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Blondell, la trova de un rey perdido

En la voluptuosidad derruida de mis recuerdos, vaga un hecho increíble de mis andanzas por la vieja Europa. Es cierto, que nunca se me fue el regusto por contar historias, pero lo hacía abrigando una cítara en mi regazo, y no en la desazón que me provoca la enfermedad. Pero creí la hora de hacer recuento, por lo que parte de mis familiares se arracimaban en visitas de las que denotaba si acaso febril, un murmullo. A ratos, recuperaba la cordura, y como les incitaba la curiosidad, me hacían preguntas de mis viajes. Cuando una de aquellas preguntas me inquirió si era cierto lo que se contaba. La cara redonda y fragorosa como una luna de mi sobrino William pretendió excusarse por su osadía, mas no quería que muriese sin contar ese secreto.- Lo siento, tío.

- ¿Quién te dice que me voy a morir? Soy inmortal. - El guiño henchido de vanidad de un artista, y la expresión de horro de William, liberado de su embarazo. - Lo entiendo, querido que te pique la curiosidad. 

De Biblotheque Municipale de Lyon, Ms 828 f33r, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3329854
El asedio de San Juan de Acre. 

 Era un misterio formidable, un rey desaparecido en la tormenta, en el norte del mar Adriático, donde las olas rodaron tempestuosas para romper la quilla de la embarcación. Un Odiseo moderno, al que Poseidón expelió de sus dominios con desdén.


De JERRYE & ROY KLOTZ MD - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=24532076
Blondel, trovador y buscador


Los náufragos sobrevivieron, y se disfrazaron contaba la leyenda para pasar desapercibidos, después de tocar tierra. Allí se pertrecharon, aflojaron las bolsas, y el famoso monarca fue tratado como un Jesús que caminase por las aguas. Venía de Tierra Santa. Con todo, un grupúsculo de caballeros donosos y con potentes corceles, suponía suficiente reclamo para los rufianes que salpicaban las trochas que se adentraban en la fronda de aquellos bosques. Pocos páramos, así que se escondieron en sus amplias clámides, con capuchas que no disimulaban las envergaduras de sus espadas.  ¿Cómo prescindir de ellas si eran el único instrumento para espantar a la nube de saqueadores y de adversarios políticos que podrían abalanzarse sobre ellos en su necesidad de regresar por ruta terrestre a su destino, Inglaterra? Le acuciaban las prisas, no en vano, tras haber ganado la gloria, o no la que creía,  hubo de partir porque en su tierra sus enemigos se organizaban para destronarlo. Eso se desprendía de las cada vez  alarmantes noticias que le despachaba el correo real. ¡Su ingrato hermano Juan! 


De Merry-Joseph Blondel - [1] The original uploader was Kelson de Wikipedia en francés., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=79279
Ricardo Corazón de León, el cruzado más legendario.


 Nada más supimos porque a la comitiva del rey Ricardo Corazón de León se la tragó la tierra. Los juglares cantaban que el rey de la cristiandad tenía adversarios que le habían jugado una mala pasada. O algo peor, pues  le acusaban de un asesinato, conjuras malhadadas en las que se veía involucrado. El rey Ricardo había partido de Tierra Santa con la desazón de que su rival más encocorado, sin contar al monarca francés,  Conrado de Montferrat, habría sido coronado como rey de Jerusalén. - Esa decisión no podía por menos que contrariarle, querido sobrino William, porque el gran rey Ricardo había pagado un alto precio por la conquista de aquellas tierras de Palestina. Había descuidado su reino por las Santísimas Cruzadas.  - Un hiato de indecisión de William, me impelió a terminar de contarle la historia. La noche del 28 de abril de 1192, Conrado, uno de los baluartes cristianos de la Tercera Cruzada, fue asesinado de manera artera. Nadie pudo establecer la culpabilidad de Corazón de León, pero tampoco se nos escapaba quien era el mayor beneficiario de semejante vesania(1). Qui prodest. Sin duda, la muerte de Conrado, protegido del rey francés, aventaría la discordia, también con Enrique IV, emperador de Alemania, primo del galo. Casi que Saladino le deseaba mejores venturas que sus hermanos de fe. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos.  


De HISTORY OF ENGLAND by SAMUEL R. GARDINER - http://www.gutenberg.org/files/28157/28157-h/images/img090a.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10254274
La tumba de Juan sin Tierra.


