no es posible lo anterior.
    Interesante relato. Siempre me queda la sensación de que debo continuar indagando sobre el tema luego de leerte.

    Saludos,
    J.

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    1. Muy interesante reflexión, J. Suelen ser collages de personajes,historias y vivencias de estos artistas, que marcaron el rumbo de nuestra cultura.Muy modestos homenajes, para que cobren una vida ilusoria y efímera. Un saludo,J.

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    2. Sea un collage sobre algo "real" o algo meramente inventado, no dejan de tener un pie en las vivencias de la época, lo que invita, al menos en mi caso, a querer saber más. Porque siempre se puede saber más y aprender algo nuevo, que a su ves invite a seguir escribiendo.
      Gracias por tu respuesta aquí y tu comentario en "Proyecto Azúcar", no pensé en esas comparaciones al momento de escribir. Siempre se sorprenden las relaciones que los lectores encuentran en lo escrito porque por lo general no era lo que tenía en mente en ese momento. Pero, otra vez, despiertan la idea de seguir indagando en todo lo que uno desconoce.

      Saludos,
      J.

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  7. En algunas ocasiones, hay algo subliminal que nos evoca ecos de autores, y sin querer aparece ese bruñido en algunas de nuestras historias .Tu relato me recordó a la dureza de algunos cuentos de Quiroga, y es un acierto absoluto el teñirlo de la vivencia de un niño. En cuanto a las entradas del Azogue,procuro ser fiel a las historias que leo allá y acullá. En este caso una biografía del pintor Sorolla. Un saludo, J. Nos encantan tus historias.

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  8. Los mejores cuentos de Quiroga : El almohadón de plumas, La tortuga gigante, Las medias de los flamencos, La abeja haragana, La gallina degollada, Historia de dos cachorros de coatí y dos cachorros de hombre, El potro salvaje, Hombre muerto, La gama ciega.
    Los he leído hace mucho tiempo. Ahora ando en otras..!!!..ja ja ja!!!
    Me gusta mucho mucho leerte, eres buen guía para la gente como( Mí Yo.).lol..lol... .Serías buen líder. Pero todo buen líder tiene una foto bella de él mismo jajajjaa.!!!!!!!!!!!!
    Lo que pasa es que soy muy visual para todo. abrazos

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    1. Me parto de risa,Mucha. Eres inimaginable,ingeniosa,el renglón que luce proverbialmente sobre cualquier otro. Para mí Quiroga es un maestro. Recuerdo muchos relatos que rayan la crueldad de lo inhóspito.Como el de la familia que infortunada engendra seres desgraciados,hasta que la hija colma las expectativas y no nos podemos creer el triste final. Hace mucho que lo leí y no recuerdo el título. Incluso, pese a compararse con Poe, a mí Quiroga me atrajo más en mis años mozos. Se considerará por parte de algunos,una especie de anatema literario. Son grandes los dos. Nunca podré ser líder,porque abrigo más incertidumbres que lo que algunos creen verdades. La realidad para mí es una especie de arenas movedizas y como decía el clásico, sin un punto de apoyo o tantos(literatura,Filosofía,arte,nada práctico) jamás podría determinar nada interesante para el colectivo. Pero tú sí que por tu imaginación podrías liderar a los románticos insomnes.

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  9. Sergio Eres un ser especial que ya no se encuentra en los blogs -Tus tópicos intensos sacan de ti y de lo que eres, lo mejor. Me fgsta imaginarte Debemos de tener la misma edad de la vida que vivimos-Me siento bien escribiendo en tu blog -Me llena de paz cosa rara en mí
    Es de madrugada me voy a dormir

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    1. Jajaja, siempre me sorprendes,Mucha. Todos somos especiales y raros para el otro como decía el clásico. Algunos encierran misterios en su vida más propios de una novela e incluso más fascinantes. Músicos y trovadores frustrados, actores demediados me rodean, con la capacidad de convertir en fantasía la hora más plúmbea. La mayor parte del tiempo son ingenieros,contables y llevan esas dobles vidas con resignación, otras veces suspiran mientras cuadran un balance, porque anhelan que por un guiño del destino, puedan ejercer de cómicos y ese terno con corbata no ser más que un mal sueño. Y a Mucha yo creo que le sobra la imaginación, la desborda en torrentes que nos sorprenden con cada entrada.

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Qué razón tenía Claudel. Donde hay luz,no medran las sombras. Qué tengas un día luminoso.

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    2. soy mucha
      no se que pasa con mi blog no sale mi nombre y en el otro comentario se borró
      Sorry muchacho

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    3. No worries, los demonios de la tecnología....jajaja

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