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El lago de las sombras

Con los labios aún temblorosos, volvió a rozarse con la yema de los dedos aquella hendidura, que había profanado su amigo. Se miraba en el espejo de su pieza, mientras deshacía el lazo.  Inadvertidamente le había dado un beso,  con un arrebato que le sorprendió y le sumió en un mar de dudas. ¡Tierna amistad! - ¡Lo siento, no quería, Piotr! - Le repuso al intuir el desconcierto en los ojos de él. 

- Yo tampoco. 

Los días siguientes se evitaron, por el campus y las calles de San Petersburgo, merodeaban hasta que se topó con la figura del otro en plena clase del conservatorio. Se quería resistir a virar la cabeza y ceder a la tentación de verlo allí, con su rostro apolíneo, también sumido en un mar de dudas.  Porque el joven Piotr había acumulado demasiadas decepciones, para una familia que se había desinteresado pronto de sus habilidades musicales. A los cinco años tocaba el piano, y poco más de tres años después, la profesora de música no le podía enseñar a leer nuevas claves. - Sabe más que yo, tiene una intuición natural, que yo no tengo.  - Sin embargo, el padre rozagante, que le llamó a su gabinete un lustro después, le dijo que le correspondía hacer una carrera de alto funcionario. Él era director de una mina, no había alcanzado los logros de sus antecesores y por qué no su hijo, podría relanzar la carrera familiar. El progenitor quería enmendar sus frustraciones en la figura de su tierno infante, un error muy común en nuestros tiempos, que queremos que todos nuestros hijos sean astronautas. - Los Tchaikovsky nos hemos distinguido como servidores del Zar. Basta ya de frivolidades, querido hijo. De la música no se come. - Y ahora se enfrentaba en soledad a esos dilemas. ¿Cómo decir que también le gustaban los hombres?


De Nikolai Kuznetsov Nikolai Kuznetsov - Nikolai Dimitriyevich Kuznetsov's (1850 - 1929), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22186692
El famoso compositor en edad madura.

Todo un verano en clase, en la que trataban la música de Mozart y él continuamente en ascuas. Con el rabillo del ojo advertía la presencia del ser amado, y una enojosa emoción por lo inconfesable, que le parecía ese sentimiento, le invadía. No quería mirar hacia él, o se convertiría con el pecado en una estatua de sal. Aferrarse a la religión. Regresaba taciturno a la pieza, bajo ese volcán de fuerzas incontenibles que bullían en el joven Piotr Illich Tchaikovsky. Una lucha interna contra su sexualidad, que han intentado ocultar sus compatriotas posteriormente, pero que le llevó al borde de la locura. Asimismo, a casarse para blanquear su orientación sexual y vivir una suerte de espejismo. De esa forma lo hizo con Antonina Miliukova, que adoraba al maestro en la distancia, desde que se encontró con él en una reunión social. Con dotes musicales, Antonina cursó estudios en el Conservatorio donde el músico, que estaba en boca de todos, impartia clases . Y la alumna y admiradora le pidió auxilio cuando por problemas económicos, no pudo continuar con las clases. Según los biógrafos del compositor, Piotr amaba platónicamente a uno de sus alumnos más aventajados, Vladimir Shilovski, y cuando aquél decidió comprometerse, el mundo dejó de girar para Tchaikosvky. 


De Ivan Grigoryevich Dyagovchenko - http://www.tchaikovsky-research.net/en/people/tchaikovskaia_antonina.html, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2668896
El matrimonio infeliz

Se había quebrado una de sus ilusorias entelequias. Amar en secreto a un hombre, puesto que si bien en sus cartas no revela un excesivo sentimiento de culpa por la homosexualidad, el gran autor musical, si creyó que en el intransigente tiempo que le tocó vivir, podría afectar a una carrera desigual. Sería dar un comodín a esa crítica incombustible. Antonina se convirtió en una salida airosa, por lo que se casó con su antigua alumna, para disipar esas brumas, pero pronto se dio cuenta que no era esa vida la que anhelaba; enseguida se le tornó tormentosa. Incluso las rencillas entre cuñados, abuelos de la familia política, se le atragantaron, viendo en ellas batallas soterradas, de las que quería desprenderse. Como el propio Tchaikovsky narra en una carta, huye físicamente a Roma, más tarde sabemos que a un balneario y se refugia en su trabajo. 