Nos constaba, que nadie sabía del paradero de Ricardo Corazón de León. Una vez más, los juglares especulaban sobre su desaparición con ingeniosas estrofas compuestas por ellos mismos, si eran trovadores, o por otros trovadores. Hasta que un día en tierras austriacas, a las que me había llevado mi oficio de vate, escuché una canción cuya letra creí llena de verosimilitud. Un vértigo me atolondró entonces al descubrir la forja de unos acontecidos que hablaban de un monarca perdido por su mala fe; los pies apenas podían gobernar mi voluntad. Ese rey de la trova que estaba cautivo, con barbas desgalichadas, que parecía un santón ermitaño, estaba seguro de que era mi rey Ricardo, mi afligido guerrero. Se me ocurrió que no debía andar muy lejos, que parte de su camino por tierra habría discurrido cerca de aquellos lares, y que si cantaba  una trova que sabía que era del gusto del monarca, podría reconocerla. Su corte había sido famosa no solamente por su gusto de rodearse de arte y de poetas. Se convirtió en aquel momento en el faro cultural de Europa, y en ese gusto, le había precedido su madre, la bellísima y sin par Leonor de Aquitania.  


De Guus Pikkemaat - Eleonore van Aquitanië 1122-1204Een bijzondere vrouw in het zomertij der middeleeuwen, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=58476768
Leonor de Aquitania, la reina que revolucionó una época.


- Aquella mañana que llegué a Dürnstein, con mis esperanzas algo demediadas, no presentí que fuese a ocurrir nada especial, querido sobrino William. Una fortaleza más. - Hasta que después de destilar la consabida letra de la canción que tanto gustaba a Corazón de León, asomó ese rostro por el que habían entrado el portillón de los años.  Solamente la visión de nuestro señor, Jesucristo, me habría conmocionado más. Mi corazón me golpeaba el pecho. Alcé los ojos otra vez, para domeñar mi incredulidad. Allí la hiedra crecía, por muros en los que su voz se disipaba.  El Castillo de Dürnstein, propiedad del Duque Leopoldo de Austria, primo del rey de Francia y del emperador de Alemania Enrique IV, ¿recuerdan? 

Ricardo se esforzaba en vocalizar, y me suplicó que comunicase su cautiverio, para que sus hombres se prestasen a negociar un rescate. ¿Era tal la gravedad de la afrenta que preferían que Ricardo se pudriera en aquella mazmorra a recibir una suculenta suma por su rescate? Aquí entramos en los predios de la historia. - Yo comuniqué, William, a los leales súbditos que todavía le quedaban al rey infortunado, que negociasen hasta conseguir su liberación. - Sin embargo, mediaron otras cuitas, reventas entre nobles hasta que Corazón logró regresar a su reino, un año más tarde de nuestro encuentro. Y razones de política, con el objeto de que los territorios angevinos por los que Ricardo era súbdito del rey francés, se sublevasen y dejasen de pertenecer al monarca inglés. Extraños laberintos de una época rebosante de intrigas, y aquí les dejo a los pies de mi cama. También les digo que me habría gustado cantarles la historia, como en mis buenos tiempos de juglar. Y aun cuando carezca de importancia, me llamo Blondel de Nesle. No de Nestlé, no sé porque me  confunden con ese tal Nestlé, todo sea dicho. 


Aclaración final: Se trata de una leyenda quizá creada tiempo después de la desaparición de sus protagonistas. Retomada en otros períodos, el mito ha llegado hasta nuestros días, en los que Gore Vidal escribió En busca del rey. Poco cabe añadir a la historia, excepto que su belleza nos apremió a contarla. 


(1) Ese crimen sigue azuzando la imaginación de los medievalistas. ¿Y si el asesinato de Conrado fuese ordenado por alguien que supiese que Ricardo Corazón de León iba a ser inmediatamente incriminado? Nunca lo sabremos,aunque cada uno de nosotros tendrá una idea. 

Comentarios

  1. Como siempre, complementas maravillosamente con más vetas la historia de un hombre con muchísimas facetas, Tot. De él decían que fue un excelente organizador, pero que las Cruzadas requerían fondos cuantiosos como su postrero rescate, del que las arcas del reino nunca se recuperaron, sino hasta mucho tiempo después. Como otros personajes, el peculio y el excesivo gasto de sus empresas, ensombrecen una figura que fue legendaria en vida.

