N o somos un medio revolucionario- vociferó el director del periódico, en el que publicaban los primeros espadas. El naciente ABC de Torcuato Luca de Tena quería competir con El Imparcial en los favores de la burguesía, que se concentraba en los núcleos urbanos. Pero El País , dirigido por un ubicuo y controvertido Alejandro Lerroux se hallaba en la vía de la indefinición. Republicano pero qué más. Se tocó el bigote con los rieles corolarios en punta. El inefable Lerroux se había convertido en un fauno, que expelía cortinas de humo, pues fumeteaba enervado. Encontró un punto de razón. - Al contrario de lo que decía Von Bismarck , el auge de la socialdemocracia no es imparable. Nuestro público no quiere revoluciones ¿Cómo dejaste publicar semejantes patrañas a José Martínez? Azorín, maestro de la literatura. - No sé, jefe.- Se le había enterrado la cabeza sobre los hombros al redactor jefe ¿ Dónde esconderse ante semejante aluvión de críticas? - No podemos...
Un viaje por la historia y la cultura