"El hombre que en mayo se le ocurrió casarse con Antonina Ivánovna, quien durante junio escribió una ópera entera como si nada hubiera pasado, quien en septiembre huyó de su mujer, quien en noviembre se embarcó destino a Roma y otras cosas por el estilo; ese hombre no era yo, sino otro Piotr Ilich". Tocar en el play para escuchar El Lago de los cisnes, final de la película Billy Elliot. 



Poco a poco, este gran músico va venciendo las reticencias de todos, y conquista su Olimpo particular. Pese a las críticas del influyente musicólogo Eduard Hanslick, que siguen siendo duras, Piotr es a esas alturas un músico consagrado. 

El compositor ruso Chaikovski seguramente posea un talento no ordinario, pero más bien, uno exagerado, obsesionado con actuar como un hombre de letras, pero careciendo de criterio y gusto... lo mismo puede decirse de su nuevo, largo y ambicioso Concierto para violín.

Nos sorprende entonces su muerte prematura, cólera (covid del siglo XIX) o suicidio, quién sabe. Antes, se había convertido en un funcionario del Zar, el más ilustre, pues Alejandro II, prendado de su música, le reconoce una pensión vitalicia, y le otorga el mayor premio musical. Suponemos que Tchaikovsky recordaría los ambiciosos planes de su padre, que vieron justo galardón en su inmensa carrera. Además, resaltemos que dos mujeres van a jugar un papel fundamental en su carrera. Una es la soprano Desireé Artot, con la que creyó el mismo Piotr que podría haber curado sus tendencias. La única mujer que amó, y con la que se había prometido, hasta que se fue con otro hombre, un galán español. Y la otra, su mecenas, Nadezhda von Meck, acaudalada viuda de un industrial, que confió en el talento del autor, aun cuando los fiascos fueran manifiestos. Como durante mucho tiempo no se llegaron a conocer en persona, el músico comparaba su amparo con las manos de una providencia, que le guiaba con desvelo en su carrera. 

De Desconocido - NYPL Digital Gallery — Image ID: 1270517. This portrait has been published in:Heylbut, Rose (1936), Like Softest Music: The Stories of Famous Composers. Ed. Crowell (New York), p.275 (oclc 227874216). This book is not listed in the renewal records at the US Copyright Office. The original portrait is at the Tchaikovsky Museum depository, Klin, Moscow.[1], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7367826
La viuda von Meck, mecenas del compositor

En cuanto a la homosexualidad de Tchaikovsky, como decíamos, ha suscitado grandes polémicas tras su muerte. Desde el zarismo que la negaba, un héroe nacional no podía sucumbir a semejante pecado, a los comunistas que perseguían a quienes desvirtuasen a una figura de tal envergadura. La homosexualidad era un vicio de las sociedades capitalistas. Hasta tiempos recientes, en los que la virilidad rusa no podía sufrir menoscabo en uno de sus hombres más prominentes. Sin embargo, fue Putin quien rompió el hielo sobre este asunto. Su régimen personalista tachado de homófobo encontró en la orientación del músico, la excusa para reclamarse tolerante. Putin:" Tchaikovsky era gay - aunque no es cierto que no le amáramos por eso- pero era un gran músico y todos amamos su música". Declaró en el año 2013 en la cadena privada Channel 1.