    Recuerdo, que hace tiempo leí una biografía de Corazón de León, que también desembarcaba en la sexualidad del monarca, y en la que el autor se aventuraba a postular un gusto por los de su mismo sexo, al no haber engendrado hijos, lo que sumió también a su madre, Leonor de Aquitania en graves pesares. Al final, el autor barruntaba que tampoco era desdeñable que amase tanto a mujeres como hombres. Sin embargo, que su presunta homosexualidad era un baño de modernidad, que servía de excusa para recuperar a los ojos de los lectores contemporáneos, uno de los personajes más destacados de la historia medieval y universal.

    Todavía recuerdo la portada bruñida en rosa de un monarca que llamaba la atención sobre ese ejemplar. Un montón de libros en una esquina, que promocionaba la editorial, en una de las casas de ocio más reconocidas de Madrid. Reconozco que piqué, no por el reclamo de la sexualidad del rey Cruzado, tanto tiempo epítome de hombría, que me la traía al pairo El libro salvo esas veleidades estaba bien, me ayudó a entender las dificultades con las que topó un hombre de su tiempo. Quizá sus súbditos no guarden tan buen recuerdo. Y le alcanzó la muerte cuando menos la esperaba, como muy bien cuentas, Tot. Inspeccionaba las defensas para abatir la resistencia del Castillo de Châlus, cuando se puso en línea de tiro de Beltrán de Gordón, y el resto es de sobra conocido. Me ha encantado tu enorme precisión de ballestero para dar en la diana de otros relatos que prefiguran la tarea colosal del Rey Ricardo.

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  2. Ojo con el ballestero, Sergio, fue pillado vivo, al parecer el rey, medio moribundo le preguntó porqué le quería matar. Le contestó que en venganza, por haber ordenado dar muerte a su padre y sus hermanos. Ricardo dijo que se le diera de comer y de beber en abundancia, que no le faltara de nada, pero que a la hora de su muerte, la de Ricardo, se entiende, fuera desollado vivo.
    Así se hizo.
    Un abrazo¡

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  3. Crueles tiempos aquellos, Tot, y final terrorífico el que aguardó al ballestero que llevó a término su venganza con el precio más alto que se puede estimar, la vida. Magníficamente contado. No había compasión entonces, pero tampoco en una modernidad que ha creado la guerra fabril. Las brumas bélicas que se ciernen ahora, son un ejemplo de que cualquier convención no dejó de ser un espejismo, en el que creímos salvarnos las sociedades occidentales del horror. No es así.

    Por eso, cuando se juzgan aquellos tiempos como bestiales, recelo de una modernidad que se haya convertido en un hito de la civilización en el ámbito de las contiendas, donde se siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad pero agravados por una tecnología que permite barbaridades más mortíferas. Ya lo decía Putin en algunos de sus discursos, que la generación que combatió en la Gran Guerra Patriótica estaba tan amortizada como el pacifismo. Porque ya nadie contrapondría al relato del poder, lleno de glorificaciones sobre el hecho bélico, sus grandes miserias. Hace poco leí a la Nobel Svetlana Alexiévich y su famoso libro, aparte del que dedica a Chernobyl, La guerra tiene rostro de mujer, que te sorprende porque los testimonios de los combatientes, no carentes de heroísmo, destacan en su mayoría por resaltar unas miserias y lo vacuo de su sacrificio. A su vuelta se les acogió con muchas sospechas, no solamente del aparato cruel del estalinismo, sino que nadie quería escuchar sus vivencias, puesto que se habían convertido en unos testigos pesados de un pasado, que el país y sus ciudadanos querían olvidar lo más pronto posible. Así que convivieron con sus traumas y los más débiles se aferraron a un mar de adicciones o de desconsuelo. Seguramente no hayamos cambiado tanto desde la Edad Media, continúan en vigor nuestros instintos más primitivos, por más capas de modernidad que nos rodeen.

    El de Chernobyl, por cierto, está de miedo. La apertura es una historia conmovedora con la que también arranca la serie de HBO, Tot. Da gusto leerte, pero como una peonza, le doy vuelta a tus incursiones, para que el eco de otras historias, me vengan a la cabeza. Parece que estemos de tertulia, en ese haz de electrones por el que nos comunicamos. Un placer siempre, Tot.