Se dejaba en el tintero, las presiones que recibieron periodistas rusos unas semanas antes, para que no publicasen un artículo en el que no se escondía en el armario al Tchaikovsky más gay, que de acuerdo a esta información, compartió amoríos los últimos años de su vida con su sobrino. Por eso le nombró heredero universal, concluye esta información, que los servicios secretos quisieron boicotear. Una historia de espionaje para un compositor muerto hacía más de un siglo. Algunos biógrafos, Anthony Holden, le sentaron en el diván también más de un siglo después. Sus cartas nos permiten tener tumbado al gran hombre, con los ojos cerrados y confesándonos a media voz, que no aceptaba su condición sexual, que estaba disconforme, y la inhibía de forma severa e inconsciente. Otros afirman que sí, que la había aceptado, sin embargo, temía a la  sociedad intolerante de aquella época. En cualquier caso, independientemente de la vida tormentosa de Tchaikovsky, siempre nos quedará su maravillosa música. 



Comentarios

  1. Mi virtualidad musical es próxima a cero. Cuando hay un tema que tiene a la música como eje, sé que debo inhibirme. Hay personas que nacen con oído y otras que nacemos sin ninguna capacidad musical. Y, créeme que lo siento, y mucho. Mi mayor decepción vital es la de no poseer ninguna capacidad musical. La música para mí es ruido. Eso no quiere decir que no haya oído piezas de Chaikovsky y que incluso haya visto El lago de los cisnes a cargo de un ballet ruso, pero es solo en ansia de algo que no existe. Si me dijeras en una próxima reencarnación qué desearías para tu vida, yo tendría claro que anhelaría poseer sentido musical. El hecho de que el compositor ruso fuera homosexual no me aporta nada. Ayer estuve con mis cuñados homosexuales y, ciertamente, veo que somos dos tipos de sensibilidades muy distantes. Si la homosexualidad es homophrosine, me siento muy distante de ello. En esa tesitura elijo la individualidad, la radical soledad. En ese sentido, si fuera así en Chaikovksi, pudiera sentirme cerca de él, si he de tener en cuenta que fuera homosexual. No siento que haya que considerarlo para admirar a un músico o escritor. Lorca no es mejor escritor porque fuera homosexual, espero que no se haga un juicio sobre él porque lo fuera. Y sí, dentro de mi capacidad averiada, siento que nos queda su música. Un abrazo.

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    1. Estoy de acuerdo que su orientación sexual poco se compadece de su calidad artística, y por eso, poco me importa. Yo valoro de forma descarnada la esencia de una obra. A Thomas Mann, como primer intelectual que se rebeló contra los nazis, algunos dicen que se le adelantó su hijo Klaus, siempre le lanzaban en las entrevistas una retahíla de preguntas sobre ese compromiso político. Hasta que al final le llegó el hartazgo de que todas las preguntas versasen sobre lo mismo. Rogó que por favor, se hablase simplemente de literatura. Ocurre lo mismo pero más acentuado ahora, si cabe. Qué te recitan los méritos del autor entrevistado y todas las preguntas rondan en torno a los mismos tópicos. Sexualidad, feminismo, ideología, quedando la obra del autor en un cuarto plano.

      En esta entrada, simplemente tratamos de sacar a la luz aspectos desconocidos de Tchaikovsky que fue un infeliz y que encontró en la música la terapia, para esa contradicción interna. Una vida muy atormentada. Además, resaltar que la homosexualidad, lejos de las composiciones actuales, fue desdeñada por el comunismo y considerada una enfermedad del capitalismo occidental. También me resulta curiosa la posición de Putin. Por lo demás, la obra del gran compositor habla por sí sola.

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  2. Con permiso, he entrado desde la página de Joselu. Me ha llamado la atención la respuesta a la entrada de Marsé, y he clicado.
    Me sabe mal, pero me pasa algo similar a lo que le sucede a Joselu. No me prepararon musicalmente, creo que la clásica lo requiere; sin embargo, en una de las chabolas contiguas a las que habitaba cuando mi niñez, había un talabartero que tenía un tocadiscos Odeón. Sólo ponía discos que después me enteré que eran de "jazz". Me gustaba aquel conglomerado de sonido. Así hasta hoy, donde me acompañan siempre Oscar Peterson y Red Garland.
    Salut
    Un placer el leerle

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    1. Un placer leer tu comentario Tot, y aunque suene frívolo, porque como decía Alfredo de Cinema Paradiso , la vida es más dura que el cinematografo, me he transportado a esa chabola y me he sentido el niño que explora un mundo de sabores y sonidos tan diferentes, como el jazz.

      En mi caso provengo de una familia de músicos, un tenor con mucho talento frustrado, violinistas profesionales, grupos de jazz, y me sumé a esa barahunda con mi desconocimiento, porque cualquier excusa era válida para escuchar a esos virtuosos. Cuando he asistido a un concierto, o a una ópera, me conmueve que el ser humano sea capaz de crear guerras atroces y la belleza en su estado tan puro, como nos proporciona la música. Y como Joselu sueño en una próxima reencarnación, en convertirme en un músico. O a que mi prosa tenga el swing de la narrativa de Julio Cortazar.

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    2. Visiona esta película, El silencio de la mar.
      Es bella porque si.
      Él, soldado alemán en la Francia ocupada, siente a Bach. Ella, civil alemana que vive con su tio en la Francia ocupada, lee libros de Metafísica (El amor humano de Francois Charmot)

      https://www.youtube.com/watch?v=yYFgsngBQ8o&t=929s

      Estoy seguro de que te gustará.

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    3. Tiene una pinta tremenda. Muchas gracias, Tot, precisamente estaba pensando, mientras leía la biografía de Coco Chanel, cómo la Guerra del Catorce guarda muchas semejanzas con la II Guerra Mundial, y también con la guerra francoprusiana de 1870. Parecía que ese rincón del mundo estaba atrapado en un círculo que la UE logró romper y convertir en virtuoso. Al margen de las crisis económicas que hemos afrontado y nos tocará afrontar en los años venideros. Muchas gracias por la sugerencia. Comentamos. Si tienes blog, indícame, que será un placer pasarme.

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    4. http://totbarcelona.blogspot.com/


      Este es el bloc.
      Salut

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  3. Tener la capacidad de expresar tus emociones y sentimientos a través de las notas o palabras simplemente me parece maravilloso. Carezco de cualquier don artístico y tampoco he tenido formación ni entrenamiento musical alguno. Pero esta ausencia formal no me impide apreciarla, lo mismo que un buen libro o un cuadro. Entiendo que alguien experto en música clásica (o cualquier género) podrá determinar mejor los matices de una composición y ser más empático que yo.
    A mí las notas musicales y la melodía me asaltan y vibran en las entrañas. Me he conmovido con el jazz, he llorado con soul, me he concentrado con clásica...
    Ser homosexual en el siglo XIX era en medicina un trastorno congénito y judicialmente una condena segura. Tchaikovsky no tuvo más alternativa que acallar su tendencia sexual y refugiarse en su música como consuelo.
    Como siempre un placer leerte Sergio.

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    1. El placer es leer tus reflexiones. Wilde es un ejemplo de esa caída a los infiernos por sus amoríos con personas del mismo sexo. Otros tiempos, en los que el amante de Wilde, 'Bosie' le dedicó los famosos versos, 'qué es el amor que no se atreve a decir su nombre'. Como le decía a Joselu, yo juzgo descaradamente la obra de cualquier autor independientemente de su orientación sexual, ideologia e incluso experiencia y comportamiento vital. Alberti me parece un poeta inmenso, con una conducta en muchos momentos deleznable. Como cuando dejó solo a su ventura a un Miguel Hernández con las tropas franquistas a las puertas de Madrid. El encargado de negocios de la Embajada de Chile de entonces, Morla Lynch, lo atestigua en sus memorias. Sin embargo, más allá de lo canallesco, de las vendettas demasiado humana de los grandes, no deja de ser triste, que no pudiesen vivir su amor libremente. Otra cosa es la homosexualidad presente, que se quiere imponer como un magma autoritario. El más mínimo desacuerdo y brota con gran fasto, la palabra homofobo. Un placer leerte, Marybel, me encantó tu reseña de Chaves Nogales.

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