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  4. El placer es mutuo, no lo dudes, Sergio.
    Salut ¡

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  5. Buenos días SERGIO!
    jaja Un moribundo Blondel de Nesle -el trovador francés- no, de Nestlé jaja muy buena la precisión, seguramente en la edad media existiría la misma competencia chocolatera entre Nestlé y Milka ; ) me ha surgido la cuirosidad, en tu historia al mencionar a Willian como sobrino del trovador Blondel te referías a william Shakespeare ¿..? o ¿nada que ver?
    Por lo demás„ eres un gran narrador histórico, muy bueno. Conocía la leyenda que atribuye a Blondel la liberación del Rey Ricardo, pero de Ricardo Corazón de Leon a parte de ser el rey de las cruzadas y que luego añadiría su leyenda a la de Robin Hood, poco más, salvo su malo malísimo hermano Juan sin Tierra que a su muerte efectivamente subió al trono, aunque lo cierto es que, Ricardo en realidad nunca actuó como un rey, solo como jefe de ejército y soldado, representando el ideal caballeresco y cristiano de las cruzadas, a donde se fue, a los pocos meses de ser coronado. Abandonó una isla, que pisó, poco más que para su coronación, porque auque había nacido en Oxford, casi ni hablaba inglés ya que pasó casi toda su vida toda su infancia en Fracia, para embarcarse tras su coronación en la tercera cruzada hacia Tierra Santa. Creo que su ausencia hizo que se difundiera la imagen de que era un rey “deseado” por su pueblo y sediado por sus enemigos, solo cuando la realidad política en Inglaterra comenzó a deteriorarse, decidió volver. Mientras, su hermano, Juan sin Tierra, aprovechó esta situación para establecerse como gobernante alternativo con su propia corte real, sus propios “lord justiciar , lord canciller” y otros puestos reales, que exprimieron al pueblo y de ahí que surgiera la figura del ladrón justiciero, “Robin de los bosques”. El nombre de Juan sin Tierra le fue dado porque no se esperaba que llegase a gobernar nunca o, según otra teoría, porque durante su reinado tuvo que enfrentarse tanto a los franceses como a sus propios barones, en fin, que el rey Ricardo vivió en el imaginario histórico, más por su leyenda que por su realidad.

    Muchas gracias, un abrazo y feliz domingo ( yo voto por Milka ; )

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    1. Buen dilema, María, quizá también me decantara por Milka, y perdón por el anacronismo. Es difícil discernir el mito de la realidad, como muy bien nos cuentas, haciéndonos una semblanza magistral. Juzgar al personaje con un prisma moderno, nos resultaría hasta muchos extremos cruel, como el hecho de que sus grandes hazañas fuesen bélicas y supusiesen un enorme dispendio que desequilibró las cuentas del reino hasta mucho tiempo después de su desaparición, tan bien relatada por Tot. Un flechazo que se le incrustó en el hombro, había sembrado la septicemia que comenzó con una gangrena en la zona. Fue alzado a la categoría modelo y rey cristiano guerrero, incluso por sus coetáneos. Ese ideal incluye notables capacidades como trovador, no en vano, según cuentan los medievalistas fue durante ese cautiverio que comenzó a trovar, empapado por la influencia de su madre y la propia corte que había creado, donde juglares y trovadores cantaban al amor cortés. Y es verdad como dices, que Ricardo, de educación francesa, se expresaba mejor en ese idioma que también se consideraba la lengua del amor cortés, más el provenzal. En cualquier caso, con sus luces y con sus sombras, el mito ha perdurado. Incluso, se quiso debatir por su sexualidad que a la vista de tantos años, parece de una inconmensurable osadía. William es simplemente un vehículo para contar la historia. Un saludo, poetisa.

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  6. jaja ¿poetisa? jaja no insultes a los poetas por favor ; )
    Feliz domingo!

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    1. No disimules, María, las musas fluyen por tu blog, caracolean y te zarandean como un golpe de viento límpido, con el que nos sacas desencajados de nuestra realidad. Late el ritmo en tus entradas, ese swing que tiene la poesía. No me refiero al sentido categórico al que alude Félix de Azúa, que dice que para ser poeta es necesario crear un universo con entidad propia, como lo hicieron Homero, Garcilaso, Hölderlin, Heine u otros faunos de la rima, Lorca, Machado, Rimbaud, o Baudelaire. Un saludo y feliz domingo.

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